viernes, 30 de septiembre de 2011

Revista Digital de Cultura de Cruz del Eje MACEDONIO BELARTE- AÑO 7 - Nº 72 - SEPTIEMBRE 2011

El país. Domingo, 24 de julio de 2011

ADELANTO EXCLUSIVO DEL LIBRO LA PRESIDENTA, HISTORIA DE UNA VIDA, DE SANDRA RUSSO
"Tuvimos que pelear para defender al
Gobierno”


Desde que llegó a la presidencia, Cristina Fernández de Kirchner no dio ninguna entrevista a medios gráficos (la última fue a este diario antes de asumir) y sus contactos con los medios se redujeron aún más desde la muerte de Néstor Kirchner. Por eso, no es uno de los méritos menores de la autora de La Presidenta, historia de una vida, la indispensable biografía escrita por Sandra Russo que editorial Sudamericana distribuirá en librerías a partir del 1º de agosto, el haber conseguido concretar largos diálogos con CFK que le sirvieron tanto para afinar los resultados de su trabajo como para iluminar los momentos más importantes de la vida de la protagonista con su propia palabra. Una parte de esas definiciones presidenciales es lo que Página/12 adelanta a sus lectores. Así aparecen verdaderas revelaciones sobre su trayectoria, la relación que la unió y aún la une a Néstor Kirchner, su formación política, los momentos claves de su mandato (como la 125, la ley de medios, Fútbol para Todos, la estatización de las AFJP, el matrimonio igualitario) y hasta el relato de la última noche que pasó con Kirchner y lo que ella considera su legado.



Por Sandra Russo



La familia


El padre y la madre nunca se llevaron bien. Era una de esas tantas parejas que no se entienden. No tenían nada que ver el uno con el otro. “Nunca me puse a analizarlo demasiado”, dice Cristina, y yo me acordaré de esto cuando ella cuente, más adelante, su tropiezo con la psicología.


En cuanto a su hermana, asegura tajantemente que era la más querida de esa familia. “Siempre le reproché a mamá que la quisiera más a ella que a mí, y eso no me lo puede negar. Es comamente cierto”, desliza. A Gisele la quisieron mucho todos, ella y Néstor también. Gisele es médica. Hizo toda su carrera en hospitales públicos, nunca quiso ejercer la medicina privada. Debió jubilarse por una enfermedad oncológica. Hace unos años sufrió un trastorno bipolar, del que se recuperó.

–Decían que era yo la bipolar. Les da lo mismo, mezclan todo. Confunden a una persona con la otra, pasan por alto lo que significa en una familia ver a alguien tan joven ponerse tan mal. Fuè terrible cuando se enfermó.
Gisele es muy inteligente y tiene un alto grado de sensibilidad. Extrema, te diría. Hay gente que padece esa enfermedad y que tiene una percepción muy aguda de las cosas, y vos sentís que casi te adivina, que te lee el pensamiento. Cuando se acepta el tratamiento, los pacientes responden muy bien. El problema dura hasta que lo aceptan, porque Gisele no quería tomar la medicaciòn.
Para mí su enfermedad fue muy fuerte, muy dura. Siempre tuvimos una relación muy estrecha, más de lo común entre hermanas. Ella dependía de mí más que yo de ella, porque mi mamá me la enchufaba siempre. “Andá con tu hermanita”, “No, mamá, no tengo ganas de ir con mi hermanita”. Pero me tenía que hacer cargo. Eso me reventaba. Ella me adora, soy su ídola. Néstor la adoraba, y ella a él también.


De Psicología a Derecho

Esta mujer que hoy representa a muchos sectores, pero que defiende prioritariamente a los trabajadores organizados, creció escuchando en su propia casa que el que no trabaja es porque no quiere y que los argentinos son vagos. El estribillo del antiperonismo. Su análisis se basa en esas condiciones materiales, familiares, en esa prefiguración del mundo que toma cuerpo en la infancia. Cristina Fernández nunca se psicoanalizó. Lo que hizo, sí, fue inscribirse un año en Psicología. Una experiencia cuyo recuerdo le parece “insoportable”.




Cristina era perito mercantil, y cuando llegó el momento de inscribirse en Derecho, que era la carrera elegida, hubo un obstáculo administrativo. En Derecho no aceptaban peritos mercantiles y había que rendir diecisiete equivalencias.

–Como si los peritos mercantiles fuéramos almaceneros con título, qué ridículo. Yo como perito mercantil había cursado muchas materias que tenían más que ver con Derecho que cualquier bachiller. Había cursado Derecho usual, Derecho administrativo, Economía política. Pero no hubo nada que hacer ese año y me inscribí en Psicología, que no se daba en Humanidades sino en un instituto que quedaba muy lejos y había que estar muy temprano. Dios, llegaba hasta ahí y me decía a mí misma “qué hacés vos acá, escuchando esto”. La materia que más me gustaba era Antropología cultural, estaba la cátedra de Mario Margulis. Pero había un ayudante...

Escuchar esas cosas tan temprano... –se agarra la cabeza y se ríe–. No era para mí. A mí me gusta discutir, pero sobre cosas concretas. Detesto hablar sobre bueyes perdidos. No lo toleraba. Yo quiero discutir con resultados. Discutimos y bueno, vos tenés razón, yo tengo razón, cedemos los dos un poco, en fin. Pero no puedo soportar la incertidumbre –dice, todavía explicando su aburrimiento en las clases de Psicología, pero ya virando en otra asociación–. Mirá los desaparecidos. Lo más terrible no fue la muerte, sino el estado nebuloso del de- saparecido. Muerte y tortura hubo siempre a lo largo de la historia argentina. Lo novedoso, lo perverso que introdujo la dictadura militar fue ese “no saber”. Eso nadie lo esperaba, era inconcebible. Y cada vez que uno lo piensa bien, sigue siendo inconcebible.


El gran chispazo

Pipa ya lo conocía a Néstor –era el pibe que vivía con su novio– cuando empezó a sentarse con Cristina en el curso. Néstor era identificable por la campera verde, brillante y jodón, pero decididamente no era un galán. De modo que cuando Pipa consoló a Cristina prometiéndole conseguirle un candidato, pensó en algunas posibilidades, pero ninguna de ellas incluía a Néstor.

Mientras, Cristina veía declinar su propio entusiasmo por el noviazgo con Cafferata, hubo varias reuniones en la casa de Pipa a las que Omar llegaba con su guitarra y sus amigos. Entre ellos estaba Néstor. Nada indicaba, en esos cruces previos, que entre ellos algo se encendería con tanto fuego.

Estéticamente, parecían polos opuestos. Cristina era impecable y Néstor, un desastre.

Llegaron a estudiar una materia los cuatro juntos. Cristina era una máquina de leer, y a Néstor parecía difícil hasta sentarlo a la mesa.

Era el más comprometido de ellos con la FURN, pero no perseguía un promedio brillante.

El Día del Estudiante de 1974 iba a producirse el Gran Chispazo.

–El Centro de Estudiantes de Santa Cruz había festejado ese 21 de septiembre en el Parque Pereyra Iraola.

Néstor venía de ahí. Yo estaba en la casa de Omar, estudiando, porque teníamos un parcial de Reales, Derecho Civil IV. Llega Pipa y le dice que se había muerto su abuelo. Omar se fue con ella al velorio. Néstor me vio estudiando y se ofreció a ayudarme, porque nosotros estudiábamos de a dos. Uno leía en voz alta. Como Omar se fue, me dijo: “Yo te ayudo”. “Bueno, gracias”, le digo. Se sienta. ¡Y me empieza a discutir todo! –se indigna Cristina todavía–. Cosas que yo sabía. Yo decía algo y me interrumpía. “No, no es así.” “Cómo que no es así”, le decía yo. “No. No es así.” Hasta que me di cuenta de que estaba mamado. Le dije: “Querido, ¿vos me estás tomando el pelo? Andate a joder con tus amigos, que yo me voy a la mierda”. El se reía. Y no me fui, me parece. Creo que me quedé.

Néstor
Cuando se encontraron por primera vez, ella tenía 20 y él 23. Se casaron a los seis meses de haberse conocido, pero eso no me lo dice. Toma un sorbo de la lágrima que le han traído, y habla de él sin que la voz experimente más que un temblor. Y de lo primero que habla es de las peleas. “Teníamos peleas memorables”, dice, y sonríe, como reconfortada por el recuerdo. “Arrancamos así, peleándonos. Discutíamos por todo, por cosas que nos parecían muy importantes y cosas que eran pavadas. Pero nos peleamos siempre, desde el primer hasta el último día.” Las discusiones las terminaba cualquiera de los dos, “el que creía que iba ganando”, aclara.

Cristina se extiende en el tema de las peleas. Creí que se había tratado de un mero comentario, pero a medida que sigue hablando, es obvio que eso es lo que más extraña. Pelearse con Néstor. Esa manera de hacerse compañía. Desarrollaron un arte de la pelea.

–Yo cuando me enojaba no le hablaba –dice usando un tono nuevo, mordaz, de jugadora–. Era lo peor que le podía hacer. No hablarle. Yo sabía que si resistía ganaba, pero me costaba mucho. He llegado a estar un día entero sin hablarle –afirma con la cabeza, como reconociéndose un mérito

–¿Un día? No es nada –le digo.

–Pero para nosotros un día era una eternidad. No podíamos vivir sin hablarnos. El a veces se ensimismaba, y te dabas cuenta de que estaba enojado por la cara que tenía. ¡Cómo me

reventaba esa cara de culo cuando no sabía qué le pasaba! “Qué pasa”, le preguntaba. Y él contestaba “nada”, con mal tono. Podía ser que le hubiera molestado algo de mí o de alguna situación. Pero yo no soportaba que me dijera “nada”.

Se habían acostumbrado a estar juntos todo el tiempo. Cuando Néstor fue intendente de Río Gallegos y durante los doce años que fue gobernador de Santa Cruz, Cristina tenía su despacho al lado del suyo. Incluso cuando era diputada nacional y pasaba los días de semana en la Capital, mantuvo su despacho junto al del gobernador. Pero en aquel tiempo, cuando de lunes a jueves Cristina se instalaba en el departamento de Juncal y Uruguay, comenzaron los llamados.


Cristina hace silencios cortos. Son pausas en la conversación que usa, creo, para ordenar lo que va volviendo a su mente y sus emociones. Ahora que ya ha tosido un poco y ha terminado su lágrima, dice casi admirada:

–Lo impresionante es que yo pensaba en él y el tipo me llamaba. Teníamos momentos

telepáticos. Nos llamábamos en el momento y por el mismo tema en que estaba pensando el otro. Y cuando estábamos juntos, a veces ni hablábamos, con mirarnos ya nos entendíamos. Era muy impresionante, sí; la conexión era impresionante.

–Tener un interlocutor como ése es...

–Insustituible. No hay otra palabra. Con el que más me acerco ahora es con mi hijo, pero es totalmente distinto, es otra edad, otras vivencias, tenemos una relación de madre e hijo. Lo mío con Néstor fue increíble.


20 de junio de 1973

Ese fue el día de la masacre de Ezeiza. Volvía Perón a quedarse, y Ofelia Wilhem, la madre de Cristina, estaba emperrada en ir. Le anunció a su hija mayor que iría sola. Cristina decidió acompañarla, y encontrarse allí con las columnas de la FURN y el FAEP, las agrupaciones de Derecho. Quedaron las dos en medio de los tiroteos, aunque de una manera singular: fue la hija la que debió zamarrear a la madre para salir de allí.

–Yo estaba con la duda, porque quería ir con mis compañeros de la facultad, pero mamá... –dice Cristina y sonríe con alguna dosis de resignación–. Mamá quería ir, quería ir, yo le decía “Mejor quedate acá”, pero qué... Bueno, está bien, le dije, voy con vos. Salimos muy temprano, pasadas las cinco de la mañana. Fuimos con un compañero del gremio de mamá. Bajamos por Ciudad Evita, y entramos por una transversal. Había que dejar el auto muy lejos, así que caminamos mucho; serían las seis y media, estaba amaneciendo. Había una neblina muy espesa, casi cinematográfica. Entramos a Ezeiza y empezamos a caminar por la Riccheri, y yo me subí al guardarrail, para ver la perspectiva. Era impresionante.

Eran como hormigas. Venían de todas partes. Gente sola, gente encuadrada, con banderas, con cartelitos. Vi llegar un grupo con una bandera uruguaya. Vi indios tobas, altísimos. Vi una inmensa bandera del ERP 22 de Agosto.

Y todo envuelto en ese humo. Llegamos después de caminar horas, ya eran más de las diez. Yo me fui para el lado por el que sabía que iban a entrar los de la facultad. Era del lado donde estaba Evita. En el palco oficial, estaba el retrato de Perón enorme en el medio, de un lado estaba Isabel y del otro Evita. Nosotros nos íbamos a encontrar de ese lado. Apenas llego, siento ruidos. Pin pin pin.

Le pregunto a un tipo que vendía choripanes. “Sí, son tiros”, me dijo. “Pero están así desde la mañana.” Se empezó a formar muy claramente un cerco de la Juventud Sindical alrededor del palco, me acuerdo el color verde. A eso de las dos de la tarde... Yo no sé por qué me acuerdo tan bien de los horarios. Pero sí, a esa hora vi entrar las banderolas blancas con letras azules de la FURN y las azules con letras blancas del FAEP. Querían llegar al palco y no los dejaban. A las dos y cuarto, dos y veinte, veo que hacen fuerza para poder entrar. Armaron una típica formación de cuña, rompen el cerco y pasan. Y al instante, los tiros. La gente empezó a correr. Venían para el lado donde estábamos nosotras. Gritaban “¡Nos están cagando a tiros!”. Mi primera reacció

n fue meterme adentro del bosquecito, porque yo creí que los tiros venían solamente del palco. Me puse atrás de un árbol, y mi mamá gritaba “¡Yo me quedo a ver a Perón, yo me quedo a ver a Perón!”. Increíble. Yo le decía “Mamá, acá no nos podemos quedar”. Y de pronto, empezaron a tirar de todas partes. Tiraban del palco y tiraban de atrás. Yo la zamarreaba a mamá, discutimos. Ella gritaba. “¡A mí no me va a sacar nadie!”. Una discusión ridícula en una escena terrible. Empezamos a caminar y a chocarnos con los miles y miles que seguían llegando, y a los que desde un camión les decían “¡Compañeros, no retrocedan!”. Fueron momentos muy confusos. Fue infernal. Hicimos todo el camino a la inversa, fueron más horas caminando. A La Plata llegamos después de las ocho de la noche.


Lucha armada y peronismo


Cuando Néstor y Cristina se casaron y ya se habían ido de la Tendencia porque disentían con la lucha armada, Gisele los iba a visitar todos los días a la casa de City Bell, donde vivían con Chiche Labolita y Gladis Dalessandro. Un domingo hubo una marcha organizada por la CGT, el día que lo echaron a López Rega. Néstor y Cristina no habían ido.

–Ese domingo organizamos un asado en casa. Vinieron el Kuto Moreno, Hernán Fuentes, el hermano del actual senador Marcelo Fuentes, que ya se había recibido, Cachito Caballero, un neuquino, Carlos Negri, que había sido diputado por la JP. Todos estábamos en casa cuando llegó Gisele de la marcha. Yo me puse a revisarle unas carpetas y encontré un afiche de E

vita Montonera. La llamé a los gritos. “¿En qué andás, vos?”, la increpaba yo. Nosotros éramos muy críticos, y no era ningún secreto. Néstor andaba a los gritos por los pasillos de la facultad. Nos oponíamos a lo que estaba claro que se venía. Que era la militarización de la política. Sólo podía tener sentido durante la proscripción, en dictadura, pero en democracia no. Con un gobierno electo, aunque no nos gustara, no. Y además nosotros, los de la Juventud, entrábamos a los barrios y la gente nos recibía porque éramos peronistas y ellos eran peronistas. Vos podías pelearte con Perón, pero ¿con el peronismo de la gente qué hacés? Eso no se quería discutir. Ese domingo con Gisele nos gritamos de todo, y yo terminé diciéndole “Te van a matar, tarada”. La agarramos con Néstor y la convencimos. Le salvamos la vida –afirma con la cabeza, los ojos se posan en el vacío–. Le salvamos la vida. Estoy segura. Le salvamos la vida.


Las candidaturas

–Yo nunca quise ser candidata. Nunca. Ni para Presidenta ni para senadora ni para diputada provincial. Me tuvieron que convencer siempre. Ya éramos el Frente para la Victoria Santacruceña. Yo insistí en que le teníamos que agregar “santacruceña”, quería ser más específica. Aquella vez, yo me negaba a ser candidata a diputada por el Frente para la Victoria. “No, no, van a decir que soy la mujer del intendente”, repetía, y me los quería sacar de encima. Todos se acordaron de eso cuando poco tiempo después hubo una película de Isabel Sarli que se llamó La mujer del intendente, ¿a vos te parece? Cómo me gastaron...

Vivir bajo presión

–Yo estoy acostumbrada a situaciones de extrema presión y a no perder la calma –dice precisamente en un tono muy bajo y controlado, soltando las palabras despacito–. Tengo muy alto el umbral de la presión psíquica, y muy bajo el umbral del dolor físico. Y ahora, con lo de Néstor, mucho más. El era más leche hervida.

Desde que él murió, es como si yo hubiera profundizado esa tolerancia a la presión. Están esperando que me salga de la vaina, pero no me salgo fácilmente. Ahora ya no tengo el contrabalanceo con Néstor, porque siempre cuando uno se sacaba, el otro contenía. Ahora tengo que hacerlo yo sola. Las cosas me afectan menos, todo se relativiza, se adquiere otra dimensión.

El FMI y las reservas

Cristina pone especial énfasis en el gobierno de Néstor y en lo que fue clave para determinar las propias políticas económicas: el desendeudamiento y la cancelación de la deuda, el reposicionamiento frente al FMI.

En el hotel, durante la entrevista, saco el tema. Aquélla fue una carta guardada durante la campaña, el as que el candidato medio desconocido trajo del sur bosquejado en su famoso cuaderno Arte tamaño oficio.

–Pero eso obedeció, más que a una decisión de gobierno, a una opción de vida –dice Cristina–. El odiaba tener deudas. Siempre administró su vida privada sin deudas. Desde que no

s casamos tuvimos ahorros. Eso le vino de su cultura de inmigrante: tener algo y no deberlo era un valor. No es que Néstor vino con una teoría económica, no planteó el desendeudamiento leyendo economía. Para él lo lógico en lo privado era lógico en lo público. Estaba en su ADN. Obviamente consideraba a la deuda externa como el mayor condicionante histórico, y el pago al FMI... Eso le rondaba, le rondaba. Cuando Lula le contó que tenía la misma idea y que lo iba a hacer, dijo “es ahora”. Fue casi al unísono con Brasil. El llegó a la presidencia con la idea de ahorrar reservas. Es lo que hizo toda la vida, juntar plata para tener seguridad y no necesitar pedirle a nadie. Me acuerdo que una vez, en mi campaña para senadora por la provincia de Buenos Aires, estábamos en Ezeiza y se puso a charlar con Alfredo Coto. Y le dijo: “La Argentina para crecer necesita tener 50.000 millones de dólares de reserva”. En aquel momento todavía sonaba exagerado. Era el 2005, teníamos 20.000. Pero ése era el rumbo, y eso se logró.

La 125, “Clarín” y Alberto Fernández

–A mí en el 2008 me quisieron destituir. Sí. No tengo ninguna duda. No habían querido que fuera yo la candidata. Fundamentalmente el Grupo Clarín. Magnetto lo había ido a ver a Néstor a Olivos y le había dicho que no me querían como candidata. Se lo decían a todo el mundo. El otro día me vengo a enterar... Preguntale a Florencio Randazzo, pedile que te cuente cómo era, cuando él estaba convencido de que iba a ser yo la candidata, Felipe Solá le decía “no, eso se cae, mirá que yo hablo con Alberto Fernández y me dice que eso se cae”. Y Randazzo le decía “pero mirá que yo hablo con Néstor y es la candidata”, y el otro le insistía que no, que yo no era. El Grupo estaba ejerciendo mucha presión, eso yo lo sabía. Lo que no sabía era que el vocero del Grupo, hacia adentro, era nuestro jefe de Gabinete.

En el 2008, la 125 pasó de ser una decisión política aislada a ser el eje de discusión de todo el modelo económico y social. Por eso digo que fuimos obligados a la pelea. La situación nos obligó a pelear para defender el Gobierno. Vos prendías la televisión ese año y escuchabas las cosas que decían de mí y de Kirchner, y nunca se las habían dicho a nadie. A nadie. Nunca. Yo puedo hacer discursos con contenidos fuertes, pero son conceptos. Me devolvían agravios personales, uno atrás del otro. (...)

Cuando vi la embestida, la verdad, no dudé. Se dio naturalmente. No pensamos nunca en retroceder ni en negociar ni en hacer un gobierno débil. Me refiero a lo que me vengo refiriendo desde que empezamos a hablar. A las convicciones. A lo que me parecía lo mejor para el país. Yo me planté y bueno, dije, si me echan, que sea por lo que pienso y hago, no por lo que no me animo a hacer. No me iban a echar por débil. No quise ser como Alfonsín, que se terminó yendo después de haber hecho lo que no quería. Eso sí que no. Ni por estúpida, porque me estaban subestimando. Yo ya había empezado las reuniones con la Coalición por una Radiodifusión Democrática, el colectivo que durante años elaboró los 21 puntos originales del proyecto de la ley de medios. Quería interiorizarme. Alberto Fernández me preguntaba: “¿Qué vas a hacer con eso?”. “Nada”, le decía yo. “Me interesa.” “Mirá que a Clarín eso no le interesa”, me decía, y yo le contestaba: “No lo hago por si le interesa o no le interesa a Clarín.” Varias veces cruzamos ese diálogo. Era tenso. Terminé diciéndole:

“Y si al Grupo no le interesa, para qué te hacés problema vos”. Empezamos a trabajar más fuerte con la Coalición, pero creo que ellos tampoco creían que lo íbamos a llevar adelante. Nadie creía que nos íbamos a animar. Seamos sinceros. Nadie.


Fútbol para Todos


–Tampoco creían en el Fútbol para Todos. En realidad, si uno lo mira en perspectiva, en términos de cambio y transformación de las costumbres, eso fue muy fuerte. En este país había chicos de veinte años que nunca en su perra vida habían podido ver el partido en sus casas. Tenían que ir al bar de la estación de servicio a ver el partido. El que no tenía cable tenía que salir de su casa para ver el fútbol, porque mirá, se habla de pan y circo, pero a la gente pobre ni el circo le habían dejado. El que no tenía cable no veía el partido o no veía los goles. Estaba naturalizado. El Fútbol para Todos implicó una democratización muy visible, literalmente. Porque le cambió la vida a mucha gente. Hoy el fútbol se ve en familia. Fue más fuerte incluso de lo que pude prever cuando los directivos de la AFA vieron que estábamos dispuestos a tomar decisiones que nadie había tomado hasta entonces. Alguien a quien prefiero no nombrar, para no incendiarlo, vino y me dijo: “Te puedo hacer el contacto”. “Hacelo”, le dije. A los dos días nos reunimos con Grondona y otros directivos en Olivos, a las diez de la noche, y cuando estábamos hablando yo encaré a Grondona y le pregunté: “Qué pasa si alguien le ofrece más plata que el gobierno. ¿Usted acepta?” Y él me contestó: “No, señora, yo voy a arreglar con usted. No dude de mi palabra”. Decidí confiar.


La estatización de las AFJP


–Otra medida definitoria fue recuperar los recursos de los trabajadores. Eso parecía imposible, y creo que si lo hicimos fue por el envión del 2008, cuando el mundo se vino abajo. Por eso yo lo valoro tanto a Amado Boudou. Porque fue él el que vino a traerme esa idea. Era un feriado. Me llama Massa, que era el jefe de Gabinete. Massa tiene una cosa... Cuando algo lo supera, cuando se pone nervioso, se ríe sin parar, pero casi histéricamente, pobre, no puede parar de reírse. Ese día me llamó muerto de risa, me decía que estaba con Amado, que Amado se había vuelto loco y que querían comentarme una idea. Bueno, le dije, vengan. Fuimos a la Jefatura de Gabinete. Sí, era feriado. Porque llegaron de sport. Llegan los dos. Amado me dice, mientras Massa se sigue riendo: “Presidenta, el mundo no va a volver a ser lo que fue. Tenemos que ir por las AFJP”. Le pregunté cómo sería. Y empezó a desplegar hojas y hojas, a explicarme. Massa, muerto de risa. Le dije a Amado: “Me gusta, pero llamemos a Kirchner a ver qué opina”. Y ahí mismo lo llamamos y le pedimos que fuera a la Jefatura. Estábamos sentados en mi escritorio. Néstor vino y se paró detrás, en el medio, y Amado volvió a desplegar las hojas y a explicar el proyecto. En ese momento el Estado estaba pagando el 60 por ciento para que las AFJP cumplieran con el pago de las jubilaciones mínimas. Nunca me voy a olvidar ese momento. Néstor escuchó todo en silencio, y cuando Amado terminó de hablar, no dijo nada. Primero le extendió la mano, y mientras se la estrechaba le dijo: “Estoy totalmente de acuerdo”. Para nosotros fue una noche muy importante. Néstor ya lo había pensado, incluso creo que llegó a analizar la recuperación de los fondos previsionales con Lavagna. Pero no se animó. En dos años hemos duplicado los fondos que ellos juntaron en doce. Era un negocio impresionante. Muchas de las cosas que hicimos ya las habían pensado otros, pero no se animaron. Pasó con la Asignación Universal, con la regulación de las prepagas, con Aerolíneas, con el Matrimonio Igualitario, con tantas cosas. Con cada una nos fueron diciendo oportunistas. Pero son nuestras ideas de siempre. Dijeron que éramos oportunistas con el matrimonio igualitario, por ejemplo, y ahora por suerte apareció esa vieja nota que le hizo Juan Castro a Néstor cuando era gobernador, y él se pronuncia a favor de la adopción de chicos por parte de parejas homosexuales. En todo caso, lo que aprovechamos es la oportunidad del poder, la usamos. Lo dijo él en su discurso inaugural, pero yo lo escribí y lo sentí siempre. Uno no llega hasta acá para dejar las convicciones en la puerta.

La muerte de Néstor

–El murió conmigo acá, en la cama –dice, sin que yo le haya preguntado nada al respecto, sin animarme a hacerlo–. El no murió en el hospital. Lo averigüé con el tiempo, atando cabos. Primero no entendí, por cómo se dieron las cosas, por los intentos que hicieron para reanimarlo. Pero después me puse a reconstruir todo, y lo llamé al médico para preguntarle. Y fue así, lo que pasaba era que el médico que estaba acá no se animaba a decírmelo. También fue porque nadie podía aceptar que estaba muerto. Yo no podía. Todo lo que hicimos esa mañana fue desesperado –dice, repiqueteando las uñas largas y nacaradas en el brazo de madera del sillón, después de haber apurado la palabra “muerte”. Pero con una levísima negación de cabeza, el repiqueteo de las uñas, se da coraje, y sigue, ya repuesta.

–Me queda el consuelo de que haya sido acá. No hubiera soportado que muriera en Olivos. El odiaba Olivos. No veía la hora de volver acá. Amaba este lugar. Esto se lo di yo. Lo descubrí y se lo di. Lo hice yo y contra su voluntad. Fueron años de peleas. Me decía: “Dejate de gastar ahí” –se ríe–. Pero después le transmití el amor por este lugar, y no había nada que añorara más que estar acá y dormirse su siestita en el sillón antes de ver el partido.

Y después Cristina, cuando yo creía que, ya rearmada y con la angustia un poco disipada, se iría alejando del tema, se sumergió sola y directamente en la noche del 26 de octubre. Esa noche se pelearon y se rieron como siempre, como en sus mejores noches, y hasta se besaron delante de sus sobrinos, algo que, aunque no lo dice, ella asocia con lo premonitorio.

–Ese último fin de semana fue especialmente cálido, tranquilo. Nosotros no éramos de hacernos demostraciones de afecto en público, delante de la gente. Fijate que yo no me di cuenta. Patricio, el marido de mi sobrina Natalia, fue el que me lo dijo. “Vos lo besaste”, me dijo, y me acordé. Habíamos cenado con ellos dos, con Patricio y Natalia. Salió publicado que habíamos cenado con Lázaro Báez. Nunca en mi vida cené con Lázaro. Esa noche yo estaba escribiendo un tweet para el día siguiente, que era el del Censo. A Néstor le reventaba el Twitter. Me decía: “¿Otra vez con esa boludez?”. Y yo le contestaba: “Dejame de hinchar, si a mí me distrae. ¿Yo te digo algo de tus partidos de fútbol?”. Pero me ganó por cansancio y dejé el tweet para el día siguiente. Y ahí quedó. Esa noche vinieron mis sobrinos y habíamos mirado 6, 7, 8, estábamos allá, mirá –me dice y se para y camina unos pasos. Me acerco. Me señala en el otro extremo del living enorme un sillón de tres cuerpos, mullido, color habano–. Néstor estaba sentado en esa punta y yo en esta otra. Enfrente del sillón está el televisor. El hacía zapping. Y de pronto dejó un canal en el que estaba el gordo D’Elía. Le preguntaban quién le gustaba más como candidato, si Néstor o yo, y el gordo decía que no podía elegir, pero le insistían, y dijo: “Bueno, le voy a dar una respuesta de Néstor: él decía ‘en la facultad yo era un cuatro y Cristina era un diez’”. Nos reíamos los cuatro y Néstor dijo entre dientes: “Gordo traidor”. Me causó tanta gracia, tanta ternura... que me estiré hasta la punta donde estaba él, y le di un beso en la boca. Fue el último beso que le di. Después nos acostamos y pasó lo que pasó.

El legado




–Néstor tenía sentido de trascendencia –dice Cristina–. Eso es lo que a mí me encantaba de él. Porque lo tenía, militaba. Porque lo tenía, siempre se tomó las cosas con esa pasión, sólo porque tenía ese sentido de trascendencia podía creer que veinte personas eran cinco mil. Y eso es lo que logró transmitir. Yo creo que los jóvenes que se han acercado a la militancia lo hacen porque hoy hay algo que trasciende a lo personal, a lo individual. Néstor estaría muy orgulloso de haber dejado como legado la noción trascendente de la política.



Imagen: DyN.


Fuente :

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EL FLACO” - JOSE PABLO FEINMANN




"(...) un gobierno que me gustaba. Que sigo apoyando. Sobre todo porque tiene a su frente ( sépanlo es lo que pienso) al Presidente de la República más brillante, máslucido, más veloz y de mejor formación política que tuvo este país, acostumbrado a lucirse con José María Guido, el bueno de Illia ( pero sólo eso y acaso no siempre tan bueno:¿quién autorizó a Zavala Ortiz a frenar a Perón en el aeropuerto del Galeao en 1964?¿por qué no se negó a ser candidato y exigió una verdadera democracia con el peronismo incluido?,¿por qué siguió la farsa antidemocrática y excluyente, gorila, de los militares setembristas, de los masacradores del 9 de junio de 1955, de los asesinos de José León Suarez, de los fusiladores del General Valle, de los desaparecedores del cadáver de Eva Perón?,¿y si, al menos, se animaba a decir: yo asumo, les pongo a ustedes la careta democrática pero devuelvan el cadáver de Eva Perón, ni eso, Illia, ni eso?), con Onganía, con el tercer Perón, con sus herederos: Isabelita y Lopecito, y luego los carniceros Videla, Viola, Galtieri, y el gran traidor, Carlos Saúl, el farandulesco, un Presidente que es una Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, una mujer de excepcional formación política, inteligente y, para colmo y desdicha de muchos miserables que quisieran verla tan horrible como una bruja "montonera", es bonita y femenina.


Frente a ella, una galería de tontos y de impresentables. Todos fascistas. El Tea Party argentino".(... )
¿ Que creen que piensan hacer los republicanos ( el siniestro Tea Party) si ganan las elecciones?¿Que creen que pasaría si gana Duhalde, si gana la Pando, nuestra Sarah Palin? Ante todo, libertad al comisario Patti como símbolo de la tortura, declarada ahora inocente. Consagrada como válida. Y puesta en manos de los expertos. Patti. Por eso, en esta coyuntura hay una sola jugada estratégica: impedir el regreso de Patti. Que será posible si gana Duhalde, Macri, si triunfa con periodismo-odio Mortales Solá, amigo del General Vilas, amigo de Buissi, si los extraviados de la centro izquierda solanista y de la eterna izquierda del huevón de Altamoria, que nunca encontró si encontrará el tarro donde mear correctamente. O sea, adentro. Si seguís meando afuera Altamoria nos vas a mear a nosotros y eso, esta vez, porque se juega la democracia o la sucursal argentina de los nazis del Midwest, de la derecha fascista republicana, de los red necks, no va a tener perdón.


Aunque la tarea del castigo que merecerás por grave pelotudez política te lo van aplicar ellos. ¿ O crees que quieren a los zurdos, a los troscos? No, ni aunque les sean funcionales. En el 2011 hay una sola tarea política inteligente: frenar a Sarah Palin en la Argentina. Impedir que pongan tropas de élite enla Triple Frontera. Fortificar a muerte la Unidad Latinoamericana. Lo demás derrota. Y cara Y ni siquiera tendremos ese viejo y tonto consuelo de vender cara nuestra derrota. Porque como le decía mendiata a don Inodoro: - Don Inodoro: ¡Venderemos cara nujestra derrota! -Mendieta: Pero, Don Inodoro, ¡quien va a querer comprar una derrota¡ y encima cara".








José Pablo Feinmann
El Flaco
Diálogos irreverentes con Néstor Kirchner.
Editorial Planeta - Abril de 2011




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1913 - Caracas: ALGO INSÒLITO...

































 

 

 

 

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“La Idea” de Cruz del Eje, para no olvidar…



Septiembre 26, 2010
Hoy mientras almorzábamos en familia y como se está haciendo costumbre los domingos disfrutamos de Misión Córdoba, el envío televisivo que se emite por canal 8 y que cumple 10 años.
En ese recuerdo de aniversario, repusieron la nota a Don Temistocles Pedernera, dueño de la imprenta fundada en 1908 por su padre Don Nicolás y ubicada en la calle San Martín 844, desde donde se imprimían los boletines del cine y el periódico quincenario “La Idea” fundado en 1922 en Cruz del Eje y que llegó a tener una tirada de 6000 ejemplares.

Emotiva por cierto, me hizo reflexionar otra vez del poco apego que tenemos los habitantes de esta provincia por “lo nuestro”, por eso que tanto nos dió y que tan fácil descartamos y olvidamos. El progreso y su avance no pueden detenerse, pero se deben conservar aquellos hitos que marcaron nuestro pasado y fundamentaron nuestro presente.
Al menos para mi, ver en los ojos de mi hijo su mirada de ciencia ficción ante tanto trabajo manual para poder sacar un diario valió la pena, el detenernos a mirar, escuchar y sobre todo a imaginar como habrá sido la vorágine diaria de hacer para que otros pudieran leer.

El poder observar como se hacía un diario casi a mano, letra por letra en un componedor para poder publicar una nota me hizo sentir un poco mal al pensar de que me quejo cada vez que tengo que typear en mi WordPress algún que otro post un poco largo…
Héroes en el olvido, hicieron que la noticia viajara envuelta en tinta y papel durante años, haciendo un trabajo titánico y desde Cruz del Eje, allá en el Noroeste de la Provincia en donde seguramente todo costaba y aún hoy cuesta el doble.


Vaya desde estas pocas líneas mi respeto y admiración por aquellos que trabajaban de verdad en pos de la libertad de expresión, lejos de las disputas por papel prensa o una ley de medios, sus problemas eran un poco más sencillos como por ejemplo, pensar como sacar la próxima tirada sin un peso o tener que reducir la tirada ante tanta crisis económica acumulada en la historia de este país.
Ver para creer dicen por ahí, yo diría que no olvidar nos ayudará siempre a poder creer en lo que podemos ver aunque el paso del tiempo intente sostenidamente borrar nuestros rastros “étnicos”.-




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Un proyecto presentado en la Cámara de Diputados de la Nación firmado por Arturo M. Heredia. – Araceli E. Méndez de Ferreyra. – Eduardo L. Accastello. decía:
Proyecto de resolución
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Declarar de interés de esta Honorable Cámara al periódico “La Idea” de la ciudad de Cruz del Eje, provincia de Córdoba, por su histórico y permanente aporte periodístico a la comunicación y el desarrollo de su ciudad de origen.
Arturo M. Heredia. – Araceli E. Méndez de Ferreyra. – Eduardo L. Accastello.
FUNDAMENTOS

Señor presidente:
El periódico “La Idea” nace el 9 de julio de 1923, bajo la dirección de su fundador, don Nicolás Pedernera, en Cruz del Eje, una incipiente villa que entonces recién comenzaba a expandirse y desarrollarse.
Nicolás Pedernera era un obrero gráfico que llegaba de la ciudad de Córdoba, donde había nacido el 10 de septiembre de 1878. Arriba a la primera estación de Toco-Toco, hasta donde llegaba la línea ferroviaria proveniente de Córdoba. Joven, tan sólo contaba con 30 años, junto a su esposa, doña Lucía Ludueña, instalan una imprenta y librería en la calle San Martín, convirtiéndose en un foco de atención en la creciente villa. Corría el año 1908.
Su vocación periodística se manifiesta en la década de 1910 al fundar el periódico: “La Piqueta”, de carácter doctrinario. Le siguen “Tribuna de Cruz del Eje” y “Tribuna” (1915/1921), luego editó una revista ilustrada “Lugareña”, que duraría hasta 1923.
El 9 de julio de ese mismo año, “La Idea” abre sus páginas a las inquietudes y necesidades de un pueblo en permanente crecimiento. Este pensamiento guió sus pasos en el periodismo lugareño. Vocero de toda iniciativa de bien general, acompañó al pueblo de Cruz del Eje en la concreción de obras fundamentales para su progreso.
En el año 1940 asume la conducción del periódico su hijo, don Temístocles Pedernera, quien continua el derrotero señalado por su fundador.
El 9 de julio de 2006, “La Idea” cumplirá 83 años de vida.
Han sido años de dura lucha por ideales de bien común, de defensa de la democracia y de afianzamiento de las instituciones.
En su proyección en la comunidad, ayer villa, hoy ciudad, impulsó obras como la escuela normal, hospital Aurelio Crespo, dique Cruz del Eje, defensa de los talleres ferroviarios, el deporte en sus diversas manifestaciones, los clubes sociales, expresión de su sociedad. El departamento receptó las inquietudes y necesidades de cada pueblo, reflejando el progreso de los mismos. Fue un vocero permanente de un Cruz del Eje en expansión.
Don Temístocles Pedernera falleció el 12 de enero de 2004, a los 94 años de edad. Desde ese momento, y cumpliendo su expreso pedido de que “no abandonemos el periódico”, se hace cargo un viejo empleado, Carlos Ubelino Castro, quien lleva 47 años trabajando y haciendo “La Idea”.
Cumpliendo con el postrer deseo de quien fuera su director, de no dejar a Cruz del Eje sin estas hojas, el periódico “La Idea” sigue en la brecha, en una tarea a veces harto dificultosa, por cuanto la tecnología no ha llegado aún (siguen levantando letra por letra e imprimiendo en una máquina que tiene más de sesenta años) y su economía es sumamente magra ya que depende, a las claras, de un trabajo puramente artesanal.
El sistema de armado también es manual.*
Esto conlleva en sí mismo un valor histórico y artesanal invalorable teniendo en cuenta que en los tiempos que corren, estos sistemas están prácticamente en desuso en toda la industria gráfica y sobre todo en la que respecta a los periódicos.
La edición del periódico es quincenal y el armado lleva de 10 a 12 días, teniendo en cuenta que se hace a mano como se explicó en los párrafos anteriores.
La editorial del periódico se encuentra ubicada en la calle San Martín 844, en el mismo edificio en donde nació, allá en 1923.*
No obstante las dificultades, el periódico “La Idea”, continúa adelante, y el día 9 de julio de 2006 cumplirá 83 años de existencia, luchando por la premisa que fuera motivo de su nacimiento: “Bregar por y para un Cruz del Eje cada vez mejor”.

Por todos los motivos antedichos, solicito el acompañamiento de mis pares a la presente iniciativa.
Arturo M. Heredia. – Araceli E. Méndez de Ferreyra. – Eduardo L. Accastello.-



Fuentes: http://www.youtube.com/watch?v=AbAF0-trHukhttp://www3.hcdn.gov.ar/folio-cgi-bin/om_isapi.dll?clientID=455482975&advquery=3266-D-06&infobase=tp.nfo&record={BD68}&softpage=Document4






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Quilapayùn: " A la mina no voy  ..."



El blanco vive en su casa
de madera con balcón.
El negro en rancho de paja
en un solo paredón.

Y aunque mi amo me mate
a la mina no voy
yo no quiero morirme
en un socavón.

Don Pedro es tu amo
él te compró
se compran las cosas
a los hombres no.

En la mina brilla el oro
al fondo del socavón
el blanco se lleva todo
y al negro deja el dolor.

Cuándo vuelvo de la mina
cansado del carretón
encuentro a mi negra triste
abandonada de Dios
y a mis negritos con hambre
¿por qué esto, pregunto yo?










 
































































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"A LA MOLINA NO VOY MAS..."
(Folklore peruano)

Victor Jara (Chile)


Yuca de San Borja
samorengue sa
para ir a saña
hay que rico esta
Yuca de San Borja
samorengue sa
para ir a saña
hay que rico esta

A la molina no voy mas
porque echan azote sin cesar.
A la molina no voy mas
porque echan azote sin cesar.

La comai’ Tomaza
y el compai’ Pascual
tuvieron treinta hijos
jesu’ que barbaridad,
que fueron esclavos
sin su voluntad,
por temor que’l amo
los fuera a azota’.

A la molina no voy mas
porque echan azote sin cesar.
A la molina no voy mas
porque echan azote sin cesar.

Anda burritito anda
es demonio de borrico
que no quiere caminar
por culpa de’ste borrico
el patron me va a azota’

Y sufrieron tanto
los pobres negritos
porque al poco comen
y al mucho trabajar
hasta que del cielo
vino pa’ toitos
don Ramon Castilla
santa libertad.

A la molina no voy mas
porque echan azote sin cesar.
A la molina no voy mas
porque echan azote sin cesar.-











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Córdoba, arriba en Recursos Humanos pero con un Poder Judicial ineficiente  
   

El Factor Personas la ubica quinta entre 24 provincias, igual que en 2009. Avanzó en Recursos Naturales e Innovación. Por el contrario, el Factor Gobierno la ubica 19 y en caída. Influyó mucho el indicador de Delitos (objetivo) y Eficiencia del Poder Judicial, según la encuesta entre 90 empresarios locales.

La provincia de Córdoba se ubicó octava entre 24 jurisdicciones y de esta manera escaló dos lugares en el ranking de competitividad 2010 elaborado por el Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Bolsa de Comercio de Córdoba.
Córdoba consolidó fortalezas (Recusos Humanos, Naturales e Innovación y Ciencia y Tecnología), aunque retrocedió, por caso, en el Factor Gobierno desde el puesto 16 al 19.
En ese marco, la encuesta realizada entre 90 empresarios locales (fueron 1.200 en todo el país) situó a la provincia en el puesto 17 respecto a la Eficiencia del Poder Judicial.
El indicador general que fue difundido ayer y por tercer año, mostró sin embargo un puntaje prácticamente similar al obtenido en 2008 (encuesta difundida en 2009) para la provincia que, no obstante, trepó en el listado por defección de Buenos Aires y Neuquén.
Específicamente, Córdoba logró una calificación de 3,000, frente a 2,937 que había logrado el año pasado.
En ese marco, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) siguió liderando el ranking, con 4,660 puntos, muy por encima de Santa Cruz, con 3,822, y Tierra del Fuego. Luego, en un segundo lote (desempeño medio-alto) se ubicaron Chubut, La Pampa, Santa Fe (3,200), San Luis, Córdoba y Buenos Aires.
Más atrás (desempeño medio) se ubicaron Neuquén, Río Negro, Entre Ríos, Mendoza, San Juan y Misiones.
Como desempeño medio-bajo fueron situadas La Rioja, Tucumán, Corrientes, Salta, Catamarca y Jujuy, esta última ya por debajo de los 2 puntos.
Finalmente, Formosa, Santiago del Estero y Chaco fueron las de peor desempeño, la última con 1,683 puntos.
Entre las conclusiones del informe presentado ayer por el titular del IIE, Guillermo Acosta, se destaca que en general tanto CABA como Chaco incrementaron su puntaje respecto a la medición 2008 y la brecha entre ambas se redujo, por lo que queda expuesta una menor desigualdad en términos de competitividad entre las jurisdicciones.
Córdoba, con altas y bajas
En el caso de Córdoba, el informe la ubica en el puesto octavo. Por Factores, la provincia consolida su posición en el Factor Personas, en el que mantiene el quinto puesto de 2008. También quinta, aunque dos puestos por encima del año anterior, se ubica en el Factor Recursos Naturales y Medio Ambiente.
En Innovación, Ciencia y Tecnología escala a la sexta posición desde la séptima de 2008 y la novena de 2007.
“Creemos que (esos Factores) son los que definen la estrategia de Córdoba: utilizar la calificación de sus recursos humanos para desarrollar innovaciones que permitan agregar valor al gran stock de recursos agrícolas, básicamente”, explicó Acosta a Comercio y Justicia.
Pero así como mejoró o consolidó posiciones respecto a esos Factores, hubo otros en los que sigue en el fondo del ranking e incluso por debajo de la anterior medición. En el caso del Factor Gobierno, Córdoba se situó 19, tres peldaños más abajo que en la medición anterior.
Ese factor tiene varios ponderadores: stock de deuda cada mil habitantes, tasa de efectividad (respecto a la recaudación), gasto público económico y social como porcentaje del gasto total, presión fiscal (sobre el PGB) y delitos por cada mil habitantes, ya en el plano de la seguridad.
Pero a esos datos cuantitativos y objetivos se suman aspectos cualitativos que surgen de la encuesta, que en este caso fue efectuada por la consultora MKT para el IIE.
En ese marco, se consultó sobre Calidad de los servicios prestados por el Gobierno, Apoyo del Gobierno a las actividades productivas, Calidad del Gobierno y Eficiencia del Poder Judicial. En ese último aspecto, la opinión de los encuestados ubicó a Córdoba en el puesto 17 sobre 24 provincias, en línea con la Ciudad de Buenos Aires.
En la encuesta sobre Factor Gobierno, Córdoba obtuvo un puntaje final de 0,464 sobre un punto posible.
En ese ranking, La Pampa está a la cabeza seguida por San Luis, Chubut y Buenos Aires. Santa Fe, en tanto, se ubica en el puesto octavo.
El índice permite también detectar cuáles son aquellas variables o factores en los que hay que intervenir de manera urgente. En este caso, para Córdoba se destaca, dentro de lo que es el Factor Gobierno, la Seguridad Pública (delitos por cada mil habitantes, eficiencia del Poder Judicial). Éste no es un tema sólo de Córdoba.
Es un problema de las provincias grandes pero para Córdoba indica una senda por donde trabajar para empezar a paliar estos flagelos que están atacando la competitividad de la provincia”, completó Acosta.

Fuente :  www.comercioyjusticiainfo.com.ar




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EJERCIOS INTERTEXTUALES
Selección del libro “La Segunda Vendimia
de Juan Coletti, Alción Editora, 2010.

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Hermana mía,
eres huerto cerrado,
fuente sellada,
 hay miel y leche
debajo de tu lengua.

*

Eres hermosa
 como el nogal del valle,
como las vides.
Tu boca es roja
como flor del granado.

Cantar de los Cantares de Salomón

***

Hemos salido
 donde la Luz es hija
de sí misma.
Su signo es movimiento
y también es reposo.


*


Yo soy la luz
 que está sobre todos.
Yo soy el Todo.
Levanta una piedra
y allí me encontrarás.

                                            El Evangelio Oculto de Tomás


***

En lento errar
 por grises galerías
 suelo sentir
 el sagrado horror
de ser otro: el muerto.

*

Me he preguntado,
casi como un consuelo,
si en el pasado
 habré sido feliz
siquiera por un día.

                             Jorge Luis Borges



***

En Machu Pichu,
alta ciudad de piedras,
 del aire al aire
se mecía en el viento
la cuna del relámpago.

*

Cerca del mar
 hallé una flor azul
 que centelleaba
 como si el mar viviera
 En una sola gota.


                          Pablo Neruda

***


Cielo del campo
con su cesta de joyas.
 Brazos verdes
 con pulseras de pájaros
 del árbol de palabras.

*

Tibia mujer
 de somnolientos ríos,
eres mi pan, mi sal,
 almohada de mi sangre,
mi paloma de tierra.

                                                 Octavio Paz

***

Mi soledad
es todo cuanto tengo.
Cuando te nombro
crece como una llaga
abierta en las tinieblas.

*

Es tu amor
que se enciende de pronto
 como una lámpara
 desgarrando presagios
 en medio de la noche.

                                   Olga Orozco

***


Frente a mis ojos
un cuadro de Van Gogh.
Sangre y color,
la locura y el vértigo
de otra luz en el tiempo.

*

Yo ignoraba
 que el relámpago muere,
que es efímera
 la trémula delicia
de otro cuerpo en mi cuerpo.



                         Antonio Requeni





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miércoles 25 de marzo de 2009
La pintura, la seducción y la muerte perspectivas mezcladas en la obra de Federico Andahazi.

Por Daniel  Fernando  Martinez



El mundo es un lienzo, la pintura es la única forma de entenderlo.
Daniel.

Como Primera medida para los que no conocen a este autor he aquí una corta reseña: Federico Andahazi nació el 6 de junio de 1963. Estudio en la universidad de buenos aires y se desempeño como psicoanalista. En 1977, tras haber sido premiado en varios certámenes de cuentos, público la novela el Anatomista, que recibió el premio de la fundación Fortabat en 1996 y se transformo en un absoluto éxito de ventas. Ha sido contratada ara el cine por Flach Film (Francia) y traducida a mas de treinta idiomas en mas de cuarenta países. El mismo éxito tuvo las piadosas, en 1998 año que también publico el árbol de las tentaciones y en 2000 el príncipe; lo anterior fue un esbozo corto de la vida y las publicaciones de este autor, lo central para este trabajo es la obra” EL SECRETO DE LOS FLAMENCOS” publicada en el 2002 por la editorial Planeta, esta obra es un thriller histórico que gira en torno al concepto de la verdad, en tanto construcción dogmatica, pero con un trasfondo de acción y misterio,[1] configurando así una cadena de pistas verdaderas y falsas con el fin de resolver el enigma diseminados a lo largo de la historia.
Antes de iniciar el análisis se elabora esbozo total de la obra enmarcada desde la temática del detalle y fragmento del autor Omar Calabrese con el objetivo de penetrar sobre el sentido de la obra. Para emprender, el autor en esta novela, aborda la época del Renacimiento y trenza la historia tomando la lucha de dos escuelas: Los Flamencos, conocedores del secreto alquímico de los pigmentos (su principal maestro es Greg Van Mander); y Los Florentinos, conocedores del secreto matemático de la perspectiva, representado por el maestro Francesco Monterga, quien sufrirá la pérdida de su más preciado discípulo, Pietro de la Chiesa, asesinado brutalmente. (Cabe resaltar que al momento de la lectura se hace evidente la complejidad a la hora de pronunciar los nombres).

El motivo de esta muerte será el punto de inicio de la historia, que gira en torno a la búsqueda del concepto de la verdad que esconde todo arte ya que cada cual esta en la exploración de la perfección y la gloria perpetua, en este caso, la pintura busca esa meta. Es así como se propone una visión de los fundamentos del arte donde se pone en evidencia el juego del detalle y el fragmento (que se tomara más adelante con los presupuestos de Omar Calabrese en el debido análisis). Las explicaciones o definiciones entorno al arte y sus constructos pueden ser atribuidas como hipótesis o meros acercamientos a la verdad diseñando unas características enmarcadas desde lo policiaco ya que encadena criterios verídicos y falsos, este se puede percibir como un discurso añadido dentro de la historia. Por otro lado se puede decir que los personajes son envueltos en un don de creadores, también son determinados como seres que sucumben a las pasiones humanas. La envidia, el amor, el desenfreno y la lujuria, generando un constructo global de caracterizaciones un ejemplo evidente seria en esta cita:
La mano de Fátima parecía ejercer un curioso efecto magnético: sin que existiera contacto, cuando el extremo de los dedos se movía siguiendo la forma del voluminoso animal en cautiverio, éste parecía agitarse, como un pez boqueando, de acuerdo al vaivén de la mano. Los muslos y las pantorrillas de Fátima se tensaban conforme mecía sus caderas y recorría con su entrepierna el contorno de la rodilla de Greg.”[2] (Esto es con el fin de incentivar la lectura)…
Estas caracterizaciones son solo unas pistas para revelar el misterio de la muerte del joven artista, dando lugar al despliegue completo del resto de los personajes que cumplirán su rol relativo al desarrollo de la trama.
En otra perspectiva se dividen dos espacios (diferentes uno del otro: el de los Flamencos y el de los Florentinos -mas adelante se elaborar una corta reseña de estas dos escuelas-), la historia comenzará a enlazar lugares y a sus habitantes, no con la noticia del asesinato de Pietro, sino con la misteriosa presencia de Fátima, hermosa mujer, cuyo esposo, Gilberto Guimaraes, comerciante rico oriundo de Portugal, buscará inmortalizar la belleza de su mujer empleando la mejor técnica, propiciada por cada una de las escuelas. Sólo una será quien logre semejante labor. Y es que con el apropiado uso de la descripción como elemento determinante, se logra ese efecto que envuelve a cada personaje (en este caso la hermosura de Fátima o mas adelante la inteligencia de Huber), y a cada paisaje. Las situaciones de desventura en la que estará envuelto cada uno de estos personajes, será el efecto para mostrar aquellas pasiones que los encasillará aún más en la desdicha la cual es mal librada por la búsqueda de un objetivo inalcanzable por eso ninguno sale victorioso. A cada uno se le asigna una pérdida: Los valores, la vida, el sentido, el amor, la sexualidad y hasta la identidad.
El autor sabe hacer uso del elemento del suspenso, apropiándose de las situaciones, dirigiéndolas por caminos escabrosos donde el narrador sale siempre victorioso. Otro elemento es el debido uso del deterioro humano, que produce en cada personaje una deshumanización al punto de una desacralización valorativa del sentido humano.
Se ha mencionado ya la inclusión de hipótesis y estudios que tratan de ofrecer el concepto de lo real que concierne al arte como discurso dentro de la historia. De esta manera, Andahazi sustenta estos discursos mencionándolos dentro del texto como función de verosimilitud dentro de la ficción. Este elemento resulta preponderante para darle un estilo historicista al la novela. Es así como se incluyen ciertos títulos que, dentro de la historia ficcionalizada, ayudaran a Francesco Monterga a fundamentar la solución al enigma del tratado que le legó su maestro Cósimo de Verona: Diversarum Artium Schedula (Tratado del Monje Eraclius), y que sólo su falso discípulo, Huber Van der Hans, logrará descifrar. Se mencionan también los fragmentos de los libros de la orden de San Agustín, cuyo anexo es titulado con el nombre de Coloribus et Artibus, con subtítulo Secretus coloris in status purus. Este término (Color en estado puro) será la gran revelación que se apodere de la historia y del misterio de todos.
Las deducciones filosóficas que provienen del narrador serán tomadas de las lecturas de Aristóteles, como se menciona en el discurso que da explicación al enigma revelado en el momento cúspide de la historia. Las definiciones que obedecen a los términos de color y diafanidad, son tomados de los pasajes de De Anima, De sensu et sensibili y De Coloribus; De modo que si existiera el color en estado puro, quizá la pintura dejaría de ser una deficiente reproducción o en el debido caso una replica del mundo y alcanzaría a convertirse en un arte verdaderamente sublime. ¿Pero acaso podían fundirse en un lienzo la mundana materia del universo sensible con la inasible idea del color en estado puro? La respuesta de aquella pregunta condujo a Francesco Monterga a la metódica lectura de Aristóteles.
“Leía y releía los pasajes de De Anima, De Sensu et Sensibili y De Coloribus, y todas las reflexiones parecían coincidir en una misma definición: «La esencia del color está en la propiedad de los cuerpos de mover al diáfano en acto», es decir, el diáfano, forma que empleaba Aristóteles para denominar al éter lumínico, en sí mismo invisible, se manifiesta sobre los cuerpos, y son las propiedades particulares de cada cuerpo las que determinan uno u otro color, según se deduce del capítulo VII de De Anima. En Sensu et Sensibili, Aristóteles agregaba otra definición: «El color es la extremidad de lo perspicuo en el límite del cuerpo»; esto es, el color representa la frontera exacta entre el éter lumínico («lo perspicuo») y la material”.[3]
Con base en lo anterior vemos como, El secreto de los Flamencos es una elaboración narrativa en la cual no se deja ningún cabo suelto; sin embargo, este intento de explicación total dé como consecuencia que el final de la historia se acelere, dejando una sensación de vacío que bien podría haber sido cubierto por el detallismo al que nos había acostumbrado su descripción hasta entonces; arma de doble filo producida sólo en el final abierto del que hace uso.
Es indispensable resaltar el trabajar tipos de novelas con corte histórico-ficcional ya que generan otros espacios de análisis, reflexión y crítica; para lograr establecer un constructo verídico coherente y conciso a nivel conceptual y teórico abriendo camino a otros espacios de análisis diferentes a la socio-critica o el estructuralismo. Por esta razón se toma la novela el secreto de los flamencos del autor Argentino Federico Andahazi, para edificar un análisis con base en los constructos teóricos de Omar Calabrese inscritos en el estudio dicotómico de las categorías del detalle y el fragmento con el fin de crear unas apreciaciones sobre los rasgos escriturales del autor.
Para comenzar es efectivo indicar que muchos de los escritores actuales se remiten al detalle y al fragmento como forma de incursionar en la literatura, ya que estos usan estos recursos como formas de argumentar su discurso por ello se remiten a múltiples textos de donde sacan apartados para así elaborar sus historias de maneras convincentes. Es por esto que “en efecto, desde el punto de vista critico, el análisis de las obras a través del uso del detalle o del fragmento es no solamente común, sino también materialmente evidente (piensen en cuantos detalles nos muestran la historia del arte o en cuantos fragmentos utiliza la arqueología). Desde su punto de vista creativo, nuevamente y muy a menudo, los artistas contemporáneos proceden por fabricación de obras-detalle o de obras-fragmento”. [4] Es por eso que se puede tomar el detalle y el fragmento desde dos vertientes, la primera desde el análisis de la obra como tal y la segunda desde la propuesta escritora que maneje el escritor. En síntesis el detalle y el fragmento se pueden manejar desde la lectura como forma de interpretación y la escritura como forma de producción intertextual. Teniendo en cuenta los anteriores presupuestos se ejemplifica con esto:
“nadie los había concebido, vio la catedral de Notre Dame repetida, idéntica y distinta según la orientación del sol, vio acantilados precipitándose al mar y bosques sajones solitarios y tenebrosos, vio mujeres alegres, desnudas, desoladas en burdeles de un futuro lejano y sórdido, vio un paisaje diurno en plena noche y una calle nocturna bajo un cielo de mediodía, vio todas las pinturas desde aquellas que se escondían en las remotas cavernas de Francia cuando Francia no tenía nombre, las de Egipto y las de Grecia, las de su maestro y las de sus discípulos y las que él mismo había hecho. Y también vio las que todavía no se habían pintado. Vio la cúpula de una capilla y el índice de Dios dándole la vida al primer hombre, la sonrisa incierta de una mujer contra un fondo abismal y beatífico, las perspectivas más maravillosas hechas por hombre alguno, escaleras que subían y bajaban a una vez, infinitamente. Vio a Saturno devorando a su hijo y una hilera de hombres siendo ejecutados con armas inauditas, vio una navaja cercenando una oreja y un campo de girasoles como “[5]
Con Relación a la cita se toman dos criterios básicos el primero desde la escritura, ya que el autor juega con la intertextualidad desde la categorización de las obras de arte como fragmentos, enumerándolas y dándoles un significado y desde el análisis se puede decir que trabaja un manejo de la temporalidad (visiones del pasado y del futuro) inscrito en el detalle.
En esta parte se puede percibir que estas dos categorías comparten unos mismos criterios que pueden examinarse respecto a sus específicas relaciones con ciertas ideas de todo y de parte[6] ya que en la cita anterior se puede notar como todas las referencias se encadenan en un todo desde la idea total del texto, pero se desfragmentan con su significado y especificación construyendo de esta manera una reciprocidad.
Especificando un poco podemos tomar la etimología del detalle como esa forma de “cortar de” es perceptible y utilizable a partir del entorno para ello se debe tener en cuenta la operación de corte solo el entero y la sustancia de la operación permiten de hecho la caracterización del detalle[7] entonces en pocas palabras para detectar evidentemente el detalle primero hay que fijarse en el entorno.
Profundizando más podemos tomar la etimología del fragmento que se deriva del romper o mas específicamente “tomar de” retomando esté se debe categorizar como una forma definida sin el todo es decir ella misma plantea el significado sin remitirnos a la fuente o a la base de la información[8]; entonces esta parte del tratado de San Agustín habla por si sola dándole por así decirlo un significado coherente en la historia.
Teniendo en cuenta lo anterior podemos afirmar que desde la teoría de Omar Calabrese podemos interpretar desde la totalidad o desde las partes según el capitulo del detalle o el fragmento. Tomando otra perspectiva se puede decir que desde el ámbito de la historia del arte, por ejemplo, la iconología funciona de la misma manera partiendo desde un sistema; esta contempla una teoría d los niveles de significado: el análisis pre-iconográfico, el iconográfico y el iconológico. En el primero se reconocen en la obra los motivos ya que son figuras reconocibles; en el segundo, la combinación de los motivos conduce al reconocimiento de los temas, en el tercero se remontan al contenido simbólico y a la actitud producidos por este en un ambiente determinado[9]. Parece importante esta parte ya que en el trascurso de la novela existe un juego con el arte y más que todo con la identificación de características entorno a las obras y más específicamente a las creadas por los mismos protagonistas remitiéndonos evidentemente al detalle.
Es por esto que lo siguiente es una corta cita donde se remite la explicación de la obra el triunfo de la luz:
Existe en la capilla del Hospital de San Egidio, muy cerca de aquí, un pequeño retablo que se debe justamente a Cósimo da Verona. Es una talla tan extraña como hermosa que se conoce como El triunfo de la luz. Varias veces me detuve a verla; su contemplación siempre ha ejercido en mi espíritu un efecto tan inquietante como grato. Es una serie de cuatro imágenes en las cuales se destaca la luminosa presencia de El Niño y la Virgen sobre las otras tres, que son sombrías y tétricas representaciones del mal. O al menos es lo que parecía ser. Pues bien, la forma que se origina desprendiendo las letras de los números coincide, exactamente, con el diseño del retablo de Cósimo. Me he tomado la tarea de reproduciros aquí la talla de la capilla de San Egidio”[10]
Siguiendo con la linealidad del análisis, la obra de Andahazi es una totalidad en la media que convergen acontecimientos con trasfondo histórico remitiéndose a la intertextualidad y al manejo discursivo de la descripción, es por esto que según Calabrese la obra es considerada como un sistema dotado de un contenido más o menos oculto en el que cada porción finaliza en el significado global y produce sentido a más niveles, según el sistema de relaciones con el que éstas se integran con otras.[11] Entonces podemos decir que indirectamente la obra es una configuración en forma de semiosfera capas de ser identificada en múltiples sentidos, enmarcados desde el historicismo y como este crea un ambiente real de fondo conformando una interpretación en otros niveles.
Con base en lo anterior podemos tomar unas cortas reseñas sobre las dos escuelas de arte rivales como ejemplo de fragmento inmerso en la obra; como primera medida tomaremos la escuela de florentina donde La Pintura del Doecento, en Italia, estaba dominada por la maniera greca, una forma o estilo de pintura mural o mosaico caracterizada por la composición plana y por su temática y estética bizantina. A lo largo del siglo XIII, pintores italianos como Pietro Cavallini, Cimabue y oltros, al incluir en sus pinturas, elementos con acentos paleocristianos, retomaron una tradición que nunca se había perdido del todo y que estaba muy presente ya en los frescos i mosaicos de la iglesia de San Clemente al Laterano (hacia 1080), o en los mosaicos del ábside de Santa María in Trastevere (hacia 1145), ambas iglesias en Roma .
Giotto di Bondone y los pintores de la escuela florentina, durante los primeros años del Trecento, al superar la maniera greca lograron un avance decisivo en el desarrollo de un nuevo lenguaje pictórico. La ciudad de Florencia, junto con la ciudad de Roma habían sido los reductos más persistentes de la tradición clásica durante la etapa de la Pintura del Doecento, caracterizada por sus acentos bizantinos que dominaba el arte de la pintura en la Italia del Duocento. La Arquitectura gótica nunca llegó a echar raíces en Italia, donde los franciscanos y los dominicos impulsaron la forma de construir de las iglesias del Císter, caracterizadas por la nave como recinto o lugar principal de la iglesia, por el cambio en las proporciones a favor de la anchura o por la restitución de los muros que se impuso en las iglesias toscanas de Santa María la Novella (1278) de Florencia o de Santa María sopra Minerva de Roma y en las Iglesias Superior e Inferior de Asís, culminando en la iglesia de la Santa Croce (1294) de Florencia, donde el arquitecto Arnolfo di Cambio volvió al techo artesonado basilical, abandonando la bóveda gótica en una tendencia de la arquitectura que preludia el Renacimiento.[12]
En otra perspectiva dentro de la pintura flamenca existen varias escuelas: la italianista y la reaccionaria durante los siglos XV al XVI, y la naturalista o colorista de la Escuela de Amberes del siglo XVII.
Las dos primeras hacen referencia a la pintura de los Países Bajos que surgió dentro del Renacimiento Europeo. Estaban formadas por un conjunto de artistas relativamente aislados de la revolución del Renacimiento y algunos, como la escuela reaccionaria, contrarios a influencias italianizantes.
Aún conservaban rasgos del estilo gótico, técnicos, como el uso de la tabla en lugar del lienzo, y temáticos, sobre todo religiosos y espirituales. Sin embargo, su habilidad detallista e intereses les impulsaron a investigar y a descubrir de forma empírica la perspectiva, a perfeccionar la técnica del retrato al que dotaron de gran profundidad psicológica y a reivindicar el paisaje como tema pictórico.
Su concepción medieval del artista como artesano evitó que muchos de estos pintores fueran conocidos puesto que bastantes no firmaba sus obras hasta bien avanzado el siglo XVI. Tampoco se entregaron demasiado a la reflexión sobre su arte por lo que son escasas las biografías y los tratados sobre sus técnicas, aunque alguno nos ha llegado.
De la pintura flamenca se pueden observar obras maravillosas en España, ya que sus reyes fueron admiradores de su pintura. Destacan por su importancia los depósitos del Museo del Prado, como por ejemplo el retablo del Descendimiento de Van der Weyden.[13]
Entonces es evidente como un todo histórico se puede recrear en una estructura ficcional interesante importante, llamativa y sobre todo argumentativa ya que esta maneja el sentido de la configuración de un trasfondo y unos hechos par conformar una trama organizada desde el fragmento tanto de la historia como documentos a los que se remite el autor.
Teniendo un poco claro el historicismo visto desde la configuración participativa de las dos escuelas de arte, podemos en estos momentos configurar otro espacio de análisis conformado por los esquemas subyacentes en relación al detalle y al fragmento. Teniendo en cuenta esto podemos decir que existen otras configuraciones que complementan a las mencionadas anteriormente, las cuales son la singularidad y la regularidad cada una con su inversión (no regular, no singular) donde se elaboran cuatro requerimientos que son: individual, genérico, normal y lo genérico. Cada una determinada con su campo de acción.
El esquema es bastante válido para describir las operaciones analíticas conducidas mediante las estrategias del detalle y el fragmento. El detalle consiste en la operación de hacer pasar un fenómeno del área de la individualidad a la de la excepcionalidad. De hecho, la practica, del “detallante” consiste en poner “de relieve”, como hecho excepcional, una porción del fenómeno que parecía, de otra forma normal.[14]
En cambio completamente opuesto es el mecanismo que preside la estrategia del fragmento. El fragmento se da, en efecto, siempre inicialmente como singularidad, a causa quizá de usa misma geometría; pero de la singularidad del analista intenta volver a la normalidad del sistema de origen al que el fragmento pertenecía.[15]
Para comprender mejor las dos relaciones simétricas usaremos una cita donde se encuentra la intertextualidad con base en algunas obras, la conformación del uso de los aceites y la teoría aplicada a los factores de pintura:
Francesco Monterga sabía que se habían empleado aceites de lino y de espliego en las antiquísimas pinturas que decoraban los tesoros de los pueblos del Nilo. Plinio había afirmado en el capítulo XIV de su Historia Universal que «todas las resinas son solubles en aceites», previniendo que no era el caso del obtenido de la oliva. Aecio, en el siglo VI, escribió que el de nueces era un buen aceite secante, apto para fabricar barnices que protegieran los dorados y la pintura de encausto. En el manuscrito de Lucca del siglo VIII se hacía mención, también, a las lacas transparentes obtenidas del aceite de linaza y las resinas. En el Manual del Monte Athos se describía la misma técnica, aplicando el pesen o extracto de lino hervido y mezclado con resinas, hasta convertirse en barniz. Se recomendaba para el uso en veladuras, combinada con temples o ceras para los atuendos, los fondos y los accesorios.
El misterio de las vírgenes negras halladas en Oriente encontraba su explicación, justamente, en el uso de los aceites; innumerables exégesis se habían tejido en torno al descubrimiento de las efigies. Clérigos, teólogos, eruditos y místicos habían expuesto las hipótesis más esotéricas. Sin embargo, el misterio tenía su explicación en un problema mucho más terrenal, al cual solían confrontarse todos los pintores: la oxidación del aglutinante de los pigmentos. Las vírgenes negras eran imágenes bizantinas cuyas carnes habían sido pintadas al óleo, mientras que para la superficie de los ropajes se aplicaron otros procedimientos. De modo que el rostro y las manos se habían ennegrecido a causa del contacto con la luz y el aire, mientras que las partes pintadas al temple conservaban su color original.-

NOTAS:
[1] Para textos de la obra el secreto de los Flamencos
[2] Andahazi Federico. El secreto de los flamencos p.p 146
[3] Andahazi Federico. El secreto de los flamencos p.p 163
[4] Calabrese Omar, tendencia semiótico-hermenéutica. Neobarroco, detalle y fragmento.
[5] Andahazi Federico. El secreto de los flamencos p.p 252
[6] Notas de clase
[7] Calabrese Omar, tendencia semiótico-hermenéutica. Neobarroco, detalle y fragmento.
[8] Notas de clase
[9] Calabrese Omar lenguaje del arte.
[10] Andahazi Federico. El secreto de los flamencos p.p 230
[11] Calabrese Omar, tendencia semiótico-hermenéutica. Neobarroco, detalle y fragmento.
[12] De Wikipedia, la enciclopedia libre
[13] Ibim
[14] Calabrese Omar, tendencia semiótico-hermenéutica. Neobarroco, detalle y fragmento.
[15] Ibim.

Publicado por Jonathan Schneider en 23:58. Etiquetas: Novela




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 Razón y Revolución nº 17
DOSSIER:  EL ESCRITOR AUSENTE...
Nilda Redondo recorre la obra de Cortazar y, a partir de ella analiza los distintos momentos de su vida, sus dudas y su visión del rol de los intelectuales en los procesos revolucionarios.
Arte, literatura y política en Julio Cortázar
Nilda Susana Redondo*

“La cultura revolucionaria se me parece como una bandada de pájaros volando a cielo abierto; la bandada es siempre la misma, pero a cada instante su dibujo, el orden de sus componentes, el ritmo del vuelo van cambiando, la bandada asciende y desciende, traza sus curvas en el espacio, inventa de continuo un maravilloso dibujo, lo borra y empieza otro de nuevo, y es siempre la misma bandada y
en esa bandada están los mismos pájaros, y eso a su manera es la cultura de los pájaros, su júbilo de libertad en la creación, su fiesta continua(. . .)”
Julio Cortázar Discurso en la recepción de la Orden Rubén Darío. 1983

Julio Cortázar tuvo tempranamente una conciencia de la necesaria vinculación del arte con la realidad a propósito de su admiración por la obra del poeta francés Arthur Rimbaud. En un artículo de 1941, dice que el problema de este poeta no era poético “sino el de una ambiciosa realización humana, para la cual el Poema, la Obra, debían constituir las llaves” (1994: 18). Y afirma:“Se podrá decir que la poesía es una aventura hacia el infinito, pero sale del hombre y a él debe volver. Le es conferida a manera de una gracia que le permite franquear las dimensiones; más el triunfo no está en ‘rondar las cosas del otro lado’, como dijo Federico, sino en ser uno quien las ronda. La aventura de Rimbaud es un punto de partida para la desgarrada poesía de nuestro tiempo, que supera en la con­ciencia de sí misma a cualquier momento de la historia espiritual; ahora, siendo más modestos, somos a la vez más ambiciosos; ahora sabemos la grandeza y la miseria de esta Poesía, intuimos sus fuentes y buscamos sus napas. Somos, en ese sentido, los ‘voyants’ que él reclamaba. ¿Deja el hombre de correr por eso el riesgo de Ícaro? No lo creo. Hay en todo poeta una fatalidad que lo arrastra, una ‘manía’ Y si la ten­tativa en este orden está destinada a fracasar, si lo absoluto no puede serle dado, si elconocimiento poético, como el místico es inexpresable, su pasaje no será nunca vano (...)” (O. Cr. T 2,1994: 22)
Establece una diferencia con Mallarmé para quien “todo culmina en un libro”. De éste último se va a distanciar en la Carta que escribe a Roberto Fernández Retamar, en 1967, en la que “de la Argentina se alejó un escritor para quien la realidad (. . .) debía culminar en un libro; en París nació un hombre para quien los libros deberán culminar en la realidad” (O.Cr. T 3,1994: 36). Pero la realidad para Cortázar siempre fue algo que está más allá de lo aparente, de lo superficial y del orden burgués. Y además, en muchos casos, fuera de la conciencia. Es lo in­consciente lo que expresa el poeta con sus imágenes, sus metáforas, sus construcciones. Es un autor que se descentra de sí mismo permanente­mente y renuncia a defenderse, se siente a cada paso otro, se sale de sí mismo, dice en “Casilla del Camaleón” de La vuelta al día en ochenta mundos (1968:212).
El estallido de este yo produjo un revolucionario, o mejor, un inte­lectual atravesado en cada uno de sus poros, por el ansia de dignidad de los pueblos en su lucha de liberación. Dio también a alguien que asumió claro compromiso de denuncia de la sistemática violación de los derechos humanos realizada por las dictaduras genocidas en Argentina y otros países de América Latina.
Por su particular concepción de la realidad y de la creación artística es que desarrolló ampliamente el “sentimiento de lo fantástico”, para forzar “la costra apariencial” y vivir “para esperar lo inesperado” (1968: 44). Siempre creyó que la división entre la física y la metafísica era más bien escolástica, que la realidad era “flexible y porosa”, móvil, relativa (1968: 63) y que en determinado momento se unen tiempos, estados y materias inconciliables, como “la respiración de la esponja en la que continuamente entran y salen peces de recuerdo, alianzas fulminantes” (1968: 7).
Esta concepción no positivista de lo fantástico, ligada a una tradición surrealista y alejada de las construcciones aritméticas borgianas, es la que le va a permitir recibir la nueva realidad creada por los procesos revolucionarios: la revolución argelina, la cubana, el mayo de 1968 en Francia, el Chile del socialista Salvador Allende, la Argentina insurrec­tada de los ´60 y ´70. En su concepción parece central la idea del tiempo –esponja que es semejante a la del tiempo-ahora y de la chance revolu­cionaria, de Walter Benjamin, y que rompe con la serialidad historicista del progreso.

El tiempo ahora

“(. . .) La puerta está bajo tus párpados, no es historia ni profecía. Pero hay que llegar a verla, y para verla propongo soñar puesto que soñar es un presente des­plazado y emplazado por una operación exclusivamente humana, una saturación de presente, un trozo de ámbar gris flotando en el devenir y a la vez aislándose de él en la medida en que el soñante está en su presente, que concita fuera de todo tiempo y espacio kantianos las desconcertadas potencias de su ser”
Julio Cortázar
“Para una espeleología a domicilio” en Último Round
En “Noticias del mes de mayo” de Último Round afirma que está naciendo el tiempo abierto, poroso, que va contra La Gran Costumbre, y que es distinto del tiempo habitual, un día de lo habitual puede ser un tiempo o dos del nuevo tiempo ( T I, 1999: 89). Esta ruptura con el tiem­po del capitalismo, que no es una experiencia individual sino colectiva y lo coloca en el tiempo de una nueva sociedad.
Desde otra perspectiva así lo había dicho en el ´67 a Fernández Retamar cuando habla de un ahora, un momento a partir del cual com­prende que no alcanza con la “entrega a los problemas estéticos e inte­lectuales, a la filosofía abstracta, a los altos juegos del pensamiento y de la imaginación” si a la vez “no se está abierto a los problemas vitales de los pueblos”. Eso para él un imperativo ético (O.Cr. T3, 1994: 42).
Cortázar va a establecer un antes y un después en este proceso que él vive: en el antes se considera un cultor de la literatura escapista que se va de Argentina por propia elección debido a que no soportaba el clima de opresión cultural del peronismo de los ’50. En París va a realizar una búsqueda personal de la existencia humana y su desgarro, en particular el desencuentro del intelectual con la vida y las situaciones cotidianas. Esto se puede percibir en Rayuela, aunque en ella Julio destaca como constante el problema metafísico, que para él no desaparece en su nuevo ser sino que se transforma. Ahora “contiene en sí mismo el conflicto entre la realización individual como la entendía el humanismo, y la rea­lización colectiva como la entiende el socialismo” (O.Cr. T 3, 1994: 41).
Hay también una continuidad en los conceptos de lo fantástico, de la literatura y de la realidad y se pone en evidencia en los extremos temporales de su producción narrativa, en particular en cuentos como “Las babas del diablo”de Las armas secretas (1959) y “Apocalipsis de Solentiname” de Alguien que anda por ahí (1977) o “Recortes de prensa” de Queremos tanto a Glenda (1980).
En “Del sentimiento de no estar del todo” de la Vuelta al día en ochen­ta mundos, dice que entre vivir y escribir nunca advirtió una clara dife­rencia; y que se le reprocha a sus novelas ser “una búsqueda intelectual de la novela misma, algo así como “un continuo comentario de la acción y muchas veces la acción de un comentario” (1968: 21). Efectivamente así aparece en obras como Rayuela o Libro de Manuel, pero es en los cuentos mencionados donde la literatura y el arte iluminan la realidad, la hacen ver en sus aristas más profundas, permiten su anticipación y a Teoría-Historia-Política veces, quedan por detrás de ella, como es el caso del horror de la desapa­rición de personas practicada sistemáticamente en Argentina.
En 1980, en una conferencia denominada “Realidad y literatura en Hispanoamérica”, Cortázar, hablando en tercera persona, dice que un escritor de cuentos fantásticos imaginó un relato en el que un grupo de argentinos fundaba una ciudad sobre un cementerio; esto sólo lo sabían los jefes y lo callaban; pero rápidamente “comienzan los síntomas de una extraña inquietud”, “fuerzas extrañas los acosan y de alguna mane­ra los denuncian y tratan de expulsarlos” (236). El escritor comprende que este relato sería un plagio de la realidad porque la ciudad imaginada respondía al “modelo argentino”, “la metrópolis nuclear del futuro asen­tada sobre un cementerio donde miles y miles de mujeres y de hombres fueron sepultados junto con la dignidad y los derechos de todo un pue­blo”(237). Y concluye afirmando que en todos los casos se trata de llegar a la verdad, pero que la literatura tiene un destino que es dar belleza, y a la vez, un deber, que es “mostrar la verdad en esa belleza”. (O.Cr. T3, 1994:238).

El compromiso

“Hay otro mundo, pero se encuentra en éste; para que alcance
su perfección es preciso que se lo reconozca distintamente y que
se adhiera a él. El hombre debe buscar su estado venidero en
el presente, y el cielo en sí mismo y no por encima de la tierra”
Troxler (Citado por Julio Cortázar en
“Encuentros a deshora” de La vuelta al día en ochenta mundos)

A pesar de su formación sartreana, Cortázar descalificaba la idea del compromiso político en los intelectuales, probablemente porque la significación que le daba a esa palabra era el de reflejar en el arte la temática política de que se tratase. Así es como decía que fundamental­mente había que escribir o expresar el arte de la manera más libre y bella posible y no ser aburrido o reaccionario en lo estético.
Cortázar, justamente por su antipositivismo, denostaba el realismo socialista, creía por un lado que si se lograra tener un signo transparente que mostrara lo evidente, eso no era justamente la verdadera realidad porque ella era más compleja, profunda y sutil; pero a su vez, el realis­mo social significaba para él lo que había sido impuesto en la URSS, y allí se había convertido a los intelectuales en siervos de las consignas partidarias o habían sido condenados al ostracismo, sufrido la censura o condenados a la anulación de sí mismos. Así lo va a expresar en Libro de Manuel el personaje con el que a veces se identifica el autor: Andrés, un pequeñoburgués intelectual que conoce lateralmente “la joda”, núcleo revolucionario con asiento en París pero vinculado a los grupos guerri­lleros latinoamericanos.
Andrés, a propósito de la noticia de la condena a Boukovski por di­fundir “informaciones desfavorables al régimen soviético”, dice que hay países en los que están en el después- el después de la lucha revoluciona­ria- pero que en ese después continúan censurando, haciendo progroms. Marcos le contesta que la historia no se repite o que no hay que dejar que se repita, pero Andrés insiste:
“(...) se jugarán la piel por la revolución, lo darán todo pero cuando llegue el después repetirán las mismas definiciones que acaban en los siete años de cárcel de Bukovski que por allá algún día se llamará Sánchez o Pereyra, negarán la libertad más profunda, esa que yo llamo burguesamente individual y mea culpa, claro, pero en el fondo es lo mismo, (...) me dan miedo los Gómez y los Lucien Verneuil que son las hormigas del buen lado, los fascistas de la revolución (epa, che, te estás bandean­do, la grapa de Lonstein debe tener pentotal o algo así)”(1986: 351)
Andrés podría expresar al primer Cortázar, pero ya socialista, nuestro escritor no va adscribir a una organización revolucionaria específica y seguirá reivindicando su libertad estética. En la carta a Retamar del `67, sostiene que jamás escribirá expresamente para nadie, ni mayorías ni minorías, y que la repercusión que tengan sus libros será siempre “un fenómeno accesorio y ajeno a su tarea”, pero sí está dispuesto a escribir para aportar al desarrollo del hombre nuevo, en germen en el lector pre­sente. ( O.Cr. T3, 1994, 41).

“¡Qué poco revolucionario suele
ser el lenguaje de los revolucionarios!”

“Frente a ese trabajo intelectual del enemigo interno y externo, realizado con una destreza que sería absurdo negar puesto que sus efectos saltan a la vista,
¿estamos hoy seguros de oponerle en todos los casos un lenguaje
político y ético capaz de transmitir ideas nuevas, de transportar una carga mental en la que la imaginación, el desafío, y yo diría incluso y necesariamente la poesía y la belleza, estén presentes como fuerzas positivas e iluminadoras,
como detonadores del pensamiento, como puentes de la reflexión a la acción?”
Julio Cortázar “¡Qué poco revolucionario suele ser el lenguaje de
los revolucionarios!” en Años de alambradas culturales
Cortázar no acordaba con las posiciones populistas en la cultura y el arte. Así es cómo consideraba que el instrumento con el que se expre­saba la literatura debía estar muy bien trabajado y que se debía tomar los mejores elementos de la tradición en este sentido. Simular lenguaje llano o simplificar la complejidad de los sentidos no era su manera. Es más, sostenía que eso era contrario a cualquier proceso revolucionario.
En “No hay peor sordo que el que” de La vuelta al día en ochenta mundos, de 1968, establece distancia con los llamados escritores compro­metidos, auténticos y que dicen “enfrentar la realidad” y que creen que para escribir sólo “alcanza con haber leído muchísimo”. Sostiene que se olvidan que Flaubert, Balzac, D.H.Lawrence, Emily Brönte, “salían a pelear con las armas afiladas por siglos de tradición intelectual, estética y literaria” (1968: 100En “Lucas, sus discusiones partidarias”, de 1979, se nos dice cómo a los militantes literarios, los otros militantes le plantean la necesidad de la claridad del mensaje para que sea inteligible a un mayor número de lectores. A ello, Lucas les contesta que si se renuncia “a la creación verbal en su nivel más vertiginoso y rarefacto”, ellos deben renunciar “a la ciencia y a la tecnología en sus formas igualmente vertiginosas y rarefactas”, por ejemplo, a las computadoras, los aviones de reacción, la televisión, los autos y los tractores. (C. C 2, 1994: 309/10).
En 1981, en el Encuentro de los Intelectuales por la Soberanía de los Pueblos de Nuestra América, realizado en Casa de la Américas, expresa­ba cómo es imperativo para los intelectuales revolucionarios pulir el uso de la expresión para combatir eficazmente contra los enemigos externos e internos de los pueblos.
Creía que la cultura ascendía en una espiral de la que no se podía re­gresar. Por esta razón consideraba que una de las tareas fundamentales de los procesos revolucionarios en curso debía ser la alfabetización, tal como se estaba realizando en Cuba y Nicaragua. Creía fervientemente en la tarea de la vanguardia, en el sentido exacto de que es un núcleo que explora el terreno no conocido para abrir camino a los otros que luego se sumarán; pero su vanguardia es múltiple, polimorfa y diseminable. La tensión comienza en lo micro pero cobra sentido si se extiende hacia lo macro, en oleadas, estallidos y vibraciones. Cortázar tiene clara con­ciencia de que necesariamente va a ser superado por los que vendrán. Y sostiene que deberá practicar su forma burguesa de escritura hasta el final porque ésta será la manera de promover la necesaria superación.
Lo particular de Cortázar es que otorga un papel muy importante a los intelectuales en el sostenimiento de los procesos revolucionarios. En esto se diferencia de algunas de las organizaciones partidarias de la época, que pecaron de antiintelectualismo porque consideraban a los intelec­tuales como “prestados” pero que en realidad no podían nunca dejar de pertenecer a su clase, mayoritariamente burguesa o pequeñoburguesa.
En “El intelectual y la política en Hispanoamérica”, de 1983, se de­fine como un intelectual que no sabe de teoría política y sin embargo está comprometido (115) por la vital cuestión de buscar la libertad de los pueblos “y una justicia social que los devuelva íntegramente a su condición de hombres” (117). Señala que se han caído las máscaras de la dependencia cultural y se han roto las “ilusiones de ser la rama más joven y por eso más viva del árbol de Occidente” (118). Este despertar no es absoluto, pero se produce en los intelectuales y en sectores del pueblo y está significado por la expresión de Ernesto Che Guevara “Esta humanidad ha dicho basta y ha echado a andar” (119). Es en este texto donde se reconoce como un intelectual pequeñoburgués y discrepa con el determinismo de la extracción de clase. Dice:
“Muchos teóricos marxistas, que parten de la noción de la lucha de clases, tien­den a considerar que los únicos escritores revolucionarios son aquellos que perte­necen plenamente a la clase oprimida o que han roto con su propia clase burguesa o pequeñoburguesa para sumarse a sus filas; consideran también que un escritor como yo, que por origen y que por evolución cultural pertenece a la pequeña bur­guesía, es solamente un compañero de ruta (...) Frente a eso, y desde un principio, yo opté por aceptar una situación que me parece prácticamente fatal a esta altura de la evolución geopolítica de nuestros países y comprometerme en la lucha de un futuro socialista en América Latina sin renunciar por ello lo que me es natural y conocido, un sistema de valores culturales que ha hecho de mí lo que soy como escritor, y sobre todo a un individualismo sin duda criticable en el plano de la militancia activa, pero que en el plano de la creación literaria no ha podido ser reemplazado hasta ahora por ninguna identificación colectiva, por ningún trabajo de equipo o sumisión a una línea de orientación basada en criterios políticos (...)”( O.Cr. 3, 1994: 121)
La concepción de la multiplicidad que posee Cortázar abarca desde la idea de realidad hasta las concepciones éticas, filosóficas, políticas y estéticas. Para Julio no todo es tan sencillo como censurar lo que discurre por fuera de la línea del partido. Sobre todo si el partido dominando ya un Estado, pretende avanzar en la configuración nuevas subjetividades.
Este es el motivo de su disenso por la censura y exigencia de rectifi­cación pública, que el Estado cubano realiza a Heberto Padilla en 1971. El acompañamiento con su firma de la primera carta pública firmada por varios intelectuales en la que se pedía aclaración a Cuba por el caso, lo aleja por un tiempo de Casa de las Américas. Como a su vez no acom­paña la segunda carta y se resiste a realizar cualquier tipo de condena global al socialismo de la isla, también va a ser mal visto por los intelec­tuales “libres”. En el ‘72, cuando la directora de Casa de las Américas, vuelve a escribirle a Julio, luego del “Gran Silencio”, él le dice que “las cosas no son tan simples como quisiéramos todos”(48) y reconoce que al firmar la primera carta lo había hecho por el miedo de que “en Cuba se estuviera produciendo una pulsión sectaria”, pero que éste miedo no tenía que interpretarse ni como “traición, ni indignación, ni protesta” (O.Cr. 3, 1994:50).
Era esa búsqueda de la autonomía del intelectual revolucionario que expresa en el poema “No te dejes” de Último Round. “No te dejes com­prar, pibe, pero tampoco vender”. Y cuando habla de “vender” se refiere a cómo hay que resistir las extorsiones de los correligionarios y lectores que te fuerzan a “meterte cada vez más en/ las formas públicas y espec­taculares del /“compromiso”. Es decir, firmar cartas, dictar conferencias, y asistir a congresos; en vez de libros hacer “política”. Entiende aquí por política lo consagrado, en cambio, el narrador, dice, debe comprometer­se “donde brota su follaje” (T II, 1999, 189).

Las nuevas realidades

“Entonces, el poema…/ ¿Poema? Oh no, oh no./Fíjese qué lástima, pensar que iba tan bien hasta hace unos años, a pesar de ciertos excesos verbales, y ahora así, de golpe…/debe ser el oro de Moscú, a menos que sean dólares de la CIA, que tam­bién pagó a Cohn-Bendint/ insultar a la poesía, esa cosa tan delicada/ Con rima y ritmo/Con metáforas/Con muchísimos sauces/Igual que esos concretos, dígame un poco, que le hacen poemas con figuritas y pedazos de palabras todo pegado/ la poesía es como un aire suave de pausados giros y no debe rozar para nada la política(. . .)
(. . .) ¿habrá de repetir, profesor papalito Zeta, que la literatura no es terreno privi­legiado en el sentido escapista que tanto conviene y adorna? Biafra y el erotismo, los chorros de napalm y los Juegos Venecianos de Lutoslavski: la poesía sigue sien­do la mejor posibilidad humana de operar un encuentro que nadie describió mejor que Lautréamont y que puede hacer del hombre el laboratorio central de donde alguna vez saldrá definitivamente humano, a menos que antes
no nos hayamos ido todos al quinto carajo”
Julio Cortázar. “Noticias del mes de mayo” en Último Round
Siempre fue un cuestionador de fragmentación entre géneros de la expresión estético-literaria. En varias oportunidades desde su tempra­na época, reivindica la posición surrealista respecto de que entre prosa y poesía no hay demasiada distancia y que ambas se complementan y potencian.
Pero además, su radicalización política lo lleva a considerar que ante las nuevas realidades que se están viviendo están surgiendo nuevos gé­neros y que ha llegado el momento en que la opresión de los pueblos y sus justas luchas contra los abusadores y explotadores, requiere dejar a un costado la asepsia estetizante que se había cultivado por largo tiempo, sobre todo, en determinados círculos intelectuales funcionales no sólo al poder si no también al sentido común de la población que no quiere ver más que sus propias pequeñas situaciones y que se aliena casi por propia voluntad. En Libro de Manuel, Andrés es el tipo de intelectual que hay que dejar atrás. Es el Cortázar que Cortázar quiere dejar atrás:
“(...) para un Patricio o un Marcos hay toneladas como Andrés, anclados en París o en el tango de su tiempo, en sus amores y sus estéticas y sus caquitas privadas, cultivando una literatura todavía llena de decoro y premios nacionales o municipales y becas Guggenheim, una música que respeta la definición de los instrumentos y los límites de su uso, sin hablar de las estructuras y los órdenes cerrados (...)”(1986: 77)
En “Noticias del mes de mayo,” de 1968, aparece esa reflexión res­pecto de la poesía pura y del arte por el arte, o en su otra versión forma­lista y/o estructuralista de las formas intratextuales. Reflexión en la que se parodian los esfuerzos puristas y se señala que no se puede escribir al margen o dando la espalda a la vida, en particular en un momento en que los débiles sufren atrozmente.
En “La literatura latinoamericana a la luz de la historia contempo­ránea”, de 1980, sostiene que la literatura es un “trabajo eminentemente individual y muchas veces solitario y hasta egoísta en su implacable y empecinada búsqueda de la más alta expresión de todas las posibilidades de la escritura” (202). Pero este carácter no le impide de ninguna manera ser cada vez menos gratuita; se produce una ósmosis cada vez mayor entre escritor y lector y se nota un avance de la “literatura de testimonio”, “alianza de la indagación sociológica con la ficción” (203). Sin embargo esta responsabilidad no significa temáticas determinadas ni obediencias pasivas. “Escribir nuestro sin caer obligadamente en folklorismos o indi­genismos o populismos” (204)
Sostiene que en América Latina un mismo lector se emocionará al encontrar literatura que describe o denuncia las cosas que él está su­friendo, como “gozará también de la literatura que lo arranque también de su contexto inmediato” (O.Cr. T3, 1994: 206). Reivindica fundamen­talmente una postura ética del intelectual ante la lucha de los pueblos, tal como lo hacía Haroldo Conti, quien sostenía que el arte era el terri­torio de la pura belleza.
El reconocimiento del surgimiento de nuevos géneros – el testi­monial-, de nuevas formas de la poesía y de un nuevo concepto de lo fantástico, en el que ahora la que saca de las casillas es la revolución, significan en Cortázar la afirmación de que ante las nuevas realidades surgen nuevas formas estéticas; a la vez, que las nuevas formas estéticas desarrollan nuevos públicos. En definitiva, que los intelectuales aban­donen sus nichos y los pueblos sus casillas preestablecidas para avanzar juntos en una dinámica de superación.

Intelectuales y obreros

“(...) Mirá, Monique está haciendo una tesis nada menos que sobre el Inca Garcilazo y tiene muchísimas pecas. Entonces fue con un grupo de maoístas a asaltar la despensa de Fauchon que viene a ser el Cristian Dior del morfi, un acto simbólico contra los burgueses que pagan diez francos una palta roñosa importada por avión. La idea no es nueva puesto que no hay ideas nuevas, en tu tierra a lo mejor ya hicieron algo parecido, se trataba de cargar las vituallas en dos o tres autos y distribuirlas a la gente de las villas miseria del norte de París (...)
(...) algo anduvo mal y los paseantes casi linchan a los muchachos, fijate que era gente que simplemente pasaba por ahí y que seguramente no entró nunca a lo de Fauchon porque basta mirar las vidrieras para comprender que necesitás tres meses de sueldo para comprarte una docena de damascos y una tira de asado, pero así van las cosas, rotito, la idea del orden y de la propiedad privada vale hasta para los que no tienen ni medio (...)”
Susana y Patricio. Libro de Manuel
El optimismo vital de Cortázar se alternaba con un escepticismo res­pecto de la vinculación entre el intelectual y el pueblo, la gente común, o más específicamente, los obreros. Se puede ver tempranamente en sus cuentos y novelas en los que aparecen personajes protagonistas que se fascinan ante lo “natural” y “simple” pero que a su vez no pueden supe­rar su afán clasificatorio, racionalista y finalmente la distancia de clase social. En mayo del ´68, con el protagonismo de intelectuales y estu­diantes en la protesta contra la Gran Costumbre, considera que es posi­ble esa unidad, por eso en “Noticias…” trascribe un artículo de la Carta de la Convención Nacional de Universidades Francesa en el que se hace alusión a la denuncia en conjunto que realizan contra la explotación capitalista, trabajadores manuales e intelectuales y en la que además, se declara que no hay un lugar privilegiado para llevar adelante esa lucha. Es decir, se entiende que no hay una preeminencia de obreros sobre in­telectuales y que es posible el diálogo y la lucha hermanada entre ellos.
Destaca, citando ahora a Herbert Marcuse, que no habrá una van­guardia única si no pequeños sectores que proliferarán de múltiples for­mas, hasta abrir una gran brecha para transformar el mundo (TI, 1999, 101). Esta posición respecto de la vanguardia única, en mayor o menor medida, continuó, probablemente por eso se mantiene alejado de par­tidos revolucionarios autoproclamados de vanguardia. Preferentemente va sostener un concepto de vanguardia múltiple, plural, con diversos tonos y colores, esto no le va a llevar a olvidar el papel antirrevoluciona­rio de las burguesías, pero sí a dudar respecto de la posibilidad de la co­munión de intereses entre los intelectuales y el pueblo. En un reportaje que le realiza en 1973, la revista Crisis sostiene que en la Argentina está sucediendo algo parecido a lo sucedido en mayo del ´68 en París. Dice:
“(. . .) yo asistí en Francia a la cosa patética de ver a los obreros de la Renault y la Citroen imposibilitados de dialogar con los estudiantes. Los obreros, después de 40 años de luchas sindicales, los miraban y decían: ‘Ustedes son unos hijitos de papá…muy revolucionarios, pero cuando se reciban de médicos o abogados se pon­drán frente a nosotros, ya lo sabemos’. Eso es terrible. Aquí puede pasar lo mismo si los jóvenes, si los intelectuales y los que se van a recibir de médicos y abogados, que están ahora de una manera u otra con esa apertura del gobierno, no hacen una revisión de sus propias posiciones y se largan a la calle en otro plano. En el plano del verdadero contacto” (12)
Y relata que unas chicas universitarias le acababan de contar con an­gustia que los grupos políticos en los que estaban discutían demasiado en los cafés y tenían dificultades para proyectar todo eso en los sectores obreros. Pero no toda la dificultad va desde los núcleos de intelectuales rebeldes hacia los obreros, sino que a veces la ideología dominante im­pregna de tal modo al conjunto de la sociedad que aún los oprimidos, explotados y marginados reproducen sus valores centrales: el orden y la propiedad privada.
A Julio Cortázar la vacilación intelectual le dio saber y posibilidad de búsqueda; la determinación ética lo colocó del lado de los pueblos.



Obra de Julio Cortázar referida

-Cuentos Completos 1 y 2. Madrid, Alfaguara, 1994.
-Obra Crítica 2 y 3. Madrid, Alfaguara, 1994.
-(1963) Rayuela. Buenos Aires, Seix Barral, 1985.
-(1967) La vuelta al día en ochenta mundos. Buenos Aires, Siglo XXI, 1968.
-(1969) Ultimo Round. México, Siglo XXI, 1999.
-(1973) Libro de Manuel. Buenos Aires, Sudamericana, 1986.
- “Mi ametralladora es la literatura” (10-15) en Crisis Nº 2, Bs.As., junio 1973.
- (1984) Argentina: Años de alambradas culturales. Buenos Aires, Muchnik, 1984.
-(1983) Nicaragua tan violentamente dulce. Buenos Aires, Muchnik, 1984.

               



































   “Cortazar”, dibujo de Hèctor Valentini, Agosto 2011



Fuente : http://www.razonyrevolución.org/










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POEMA DE EDUARDO PLANAS



La ira

En el medio del dolor, cuando anhelaba  la paz y el  frágil equilibrio  surgió de repente: la ira.
 Ella no ama demasiado a los hombres, sueña con una cerilla y un bidón de gasolina, pero no es la reina en el palacio de las corrientes de aire.
Sedicente amante de lo colectivo y revulsiva del sistema caníbal,   pone el cerrojo a todo lo que sea compartir  y  –contrariamente a su prédica comunera y agnóstica- es la más celosa defensora del  muy católico derecho de propiedad.
Sus argumentos hermenéuticos forman parte de las matemáticas cerradas, ajena a la lógica de conjuntos y a la geometría euclediana, si esto se puede aplicar al lenguaje.
A ella  solo le queda  el grito desaforado, el exabrupto.
Como si entre tanto dolor propio y ajeno uno tuviera tiempo para  escucharla.

Eduardo Alberto Planas























 







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“La Idea” declarada de interés cultural por el gobierno provincial



Con fecha 25 de julio del cte., nuestro periódico fue declarado de interés cultural por la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Provincia de Córdoba.
Esta importante declaración fue realizada pocas semanas después de que el periódico cumpliera 88 años de vida en nuestra localidad, por su trayectoria ininterrumpida de difusión de actividades culturales, siendo el único en el país que imprime con tipos móviles, un museo viviente del arte tipográfico.
En el artículo primero el Secretario de Cultura del Gobierno de la Provincia de Córdoba resolvió:  “Declarar de interés cultural la preservación del periódico La Idea de la ciudad de Cruz del Eje, publicación que difunde las actividades culturales cordobesas desde hace más de 88 años”.
Es un verdadero orgullo para la comunidad de Cruz del Eje este galardón que agradecemos a las autoridades provinciales.
 (De Redaccion  de La Idea).




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EXPO-DINO 2011: “De tal palo, tal astilla …”

El dìa 26 de Agosto del cte. año, en el Salòn de Actos de la Escuela “Josè Ingenieros”, de Cruz del Eje, se realizò la Muestra  de Pinturas y Dibujos del  joven DINO VALENTINI,  en el marco de la Celebración de  los 100 Años de esa institución escolar.


El citado joven  ha sido alumno en esa  Escuela Primaria y el  tìtulo de  la Muestra   se titula, precisamente “VOLVER …”, en el sentido de que no debemos olvidar nuestras raíces y volver a la escuela que nos enseñara las primeras letras y los primeros dibujos, en este singular caso. Dino Valentini es hijo de Hèctor B. Valentini, habitual colaborador del diario “La Idea”, de Cruz del Eje , y también colaborador y dibujante de la Revista  Digital de Cultura de Cruz del Eje, Macedonio Belarte, para la cual ha ilustrado  varias tapas de la misma, inclusive la de este número.

El Staff  de “ la Idea” se hizo presente en la oportunidad,  saludando al joven  artista, y deseàndole el mejor de los éxitos.-


Texto e imágenes: :  Licurgo 2011


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 Luchamos por una causa …”

Presentaciòn del Libro “ Las Juventudes Polìticas  de  Còrdoba”, de Eduardo Alberto Planas, en la Feria del Libro de Còrdoba 2011


A las 18.00 hs ,en el Auditorio Mercadillo y en el Marco de la Feria del Libro Córdoba 2011, se realizó  la presentación del Libro: "LAS JUVENTUDES POLITICAS DE CORDOBA -Luchamos por una causa",   de Eduardo Alberto Planas,  la que estuvo a cargo de: SILVERIO ENRIQUE ESCUDERO, historiador y periodista de la columna  EL BALCON del Diario Comercio y  Justicia.

A continuación se dirigió el autor del libro, destacando ,entre otas cosas, que el libro realiza un racconto del accionar protagonizado por  las Juventudes de diversos partidos politicos de Córdoba, desde las postrimerias de la dictadura militar,hasta los primeros años de la democracia, es decir el periodo que va desde 1981  hasta 1985/6. El mismo esta dedicado principalmente para los jovenes, para que conozcan esa experencia hoy impensable  y viene a cubrir una etapa inedita en la historia política de Córdoba y del pais.

El libro fue editado por EDITORIAL ESPARTACO CORDOBA y tiene un prólogo a cargo del Profesor DR. JORGE TORRES ROGGERO, ex vicedecano de la Facultad de Filosofia y Letras de la UNC.Esta a la venta en el stand de dicha editorial durante la Feria del Libro y despues estarà disponible en todas las librerias de Córdoba.
El evento culminó con un breve, pero interesante debate sobre temas de actualidad nacional y provincial.

A continuación  las 19.30 hs,   en el mismo lugar se realizò la presentación del ¡BASTA YA! BOLETIN LITERARIO, AGOSTO-SEPTIEMBRE 2011, cuyo director es Eduardo Alberto Planas.  La misma estuvo a cargo de la poeta y docente universitaria ANA PAULINELLI., contando con la intervención musical de la soprano ALIBE GUASTINI  y la perfomance  teatral de MAROLA FARIAS. Luego  leyeron sus trabajos los poetas del Basta Ya: Lily Chavez, Alfredo Lemon, Mónica Ferrero, y Jorge Luis Carranza.El ejemplar tiene como ofrenda un DVD con video-poemas y señaladores. Estarà a la venta en
MACEDONIO CAFÉ-BAR, sito en calle 9 de julio nº 923 de ésta Ciudad de Córdoba.-  



Licurgo 2011 .-
 




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 LA “BARRA  DEL  CLICK”



A  partir del dìa Jueves 15 del  Septiembre se realiza una Muestra Fotogràfico  en el Centro Cultural “El Puente”, de  nuestra Ciudad, organizado por un grupo de profesionales y aficionados a la Fotografìa denominado “LA BARRA  DEL CLICK”, integrado por las sgtes. personas: Raùl Toranzo, Horacio Toranzo, Miguel Pedernera, Ricardo Py, Marcelo Pedernera, Aldena Arano, Gustavo Sànchez, Liber Urrutia, y Dino Bianchi.
En la inauguración de la Muestra se pudo escuchar también a  “Los Hermanos Pereyra” , un conjunto de violìn y  bajo eléctricos de muy buena calidad  interpretativa. Tambien se pudo escuchar a ”Cacho” Luna, interpretando unos tangos, solo como  èl sabe hacerlo .-
Se hicieron presentes muchas personas,  medios periodísticos y  queremos  especialmente resaltar la presencia de Don Nicolàs Pedernera, hermano de Temistocles, quièn tambien supiera  colaborar en La Idea
de Cruz del Eje .-


Licurgo 2011




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 CORDOBA MORENA



El libro versa sobre el proceso de invisibilización de la población afrocordobesa durante la 2ª mitad del siglo XIX, a través de distintos discursos hegemónicos que imaginaban una nación argentina blanca o europeizada, negando el aporte de los africanos y sus descendientes.
En esta obra, el autor revela el aporte sustancial de los afrodescendientes en los ámbitos económicos, sociales, culturales y demográficos de la Córdoba decimonónica.

Autor:

Marcos J. Carrizo.
Nació en Córdoba en 1971. Prof. y Lic. en Historia de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba. Actualmente es Prof. Ads. de las Cátedras de Historia Contemporánea e Historia Contemporánea de Asia y África de la Escuela de Historia (FFyH) y docente invitado del Instituto de Culturas Aborígenes de Córdoba.

El dia Martes 27 de Septiembre el  autor Marcos J. Carrizo  presentò  el libro citado en el “Centro Cultural  Municipal “El Puente”, de nuestra Ciudad ante un numeroso público que siguió con interés su exposiciòn .-

Licurgo 2011