lunes, 31 de octubre de 2011

Revista Digital de Cultura de Cruz del Eje MACEDONIO BELARTE -AÑO 7- Nº 73 - OKTUBRE 2011

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SALIÓ LA BIO DE LA PRESIDENTE
Sandra Russo: "El libro que yo quería escribir era otro, no èste"
La periodista que acaba de publicar la biografía (autorizada) de la Presidente, reveló que el proyecto original del libro cambió tras la muerte de Néstor Kirchner. Además, contó que era conocida en el Gobierno la resistencia de Alberto Fernández a la postulación de Cristina en 2007 y a la Ley de Medios, en supuesta defensa de los intereses de Clarín

28/07/2011 | 17:20
Sandra Russo. (Foto: Carlos Brigo/Télam)

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Sandra Russo es periodista. Escribe desde hace años una columna en el diario Página 12 y actualmente es panelista del ciclo ultrakirchnerista '6-7-8' que se emite por la "Televisión Pública". Ella se proclama además como adherente "al modelo nacional y popular".

Russo acabá de publicar el libro 'La presidenta, historia de una vida', una biografía (autorizada) de Cristina Fernández, basado, entre otras cosas, en una entrevista con la mismísima mandataria.

La periodista mantuvo este jueves (28/7) un diálogo con su colega Gustavo Sylvestre en el programa que éste conduce por radio La Red con motivo del lanzamiento del libro.

Russo confiesa que el proyecto original se vio alterado tras la muerte de Néstor Kirchner, en octubre pasado, por lo que ella revela que "el libro que yo quería escribir era otro libro, no era este".

Además, la panelista de '6-7-8' ratifica las declaraciones de la Presidente sobre la supuesta oposición de su exjefe de gabinete, Alberto Fernández, a su presentación como candidata en 2007 (algo que, dice, era sabido en el Gobierno) y su rechazo a la Ley de Medios, por presuntamente defeder los intereses del Grupo Clarín.

A continuación, presentamos la entrevista completa:

Gustavo Sylvestre: Bueno, estamos conversando con Sandra Russo, con nuestra colega Sandra Russo, autora del libro "La presidenta, historia de una vida", que sale a la luz hoy, que sale a la venta hoy, son 320 páginas. Estabas contando, Sandra, lo que la presidenta revela sobre la última noche que pasó con Néstor Kirchner en El Calafate.

Sandra Russo: Sí, la verdad que... me preguntabas si me había sorprendido. Y sí, me sorprendió, la verdad me sorprendió, estaba esperando varios meses, el proyecto este era anterior a la muerte de Néstor, la primera entrevista la habíamos tenido incluso antes, y... y bueno, el libro que yo quería escribir era otro libro, no era este. En este se sumó la viudez, que es algo inesperado, y... y bueno, cuando finalmente tuve la primera entrevista en El Calafate, que fue donde él murió, el tema salió muy rápidamente. Y sí, para mí fue fuerte, para mí fue fuerte porque nunca la había escuchado hablar de eso, y la verdad tampoco tenía pensado que en ese entrevista saliera ese tema, pero creo que tiene que ver con eso, con la necesidad de comunicar algo y... y me imagino que ella no puede salir a desmentir cada cosa falsa que sale sobre ella, pero salen muchas cosas falsas.

G.S.: Claro. Y ahí se cuenta también que Néstor Kirchner murió en la casa, y no como se indicaba en el hospital.

S.R.: Sí, que atando cabos después se dio cuenta que, bueno, los intentos desesperados eran precisamente intentos de gente que estaba desesperada, pero que había sido una cosa repentina, ¿no?, medio instantánea.

Carlos Burgueño: Sandra, Carlos Burgueño, ¿cómo te va?

S.R.: Hola, ¿cómo estás? Buen día.

C.B.: Bien. Dos puntos quería conversar con vos de lo que, bueno, se adelantó en Página 12 el domingo, ¿no? El primero, que fue el título de la nota, creo, la presidenta dijo que en la 125, en esa época, la quisieron desestabilizar, o sea, que era...

G.S.: Destituir...

C.B.: Destituir...

S.R.: Destituir.

C.B.: ... que fue más que una protesta del campo.

S.R.: Sí. Sí, en realidad cuenta que... es muy fuerte la afirmación porque es lo que muchos observábamos y además muchos escribimos, digamos, fue esta teoría, o esta idea de lo destituyente que apareció en la primera carta abierta del 2008, bueno, hubo muchos que compartimos esa lectura viendo el devenir de los acontecimientos, pero nunca había estado en boca de la presidenta esa percepción de la realidad, y finalmente sí, estaba. Y además...

C.B.: ¿Y cuál era el plan, que renuncie, que asumiera Cobos?

S.R.: Lo que ella asocia ahí, en realidad para mí no fue una novedad porque era básicamente lo mismo que había contado Néstor Kirchner una vez que estuvo en "6, 7, 8" después de la derrota del 2009, y fue la exigencia de Magnetto, yendo directamente a Olivos, a plantearle que no quería que fuera ella la candidata, sino que quería un segundo mandato de él, digamos. Esa es la escena como más descarnada en la que uno puede observar cómo un grupo o una corporación mediática pueden ejercer presión, y de qué manera y en qué circunstancias, nada menos que en la quinta presidencial de un país, y hablando mano a mano con el presidente de la nación, para ver quién va a ser el próximo candidato presidencial, ¿no?.


C.B.: Y el otro punto, que se mencionaba el domingo, este de la forma en que se decidió la estatización de las AFJP, y el rol de Boudou. Pero lo que me sorprendió es cómo la presidenta describe el rol de Sergio Massa, dice que se reía todo el tiempo, que estaba nervioso.

S.R.: Sí, sí, no es una descripción, este...

C.B.: Muy apologística.

S.R.: Pero bueno... no, muy apologística no es... (RISAS)

C.B.: Más bien todo lo contrario.

S.R.: Bueno, Massa era el que lo había llevado a Boudou, ¿no?, en ese momento. Pero sí, parece que fue un protagonista de esa escena porque... porque Boudou lo usó como de... lo usó no, era la... una cuestión jerárquica, en ese momento un jefe de gabinete llevarle una idea, y él es el que, el que le transmite esa necesidad o ese deseo de que la presidenta adhiera a un proyecto, y ese proyecto fue el de la reestatización de fondos previsionales. Ella cuando lo anunció la vice... la candidatura a vicepresidente de Amado Boudou contó algo de esto, pero acá la escena está como descripta con mucho detalle, ¿no?, y además aquí está presente la reacción de Néstor y lo que para Néstor significó la reestatización de fondos. Me parece que...

G.S.: Sandra, y por qué no comentás los episodios, porque hoy va a ser muy comentado, ¿no?, esta... a propósito de lo que hablábamos al inicio del reportaje, esta carta abierta que Alberto Fernández le hace a la presidenta, en qué momentos lo nombra y en qué circunstancias la presidenta a su ex jefe de gabinete.

S.R.: Bueno, ahí es interesante, ¿no?, porque parece como... pareciera como que ella se había enterado hacía muy poco cuando hablamos de algo más, de una anécdota más, que es la que cuenta en el libro, e incluso lo cita al ministro del interior, a Randazzo, porque me dice preguntale a Randazzo que te diga cómo eran las cosas en el 2007, cuando se estaba decidiendo su candidatura, y bueno, relata que Randazzo tenía contactos con Kirchner y que decía, bueno, la candidata va a ser Cristina, y que Alberto Fernández le decía no, no, eso se cae, como teniendo información de otro lado, digamos, eso... eso es, esa es la anécdota que está al principio de ese párrafo, como que, bueno, Alberto Fernández manejaba información que no era precisamente la que llegaba del lado de Kirchner. Básicamente es eso, y después hay una mención a Alberto Fernández cuando empieza a tomar impulso y cuerpo la ley de medios, y la preocupación de Fernández de que, bueno, eso no le interesaba al grupo, de qué querían con eso de que, digamos, como suspicacia se terminara en un diálogo tenso.

G.S.: Claro...


S.R.: Ahora, me parece que no es la presidenta la única que lo sabe, a mí me lo han comentado varios miembros del gabinete, así que, bueno, supongo que alguien le contestará a Fernández, no lo sé. Yo sobre eso no sé más que lo que me dijo la presidenta.


G.S.: Obvio... Bueno, Sandra, ya entonces a partir de hoy está a la venta en las librerías el libro "La presidenta, historia de una vida"...

S.R.: Sí, si me permitís, Gustavo, yo quería decir, digamos, yo sabía que había cuestiones polémicas y que hay cuestiones polémicas por las que va a rebotar el libro, pero a mí lo que más me gusta del libro, y lo que más me interesa del libro, es la recuperación de una historia, que es lo que yo quería hacer y lo que me parecía que faltaba, y es precisamente la historia del verosímil, de un personaje político, ¿no? A mí me parece que es muy interesante la infancia, que es muy interesante la adolescencia, que es muy interesante la militancia en La Plata, pero una de las cosas que más me interesan del libro me parece que, a mí más me interesaron, incluso adhiriendo al modelo nacional y popular, como es público y notorio, y a mí me pareció bárbaro decir desde donde uno habla, así uno evita confusiones, y en este momento me parece indispensable además, pero me parece que lo que más me interesó es la recuperación de la vida legislativa de Cristina Fernández, y ubicar al personaje en público, en función de sus actos públicos, y toda esa memoria de más de diez años de legisladora, votando en el sentido que votó, siendo expulsada del bloque menemista en el '97, estando a cargo de la comisión de los atentados de la Embajada de Israel y de la AMIA, votando en contra de la ley del Consejo de la Magistratura, votando en contra de la privatización de Aerolíneas, digamos, todo eso te da un perfil de continuidad, digamos, por lo menos de convicciones, que es lo que a mí me parece... yo no lo sabía, lo tenía tapado por el tiempo y por la memoria, y porque no se han vuelto a revisitar ese período, y me parece que es muy interesante para comprender cómo se trata de un camino muy verosímil.


G.S.: No, por supuesto, y además para conocer muchos aspectos, recordar, ¿no?, eso también es la función de un libro, y bueno, más cuando está redactado en primera persona, cuando se tiene acceso directo a las fuentes, y cuando no se tiene nada inventado, ¿no?, que lamentablemente hay mucha literatura de invento en estos últimos tiempos en nuestro país, ¿no? Así que realmente eso, ese es el valor, ¿no? Gracias, Sandra, que tengas buen día.

S.R.: Gracias a vos.


G.S.: Hasta luego.


S.R.: Chau.


G.S.: Chau, chau. Sandra Russo, autora del libro "La presidenta, historia de una vida". Yo lo comentaba el lunes, ¿no?, creo que va a ser un libro muy interesante, junto al de Graciela Molchovsky, "Pecado original". Después vamos a hablar un día de estos con Graciela también, que realmente es otra periodista de investigación, que tiene varios libros, y bueno, son libros de literatura casi obligada. 




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El mito de la gloriosa JP

El relato que asocia a la Juventud Peronista con un combativo compromiso político asumido durante las décadas de 1960 y 1970 es un mito. Los muchachos peronistas (Planeta) propone desmontar esa creencia construida sobre los orígenes de la Juventud Peronista, creencia adoptada como verídica e incuestionable. Y si se derriba ese mito, inevitablemente se modifica la interpretación no sólo de la JP, sino del peronismo y de la Argentina.

Por Omar Acha

La Juventud Peronista es un mito argentino y, como tal, vela un secre­to. Lo penetran densidades simbólicas y zonas opacas. Por momen­tos, su figura se perfila como una saeta que atraviesa la carne frágil del pasado y regresa al presente. Por momentos, trastabilla temblo­rosa y ciega. De allí el interés y la pasión que suscitan las narracio­nes que se ofrecen sobre su origen e itinerario. Sobre todo, el mito guarece una convicción que sostiene encuentros de amigos, matea­das y debates políticos sobre temas de actualidad. Es también un caldo emocional de palabras e imágenes que promete atizar nuevas proyecciones políticas de la juventud. Por caso, lo hace actualmen­te en el archipiélago político del espacio kirchnerista. Nadie deberá entonces sorprenderse de las resistencias que despertará la revisión de un relato considerado hasta hoy inexpugnable y sólo susceptible de ser contado incansablemente bajo el aliento de un mismo fuelle.
El mito de la Juventud Peronista está asociado al compromiso po­lítico, a “los sesenta” y sobre todo a “los setenta”, si es que no más precisamente a la temida o añorada Argentina del “setentismo”.
La Juventud Peronista convoca imágenes familiares de los incor­dios argentinos: la juventud maravillosa entusiasmada por Juan Perón durante su exilio español, la “primavera camporista” de 1973, la or­ganización político-militar Montoneros, la violencia revolucionaria, la crítica de la “burocracia sindical”, el asesinato del general Pedro Eugenio Aramburu en 1970, el activismo por el socialismo nacional, y sobre todo la lucha por el retorno del conductor. La Juventud Pe­ronista, “la gloriosa JP” mentada por sus simpatizantes, se multiplica en un manojo de narraciones y remembranzas. Desde luego, suscita posicionamientos enervados entre quienes detestan su nombre en el marco del propio peronismo. La JP fue, desde ese sentimiento, la am­bición clasemediera  juvenil de copar el peronismo plebeyo y nacio­nalista con una idea “foránea”, un “trapo rojo” incomunicable con la incuestionable autoridad de Perón. Para la clase media antiperonista, en cambio, encarnó el terrorismo y la soberbia.

En la Argentina, no se recuerda a la Juventud Peronista sin con­vocar al mismo tiempo la polémica. Pero al pensar esa Juventud, inesperadamente se eleva un obstáculo en apariencia insuperable. Ha habido un sablazo en nuestra historia que cavó un abismo de tumba en el pasado.
De pronto, esa Juventud se hace tiempo pretérito, pasado termi­nado, cerrado, ido para siempre. Su imagen se disuelve. Un silencio de muerte se traiciona para susurrarnos que ocurrió algo terrible.
La Juventud Peronista no se diluyó ni sucumbió de senilidad en una tibia cama de sanatorio. Lo principal de su aniquilamiento acon­teció pocos años después de su explosivo desarrollo político, ocurrido entre fines de 1972 y mediados de 1975. Recibió un primer golpe des­de los sectores peronistas ortodoxos y de derecha que la hostigaron cuando Perón todavía vivía. Mayor daño causó la desautorización de la Juventud como rama del movimiento peronista por orden de su líder máximo. Sin embargo, algo inmensamente más drástico iba a suceder. En efecto, aunque no fue el único ni el principal objetivo de la obra homicida de la dictadura militar que asoló la Argentina entre 1976 y 1983, los escuadrones de la tiranía se abatieron enconadamen­te sobre ella.
De todos esos mazazos mortales, el sector juvenil en el peronis­mo hasta hoy no pudo reponerse y ser reconstruido como una fuerza política vigorosa, con capacidad de acción estratégica. Cada línea in­terna del Partido Justicialista considera, a su turno, si es conveniente lanzar una “JP” afín. Desde fuera del justicialismo, operan otras for­maciones juveniles que se filian en la memoria heredada de la Juven­tud Peronista. Pero de conjunto, la relevancia de la Juventud Peronista es mínima comparada con el aliento político y organizativo adquirido en los setenta. Ya nunca pudo ser una rama del movimiento peronis­ta, ni desplegar un proyecto reconocible.
Este libro no se ocupará de restituir la historia de todas las en­crucijadas de la Juventud Peronista. Se concentrará en su momento menos conocido. Nos interesará hallar, rectificar y exponer las evi­dencias de una Juventud Peronista anterior a la Juventud Peronista tal como hasta hoy se la ha conocido, o más exactamente, desconocido. No obstante, hacia el final del recorrido se verá por qué las cuestiones tratadas en modo alguno son piezas de museo.
Un manto de memoria social cubre la primera emergencia de la Juventud Peronista. Como sucede en los marcos sociales de la me­moria, los recuerdos individuales son regulados con frecuencia por las instancias colectivas en las que se generan los relatos básicos de las pertenencias subjetivas. A pesar del presumido carácter “líquido” o “posmoderno” de la era actual, todavía los sujetos penden de sus memorias. Y eso acontece con la subjetividad de quienes afianzan en la historia aparente de la Juventud Peronista un tramo decisivo de sus experiencias vitales o de sus preferencias políticas.
El tema juvenil en el peronismo tuvo su narrativa, devenida his­toria consentida, reproducida por quienes se educaron en su tradi­ción. Desafortunadamente, esa narrativa fue transmitida a las frágiles investigaciones que, entre la historia y la memoria, cristalizaron el pasado de la activación juvenil en el peronismo.
Las décadas transcurridas desde el momento de mayor eclosión de la Juventud Peronista, el período 1972-1975, son todavía demasia­do escasas para apagar las cenizas de una historia candente. Estamos convencidos de que tal sobrevida no es la de un fantasma, ni la huella de un trajinar cadavérico. Es la presencia de algo que todavía produce realidad: la juventud como sujeto social y cultural en una sociedad complicada como es la Argentina. Para entenderla se necesita un es­fuerzo de investigación.
La repetición de las verdades de siempre es insuficiente y quizá constituya un estorbo para construir algo nuevo. Creemos que, na­turalmente con excepciones, los análisis de la Juventud Peronista han sido en general deficientes y no nos han provisto de saberes para pen­sar y reflexionar mejor sobre ella.
¿Por qué se ha olvidado su existencia durante el peronismo del período 1945-1955? Las razones son varias y no nos hablan sólo de la fracción del peronismo identificada con la juventud. Nos informan de rasgos perdurables de la cultura política peronista y, agregamos, de la cultura política argentina respecto de la juventud en los marcos partidarios.

La ausencia de una historia de los orígenes de la Juventud Pero­nista en el segmento fundacional del peronismo, la Argentina que transcurre entre el 17 de octubre de 1945 y la “Revolución Liberta­dora” de 1955, suele coincidir con la atribución de clarividencia a una de las ingeniosas frases de Juan Perón. Se recuerda que Perón dijo en 1952 que su primera elección, la de febrero de 1946, la había ganado con el voto de los hombres, la segunda presidencia lo hizo con el voto de las mujeres (quienes efectivamente contribuyeron enormemente al triunfo electoral peronista de noviembre de 1951) y la tercera lo haría con el de los por entonces niños. Y puede admi­tirse que los “niños peronistas” de 1950, los “únicos privilegiados” del primer peronismo, fueron los que se politizaron en la década del sesenta, forzaron a los militares a aceptar e incluso auspiciar la vuelta de Perón, e impulsaron la campaña electoral del regreso. Y en efecto, todavía en 1973, la Juventud Peronista se filió en aquella frase de Perón. La celebración de la ocurrencia de Perón supone que durante el peronismo fundacional no hubo jóvenes políticamente activos; sólo vivieron los niños que luego, crecidos, lucharon por el retorno del líder exiliado.
La nostalgia de la imagen redimida del niño peronista se hizo tan poderosa que trazó el proyecto general de una épica justicialista en artistas como Leonardo Favio y Daniel Santoro. En su excelente película Gatica. El Mono, Favio retrató en 1993 la vida de un niño pobre de origen provinciano, destinado a vivir en su cuerpo y en su sentimiento las peripecias del pueblo peronista. El Manual del niño peronista de Santoro, publicado en 2002, concentró toda una época en el imaginario de las realizaciones de Eva y Juan Perón hacia la in­fancia. Favio y Santoro asintieron y reprodujeron la centralidad de la infancia, edad que acompañó a los obreros y a las mujeres en el elenco protagónico de la enorme transformación social del peronismo. Al otorgar tal visibilidad a la infancia, reforzaron la ausencia de la juven­tud. En el registro de ambos creadores, destinado a recuperar el ima­ginario peronista matricial durante y poco después del menemismo, esto no ocasionó un problema en la representación de la memoria histórica.

Su aspiración consistió en expandir las figuraciones sim­bólicas transmitidas en la tradición peronista, cuando el influjo del movimiento obrero parecía haberse agotado.

Hay otro obstáculo que alimenta la dificultad para una historia más adecuada de la juventud politizada durante el primer peronismo. Ella concernió a las atribuciones simbólicas e imaginarias de la Unión de Estudiantes Secundarios, la UES.
Veremos en el segundo capítulo de este libro que la textura de la UES excedió largamente el sentido polémico que le asignó el de­nuesto antiperonista ya antes de 1955. Para la propaganda opositora de la época, la UES no habría sido sino una excusa para satisfacer las sensualidades de un Perón excitado por las jovencitas en pantalones cortos divirtiéndose en la quinta presidencial de Olivos.


* Historiador





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JUAN DOMINGO PERON: UN ESPISTEMOLOGO DEL TERCER MUNDO 2011 13:50


Algunos autores como Fermín Chávez han definido alguna vez a Juan Domingo Perón como un verdadero epistemólogo.

La epistemología es la doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico ,y en tanto, el estudio de su producción y validación.

Dicha disciplina aborda, entre otras cuestiones, los factores y las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que llevan a la obtención del conocimiento, y las razones por las cuales se lo válida o inválida.

Recientes obras como la de Carlos Piñeiro Iñiguez:Perón: La construcción de un ideario”, dan cuenta clara y precisa de que el conductor del justicialismo recibió -desde muy joven- una intensísima formación en diversas disciplinas, en especial, en filosofía.

De sus discursos y de su obra emerge plena convicción de la profundidad de su conocimiento.

Ubicado en una línea de razonamiento claramente historicista, concebía al iluminismo de importación como una fuga, ya que para él la apelación a la utopía con frecuencia es un cómodo pretexto cuando se quiere rehuir las tareas concretas y refugiarse en un mundo imaginario; vivir en un futuro hipotético significa deponer las responsabilidades inmediatas.

Consciente del fenómeno de importación ideológica enseñaba, además, que en nuestro país existió una larga tradición en esto de importar ideologías, ya sea en forma parcial o total () es contra esa actitud que ha debido enfrentarse permanentemente nuestra conciencia afirmaba.

El Pensamiento Nacional, para él, sentó bases fértiles para la concepción de una ideología nacional coherente con nuestro espíritu argentino, ha surgido del mismo seno de nuestra patria.

Para el ex presidente, el pueblo, fuente de permanente creación y auto perfeccionamiento, estaba preparado desde hace muchos años para conformar una ideología nacional.

El rechazo al iluminismo, sea cual fuera la modalidad que éste adoptara, colocaba a Perón ante un realismo político no exento de ideales que enunciaba fervorosamente con aquella famosa máxima: La única verdad es la realidad, sentencia que presupone el principio de continuidad y preeminencia del fenómeno socio- cultural e histórico.

Hay que llegar a la realidad de alguna manera, y de allí afirmar las conclusiones, sentenciaba el conductor del justicialismo, advirtiendo, además, que nuestro modelo político propone el ideal no utópico de realizar dos tareas permanentes: acercar la realidad al ideal y revisar la validez de ese ideal para mantenerlo abierto a la realidad del futuro.

El jefe del peronismo concibe a la doctrina como un instrumento orientador hacia fines, a tal punto que alegaba que toda nación debe poseer una doctrina, ya que es el punto de partida de la organización de una colectividad.

Muchos coinciden que desde el punto de vista filosófico, el pensamiento de Perón vino a encarnar una heterodoxia compuesta por la fructífera tradición indo-iberoamericana, definido como pensamiento mestizo.

Además su adhesión al historicismo es manifiesta - ya que para él - los pueblos en su devenir histórico van marcándose objetivos y fines, y forjan mediante su propia experiencia, un estilo de vida, una idiosincrasia particular.

El pueblo, verdadera fuente de creación, era para Perón algo más que un simple conglomerado de individuos que conviven contractualmente en un mismo sustrato físico y normativo. Un pueblo es, en cierta medida, la resultante de una sucesión de generaciones de hombres y mujeres que, compartiendo similar devenir histórico, van coparticipando de acontecimientos y procesos, configurando un particular modo de ser.

Sin temor a dudas para el General, el pueblo es un fenómeno de carácter histórico donde componentes de una progenie van transmitiendo a sus descendencias prácticas, tradiciones y productos culturales, ideológicos, míticos y religiosos de contenido altamente significativo.

El rol del movimiento obrero organizado en la configuración de ese ideario resulta central y determinante en su pensamiento y en su acción política.

Dicha centralidad es reconocida por el mismo Perón cuando sostuvo: "Yo personalmente me acerqué siempre a las masas obreras, que reconozco han sido mi predilección, porque ellas representan el dolor y el sudor de la Patria. Y porque soy de los que creen que alguien en el gobierno ha de ocuparse de los que sufren cuando todos se ocupan de los que gozan”.

En tiempos en que la figura del tres veces presidente de los argentinos ha resurgido con notable vigor, bien vale inmiscuirse minuciosamente en el pensamiento de quien, indiscutiblemente, supo interpretar, como ninguno, a una comunidad que aún ansía un destino promisorio.


Fuente :  www.télam .com.ar










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RONALD NEWTON, The "Nazi" Menace in Argentina,1931-1947, Stanford, CA: Stanford University Press, 1992.

LEONARDO SENKMAN
Universidad Hebrea de Jerusalém


Desde los años de la segunda posguerra, la literatura sobre la amenaza nazi en Argentina estuvo signada por una campaña difamatoria en torno al mito de la resurrección del derrotado Tercer Reich en la Argentina peronista. No sólo contribuyeron a esta imagen demonizadora los adversarios políticos y víctimas del régimen peronista durante los años 40 y 50, sino también respetables investigadores liberales y conservadores de los EE.UU. e Inglaterra.1 En los últimos años, volvió a resurgir en los medios periodísticos argentinos el mito de que Argentina constituyó el refugio más importante para los fugitivos nazis de la posguerra, a través de sensacionales revelaciones acerca del ingreso y ocultamiento de criminales de guerra con pedidos de extradicción, como Walter Kutschmann en 1987 y Joseph Schwammberger en 1989. Además, desde febrero de 1992, el periodismo y algunos cronistas aficionados decidieron escribir al respecto, luego que el presidente Carlos Saúl Menem ordenó levantar el secreto de los archivos argentinos con documentación sobre el ingreso de los nazis.2 Dentro de este contexto, el libro del profesor Newton constituye un acontecimiento historiográfico para el necesario estudio desmitificador de la penetración nazi en la historia política, diplomática, económica y étnica de Argentina.

La tesis central del historiador canadiense es que, a pesar del hecho que Argentina sirvió de base principal de operaciones para diplomáticos y agentes del Eje en el hemisferio desde la Conferencia de Rio ( enero 1942) hasta la ruptura de relaciones con Berlín y Tokio (enero 1944), la indiscutible presencia de agentes nazis fue transformada por la política exterior de EE.UU. y sus mass media de un problema político-internacional en una obsesiva campaña mitologizadora antiperonista, entre 1944-46. Newton sostiene que tanto las autoridades argentinas como las británicas habrían respondido adecuadamente ante las organizaciones nazis y a la ofensiva propagandista y económica del Tercer Reich en Argentina durante los 30, así como también supieron ambos países enfrentar su ingerencia diplomática y ciertas operaciones militares clandestinas durante los 40. Pero sólo a partir de la política antiargentina del secretario del Departamento de Estado, Cordef Hull, quien pretendía doblegar el neutralismo de Buenos Aires y, en especial, después de la campaña difamatoria anti-peronista de Spruielle Braden, el tema nazi será usado sistemáticamente por Washington como arma política para justificar sus interferencias en la Argentina en los años 40 y 50.

Sin embargo, el libro no trata sólo de la "amenaza" nazi a partir del estallido de la Segunda Guerra Mundial, a pesar de ser éste su aspecto más polémico. Toda la primera parte representa un documentado análisis histórico-político y étnico de las conflictivas relaciones y lealtades de la comunidad alemana, por un lado hacia la sociedad y el estado argentino y, por el otro, hacia el Tercer Reich, entre 1933-39. Los capítulos más interesantes de esta primera parte precisamente analizan las respuestas y divisiones de la comunidad alemana frente a la convocatoria nacionalista y la ideología nazi antes de 1939. Por primera vez es posible estudiar la Década Infame en base a una exhaustiva documentación de archivos alemanes, norteamericanos, argentinos, británicos y, en particular, los testimonios de agentes nazis en Buenos Aires capturados por los aliados. Dos capítulos reveladores son los concernientes al Gleichschaltung, la campaña de cooptación y nazificación de la comunidad germano-argentina y sus centros en el Chaco, Entre Ríos y Misiones, aspectos que hasta la aparición del libro de Newton eran tierra incógnita y, por ello, alimento para conjeturas y mitos, tales como fantásticas cifras de afiliados argentinos al partido Nazi.

Los capítulos sobre las relaciones económicas Argentina-Alemania entre 1927-39 y la propaganda y proselitismo nazi en el sistema político criollo hasta 1939, aportan evidencias factibles para dimensionar el verdadero impacto del nazismo en la sociedad argentina, escudriñados desde fuentes alemanas. Un ejemplo es la escasa influencia nazi en los círculos nacionalistas católicos que no aceptaban el exclusivismo racial y el anticlericalismo hitleriano, a pesar de que simpatizaban con Alemania. Si bien el capítulo consagrado a elucidar las relaciones entre el nazismo alemán y el fascismo criollo se hubiera enriquecido metodológicamente con la inclusión de un análisis de historia intelectual más doctrinario, como recientemente efectuó David Rock,3 Newton aporta un bienvenido deslinde teórico y empírico para comprender la poca aceptación del nazismo entre los nacionalistas católicos criollos, al subrayar la búsqueda de éstos últimos de un fascismo católico del tipo Dollfuss en Austria, o José María Gil Robles del CEDA español. Pero, sobre todo, es importante la afirmación del autor (aunque lamentablemente no se extiende demasiado) en cuanto al desdén y la poca seriedad con que nazis alemanes y fascistas italianos se relacionaron hacia el nacionalismo reaccionario y antipopular de los admiradores criollos del Fuhrer y del Duce, respectivamente (pp. 130, 35, y cita 24, p. 411).

Otro deslinde documentado en el capítulo 8, "Nazismo alemán y fascismo criollo", es el planteamiento de Newton acerca de la escasa influencia del racismo y antisemitismo nazi sobre los nacionalistas judeófobos criollos. Siguiendo la conceptualización de Gino Germani, Newton distingue entre el antisemitismo "tradicional" y de élites de las primeras dos décadas del siglo y el antisemitismo "ideológico" y despersonalizado de amplias capas medias de los años 30, surgido con las transformaciones del proceso de urbanización, y modernización de la sociedad argentina. La reacción judeófoba previa y durante la Segunda Guerra Mundial habría sido un síntoma de la reacción anti- modernista del nacionalismo católico, el cual veía, alarmado, los vertiginosos cambios de la sociedad criolla tradicional. La propaganda nazi se habría servido del prejuicio antijudío, pero no fue la que creó (o "importó" al país) el antisemitismo durante los años 30, porque el prejuicio ya existía desde mucho antes. Más aun, a pesar de que el fascismo criollo buscaba el contacto con y el apoyo financiero de la embajada alemana, Newton sostiene que no incorporó en su repertorio argumentativo judeófobo los núcleos racistas doctrinarios del nazismo. Según este autor, el antisemitismo de la derecha radical nacionalista fue un síntoma de su lucha contra los aspectos odiados de índole política, cultural, social y secular de la modernización en marcha, pero la cuestión judía para esos sectores no llegó jamás a aceptar las tesis raciales nazis y, menos aun, la "solución final". Desde esta perspectiva, el antisemitismo habría sido parte del discurso conspirativo nacionalista que denunciaba el imperialismo anglosajón y, simultáneamente, también los planes del comunismo en Argentina; e incluso si ese nacionalismo integralista aceptaba el apoyo de la embajada alemana, habría sido, conforme a Newton, por fines tácticos exclusivamente. Un ejemplo es la financiación para distribuir las obras antisemitas de nacionalistas católicos como Hugo Wast (40.000 copias de ORO-El Kahal), el padre Julio Meinvielle, Carlos Silveyra, el integralista brasilero Gustavo Barroso, junto a conservadores no fascistas como Tomás Amadeo, presidente del Museo Social Argentino, cuya conferencia Las Razas, dictada en el oligárquico Jockey Club en 1936, fue distribuida en 150.000 ejemplares.

Newton distingue entre la naturaleza inclusiva del populismo nacional socialista alemán, que incorporó al seno de un nacionalismo tradicional preexistente un nuevo mito movilizador racial en su discurso populista de modernización secular, y la naturaleza excluyente del nacionalismo católico tradicional, élitista, tomista pero antimoderno, según el cual los judíos - si no se bautizaban - debían ser excluidos de la república cristiana y segregados de la nación, pero no exterminados (pp. 136-8). Sin embargo, la ausencia en el libro de Newton de un análisis discriminado de historia intelectual del campo nacionalista integralista pro-fascista impide entender los discontinuos comportamientos antisemitas y el disímil lugar del judío en la publicística de un Enrique Oses, por ejemplo, a través de El Pampero y Crisol, y de otro nacionalista, Juan Carulla, quien, a consecuencia de los ataques de los nacional-socialistas austríacos contra la Iglesia en 1938, defeccionara del nacionalismo, clausurando su publicación Bandera Argentina, y cesara de atacar a los judíos4. Inversamente, si no se explica el rol del antisemitismo en el ideario nacionalista de Carulla durante los años 30, hasta las leyes raciales de Mussolini y la política anti-católica de Hitler, tampoco es posible dar cuenta del rol del antisemitismo antes y después de la transformación de un nacionalista integralista y anti-imperialista como Ramón Doll en un irracional adherente al Nuevo Orden (que dirigió E. Palacio) para destruir simultáneamente la democracia liberal anglosajona y al "enemigo judío", emboscado "plutócrata" en el estado demoliberal argentino. Es el tránsito que va del Doll de Hacia una política nacional, donde escribió algunos buenos artículos contrae¡ nacionalismo oligárquico en nombre del nacionalismo popular y del anti-imperialismo de FORJA, al pro-nazi autor de los folletos Del servicio secreto inglés al judío Dickmann y Hacia la liberación, publicados ambos en 1939. Doll fue colaborador de los pro-Eje Cabildo, El Pampero y Nueva Política durante 1941-42, y llegó a denunciar también "que la vida pública argentina está ordenada por ideas y espíritu judío".5

Newton sostiene la inexistencia de evidencias serias de que Argentina hubiera sido un objetivo estratégico-militar del Tercer Reich. Algunos oficiales del ejército argentino no ocultaron sus simpatías nazis, como los generales Juan Bautista Molina, Basilio Pertine, Juan Pistarini y Pedro Pablo Ramírez; el entonces mayor Alberto Gilbert (luego sucesor de Storni como ministro de relaciones exteriores de la junta militar en 1943) fue descrito por el embajador Thermann como un militar a quien le disgustaban los programas sociales y laborales del nacional-socialismo, pero en cambio admiraba su autoritarismo y antisemitismo. Sin embargo, el embajador recordó, en los interrogatorios a que fue sometido por los aliados después de la guerra, las posturas inflexiblemente pro-británicas de los generales Rawson y Farrell (p. 115). Esta aseveración coincide con la clarificación del agregado aeronáutico en la embajada británica en Buenos Aires, quien en 1938 informaba que la presencia en el ejército argentino de oficiales alemanes para entrenamiento no suponía una orientación totalitaria pro-nazi de los militares, de la misma manera que tampoco deducía una orientación democrática pro-norteamericana por el hecho que pilotos de la fuerza aérea de EE.UU. entrenasen a oficiales argentinos en el uso de los bombarderos Douglas (p. 116).

Precisamente las relaciones especiales de entrenamiento y aprovisionamiento bélico del ejército argentino en Alemania hasta 1939 constituyen una clave importante para dilucidar los límites de la influencia profesional logística del militarismo alemán, de su concepción ideológica nazi, sobre los oficiales argentinos. Lamentablemente, el libro de Newton carece de un capítulo especial sobre este tema, de tal modo que los datos sobre el comercio de armas están desperdigados en el capítulo 6, que trata las relaciones económicas Alemania- Argentina (pp. 101-103), mientras que el análisis de las simpatías pro-nazis de oficiales debe buscarse en el capítulo 7, sobre el nazismo y la sociedad política criolla, 1933-39 (pp. 115-118). La ausencia de un capítulo concentrado sobre las relaciones militares argentino-alemanas dificulta al lector recibir un cuadro situacional comparativo para apreciar la influencia en Argentina de esas tradicionales relaciones antes de la Primera Guerra Mundial y en vísperas de la Segunda Guerra. Por ejemplo, al lector le está impedido comparar, como demuestra Elizabeth Barret White, las dimensiones del entrenamiento de oficiales argentinos que anualmente recibían instrucción militar y tomaban cursos en la Academia de Guerra alemana (para enseñar, a su regreso a la Argentina, en la Escuela Superior de Guerra) durante la era guillermina y en la época nazi; tampoco puede el lector evaluar la importancia de la participación de empresas alemanas en proyectos industriales-militares promovidos por el presidente Justo, y no sólo por generales pro-nazis como el general Basilio Pertiné. Entre 1936-1938, la participación de las importaciones de Alemania del hierro y acero argentinos subió del 19,4% al 28,6%, transformando a la Argentina en el principal proveedor de esos minerales. Durante aquellos años, por su parte, la participación de los motores y máquinas herramientas alemanes en el total de las importaciones argentinas creció del 21,4% al 28,6%, sólo un 3% menos que la participación de los EE.UU. No obstante la intensificación de estas relaciones militares y económicas, Alemania no retuvo su posición privilegiada anterior a 1914 como el único proveedor de armas y de entrenamiento militar para los oficiales argentinos, aunque influyó poderosamente entre oficiales nacionalistas para contrarrestar el panamericanismo de los EE.UU. y convencer a la opinión pública que las naciones fascistas europeas no constituían un peligro para America Latina.6

Newton logra ofrecer un documentado cuadro de situación en los dos capítulos sobre refugiados, exilados y la resistencia antifascista (caps. 9-10), sistematizando lo que sabíamos por obras anteriores y el aporte de nuevas fuentes alemanas, norteamericanas y británicas. Resulta indicativo, sin embargo, que el capítulo 9 fue construido básicamente gracias a documentación bibliográfica y fuentes sobre la experiencia particular de los refugiados judíos en Argentina, cuya mayor información le permitió al autor utilizarla como paradigma de la historia de los refugiados alemanes en general. Después de leer cel capítulo 10, sabemos mucho más sobre la resistencia antifascista - documentada on fuentes primarias - y aprendemos también acerca de grupos disidentes del nazismo, como Die Schwarze Front, dirigido por Bruno Fricke (que proveían información a las comisiones parlamentarias de investigación de actividades antiargentinas); también conocemos a extraños informantes emigrados de los aliados, como Aleksey Polypenko, el arcipreste ucraniano de la Iglesia Ortodoxa griega, y el legendario aventurero Heinrich JÜrges, autor de fantásticas historias que vendía a los Damonte Taborda, la más famosa en torno a la conspiración nazi para apoderarse de la Patagonia. Newton aporta biografías muy completas de estos personajes de novelas negras gracias al uso de ricas fuentes de archivos de inteligencia de EE.UU., como el Office of Strategic Services.

En cambio, la descripción del exilio intelectual antifascista que hace Newton resume algunos de los mejores libros publicados sobre el tema en tomo a escritores como James Friedmann, Paul Zech, el dramaturgo Paul Walter Jacob y la obra de la editorial Cosmopolita en lengua alemana. Sin embargo, no menciona los importantes textos autobiográficos de Gunther Ballin ó de Johan Luzian, estudiados respectivamente por Lila B. de Esteves y Nicolas J. Dorheim en un journal especial dedicado al exilio intelectual en Argentina.7

La primera parte se cierra con la exposición de dos respuestas nacionalistas muy firmes del gobierno de Ortiz: el capítulo 11 trata de la prohibición por parte del Ministerio de Educación, en mayo 1938, de actividades calificadas como "anti-argentinas" en establecimientos escolares en general, pero dirigida especialmente contra las organizaciones Reichdeutsche y Volksdeutsche en escuelas alemanas privadas en la provincia de Buenos Aires y La Pampa; el capítulo 12 analiza los alcances de la investigación judicial ordenada por el gobierno a fines de marzo 1939, por denuncias de un presunto complot nazi en la Patagonia. Ambos episodios, más el decreto de mayo 1939 fiscalizando las actividades de asociaciones extranjeras, demuestran, según Newton, que en vísperas del estallido de la guerra, el problema de la subversión nazi en Argentina fue controlado totalmente por el gobierno.

El comienzo de la guerra y la posición neutralista argentina cambiarían la situación, en particular durante la presidencia de Castillo y desde la conferencia de Rio en 1942. Los trabajos de Mario Rapoport, Ryszard Stemplowski y Carlos Escudé comprobaron la importancia del neutralismo argentino para Gran Bretaña.8 Por su parte, Newton demuestra su importancia para Alemania, y las fantasías de los militares argentinos de apertrecharse con armas alemanas luego del embargo americano. Pero el aporte más importante de su libro es la desmistificación del peligro nazi, cargo levantado contra Argentina por el Departamento de Estado de EE.UU., no por razones de seguridad sino para descalificarla en su competencia por la hegemonía política en el subcontinente. Desde un punto de vista militar, la amenaza nazi había dejado de existir en 1943, una vez que la marina de guerra alemana cesó de constituir un peligro para los aliados en el Atlántico.

En las conclusiones del capítulo sobre la "guerra secreta" entre espías alemanes y aliados, Newton destaca que, a lo sumo, los agentes de inteligencia clandestinos en Argentina no superaban las 500 hombres, incluyendo operadores de radio y técnicos, propietarios y cuidadores de estancias y bienes raíces, mensajeros de Iberia y emisarios y agentes de venta del platino colombiano y diamantes brasileros, materiales estratégicos para la industria bélica alemana. Sin embargo, aún antes del golpe del GOU, el gobierno argentino era acusado de complicidad por el Departamento de Estado, a causa de los daños perpetrados por submarinos alemanes a la flota mercante aliada debido a la información clandestina supuestamente suministrada por agentes nazis sobre movimiento de barcos desde puertos argentinos. Newton desmiente que haya habido barcos aliados hundidos por submarinos gracias a la información de espías alemanes en Argentina. Además, el autor sostiene que los cables cifrados y las transmisiones clandestinas de agentes alemanes fueron interceptados por operaciones de contrainteligencia aliada desde muy temprano (p. 263). Estas conclusiones convergen con investigaciones de otros historiadores.9

El uso de la "amenaza nazi" por parte del Departamento de Estado en su política de aislamiento de la Argentina y de sanciones económicas fue acompañado, empero, según Newton, por recomendaciones de carácter étnico, típicamente totalitarias, de asimilación forzada contra las comunidades alemanas. La Sección Especial del Comité Consultivo de Emergencia para la Defensa Política del Hemisferio, creado luego de la Coinferencia de Rio, recomendó en 1943 medidas preventivas extremas contra el peligro nazi, tales como la confiscación de empresas alemanas, la descongestión y transferencia de poblaciones alemanas de un lugar a otro, y la nacionalización forzada de asociaciones comunales, educativas y sociales germanas. El embajador británico reaccionó alarmado contra esa política étnica, que podría transformarse en un boomerang y afectar los intereses de la colectividad cultural y empresarial británica en Argentina (pp. 346-51).

El último capítulo del libro estudia los primeros años del peronismo y las cuestiones pendientes de la amenaza nazi, conforme los compromisos suscritos por Argentina en la conferencia de Chapultepec a la luz de la nueva política norteamericana guiada por la guerra fría. Newton demuestra que la campaña de deportación de agentes y personeros nazis dejó de ser un asunto de seguridad para los EE.UU. en junio 1946, para transformarse en una herramienta política.

En cuanto al tan publicitado tema de la huida de los jerarcas nazis a Argentina tras la derrota del Tercer Reich, Newton revela que, desde la segunda mitad de 1944, el servicio de trasmisiones radiales británicas, con el fin de desmoralizar a la audiencia alemana, procuraba la desinformación, mediante fantásticas historias de fugas en submarinos a América del Sur de líderes nazis con inmensos tesoros. No obstante esta documentada hipótesis, sorprende que el autor no proceda a indagar las condiciones y la responsabilidad argentina por el ingreso de los criminales de guerra más notorios, como Eichmann, Borman, Barbie, Rauff, Schwammberger o Mengele. A la luz de evidencias sobre la complicidad aliada en la asistencia para la fuga a Sudamérica de criminales de guerra como Klaus Barbie (después de haber sido utilizado por la CIA para fines de inteligencia de la guerra fría), o la inmunidad personal ofrecida por los agentes de inteligencia aliados a Walter Rauff (luego de haber negociado con los aliados la rendición de las fuerzas alemanas en Italia), era de esperar que Newton sugiriera algunas hipótesis sobre las circunstancias del ingreso de criminales de guerra y la complicidad de Argentina. En cambio, en su último capítulo, Newton trae pruebas de la recomposición de las relaciones EE.UU.-Argentina, auspiciadas por Messersmith, y el compromiso de desnazificación de Perón, a través del cumplimiento satisfactorio de las resoluciones del acta de Chapultepec. No menos importante, Newton muestra evidencias provenientes del Foreign Office y del Departamento de Estado de EE.UU. sobre la liberalización de las restricciones a la contratación de científicos y técnicos militares alemanes comprometidos con el Tercer Reich. Quizá el caso más notorio (que Newton omite, por razones temporales) fue el patrocinio de los EE.UU para el ingreso clandestino a Argentina en 1952 del general Walter Schreiber, ex director de sanidad de la Wehrmacht, empleado por la fuerza aérea norteamericana, y cuya presencia resultaba ya molesta.10

El tema del ingreso a Argentina de colaboracionistas católicos ucranianos, yugoeslavos, y de los países bálticos, también forma parte del excelente capítulo final del libro, aunque sólo revela la responsabilidad del Vaticano - y no la del gobierno de Perón - en la provisión de documentación a esos colaboracionistas anticomunistas, amén de indicar las rutas de escape estudiadas en una reciente investigación.11

Finalmente, complementando las fuentes británicas usadas por Stanley Hilton12 con el exhaustivo uso de fuentes alemanas, Newton no prueba ningún apoyo de Berlín a los planes revolucionarios del Coronel Perón desde el Ministerio de Guerra o de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social. Tampoco trae evidencias de que Berlín se lamentase del desplazamiento de generales pro-nazis y rivales del Coronel Perón en el gobierno militar, como el General Perlinger y el General Juan Sanguinetti, ni que el ascenso de Perón haya sido auspiciado por los alemanes en vísperas de la caída del Tercer Reich.

Para concluir, el libro de Newton es una importante investigación, que marca un hito fundamental en la historiografía sobre la Segunda Guerra Mundial y la Argentina, más allá de su específico enfoque sobre la amenaza nazi. Desde el punto de vista de fuentes, el libro de Newton no sólo consultó exhaustivamente archivos nacionales de Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania, sino que utiliza también la documentación alemana catalogada durante los 70 en las diversas series de Documents on German Foreign Pofcy, amén de las memorias publicadas de relevantes personajes. De especial interés para esta investigación es el uso, por parte de Newton, de las reveladoras deposiciones e interrogatorios de los diplomáticos del Eje y agentes deportados de América Latina a Alemania después de 1945.
Leonardo Senkman
Universidad Hebrea de Jerusalén

NOTAS
  1. Entre los adversarios y exiliados del peronismo que utilizaron el mito nazi, quizá los libros más conocidos sean los de Silvano Santander. Nazismo en Argentina. La conquista del F,jército, Montevideo, Buenos Aires, Nueva York, 1945; Técnico de una trakOn. Juan D. Perón y Eva Duarte, agentes del nazismo en la Argentina, Montevideo, 1953. Ver algunos libros de investigadores que escribieron sobre el peronismo con ese prejuicio durante los 8os 50: Robert Alexander, 71ee Peron Era, New York, 1951; George I. Bhuiltsten, Peron 1 Argauirw, Chicago, 1953; Arthur Whtaker, Argentine UpheavaL Peron s Fall and the New Re~, New York, 1956, y 7he United Siates and Argentina, Camb., Masa., 1954. El mismo prejuicio durante los 70, ver en Jeanne Kirkpatrick, Leader and Vanguard in Mass Society: A Study of Peronist Argentina, Camb., Masa., 1971. Los libros=informes tendenciosos de Fernández Artuccio (7be Nazi Underground in South America, New York, 1942) y Luis Sommi (Los capitales alemanes en la Argentina: Historia de una expansión, Buenos Aires, 1945) fueron escritos por, autores que trabajaban para organizaciones norteamericanas.
  2. Luego de la extradición del criminal de guerra Joseph Schwammberger en mayo 1990, cuyo juicio. fue abierto en Stuttgart en junio 1991, líderes de la Anti-Defamation League de la B'nai Brith sostuvieron, en una carta al New York Times (10 diciembre 1991), que Argentina no podía continuar siendo clasificada en la misma categoría de países como Paraguay y Costa Rica, que dieron refugio a criminales. fugitivos de la justicia Ver, Antisemitism Worid Report 1992, Institute of Jewish Affairs, WJC, London,1992, pp.117-18. El tratamiento de este episodio pone de manifiesto el uso político antiperonista del tema de los nazis; en vez de valorar esta acción de la justicia argentina, al periodista Jorge Camarasa no sólo le interesó subrayar en su libro Los Nazis en la Argentina (Legasa,Buenos Aires,1992) la complicidad del primer gobierno peronista y del tercero (1973-76) en otorgar refugio y ocultamiento a Schwammberger, sino también minimizó la decisión de la captura y extradición del criminal de guerra, ocupándose únicamente de la hipótesis de que fue vendido por 300 mil dólares a las autoridades. Más aun, la acción de la justicia y del Procurador General de la Nación durante el gobierno de Menem, que ordenó la extradición, se esfuman completamente a través del relato del periodista en cuanto a la negativa de ¡ajusticia argentina, en abril 1989, a dar curso al pedido de extradición del colaboracionista holandés Jan Olij Hottentot, reclamado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Holanda (pp. 215-220).
  3. David Rock, Authoritarian Argentina. 7%e Nationalist Movement. Its History and As Impact, University oí California Press, Berkeley, Los Angeles, Oxford,1993. Ver el análisis de historia intelectual sobre los ambiguos vínculos con el fascismo de nacionalistas católicos como Carlo Ibarguren, Matlas Sánchez Sorondo, Federiko Ibarguren, Carlos Canilla, Julio Irazusta, Julio Meinvielle, Mario Amadeo (pp. 107-110); y las criticas al nazismo de Juan Canilla y Alberto Ezcurra Medrano (pp. 110-11 l). A pesar de la explicación de Rock sobre la preferencia del modelo hispanista del fascismo (pp. 111-12), este autor no ofrece un marco histórico comparativo -como Newton intentó brevemente- entre el fascismo europeo y el argentino, ni tampoco evidencias testimoniales de cómo percibieron algunos diplomáticos italianos y alemanes el nacionalismo criollo pro-fascista Mientras que ya empezó a escribirse la historia del antifascismo en Argentina, aún está por hacerse el estudio de los vínculos entre el fascismo y la colectividad italiana en Argentina. Sobre la política exterior italiana y el fascismo en Argentina, Newton cita solamente los trabajos pioneros de P.V. Cannistraro y G. Rosoli, "Fascist Emigration Policy in the 1920s: An Interpretative Framework,"International Migration Review 13 (1979): 673-92; y Enzo Santarelli, "I fasci all'estero", Ricerche sul fascismo, (Urbino, 1971): 113-24; omite, sin embargo, el importante trabajo sobre el antifascismo de Pietro Rinaldo Fanesi, Verso l altra Italia. Albano Cornef e l esilio antifascista in Argentina, Milano, 1991.
  4. Ronald H. Dolkart, "The Right in the Decada Infame, 1930-1943% in Sandra Mc0ee Deutsch and Ronald H. Dolkart, 7he Argentine Right. Its History and Intellectual Origins, 1910 lo the Present, Scholarly Resources, Delaware,1993, pp. 91-1; Juan Carulla, Al filo del Medio Siglo, Paraná, 1951, p. 230.
  5. Norberto Galasso, Ramon Doll: socialismo o fascismo, CEAL, Buenos Aires, 1989, pp. 120-25; Nueva Política, mayo 1942.
  6. Elizabeth Barret White, German Influence in the Argentine Army, 1900 lo 1945, Ph.D. dissertation (inédita), University of Virginia, 1986, pp. 184-90. El coronel germanófilo Carlos von dei Becke dirigió la Escuela Superior de Guerra entre 1936-39 y lo sucedió el general Pedro P. Ramírez, egresado de la Academia Militar alemana. Italia y Francia también entrenaron oficiales argentinos, el primer país en la división de artillería alpina donde estuvo el capitán Juan Perón. Los EE.UU. recién se preocuparon a fines de los años 30 por los potenciales efectos del entrenamiento y relaciones especiales de los oficiales argentinos en Alemania. Sólo en 1938 arribaron ocho expertos de las fuerzas aéreas de EE. UU. para entrenar a oficiales argentinos en el uso de equipos aeronáuticos recientemente adquiridos (pp. 192-3). Ver el editorial de la Revista Militar firmado por su director, Coronel Carlos Gómez, reaccionando contra los EE.UU. por su posición en la VIII Conferencia Panamericana de Lima, en 1938, Alain Rouquié, Pouvoir militaire el societé politique en republique argentine, Paris, 1978, pp. 276-77.
  7. Boletín de Literatura Comparada, Año XI-XII, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, 1986-1987, pp. 67-80; 81-106. Ver también el artículo de Lila B. de Esteves, "Werner Bock. Exilio y traducción", Boletín de Literatura Comparada, Año XIII-XV, Mendoza, 1988-1990, pp. 249-264.
  8. Mario Rapoport, Gran Bretaña, Estados Unidos y las clases dirigentes argentinas 1940-1945, Buenos Aires, 1979; ídem, ¿Aliados o Neutrales?Argentinafrente a la Segunda Guerra Mundial, Buenos Aires, 1988; Carlos Escudé, Gran Bretaña, Estados Unidos y la declinación argentina, 1941-1949, Buenos Aires, 1983; Ryszard Stemplowski, "Afies and Rivals: Latin American Aspects of US-British Relations and World War II", Hemispheres 4, 1987, pp. 77-84, y "Las potencias anglosajonas y el neutralismo argentino (1939-1945)", Fstudios Latinoamericanos No. 3, Varsovia, 1976, pp. 129-60.
  9. Leslie B. Rout and John F. Bratzel, The Shadow War. German Espionage and United States Counterespionage in Latin America during World War II, Frederick, 1986, pp. 333-337.
  10. Linda Hunt, Secret Agenda. The United Siates Government, Nazi Scientists, and Project Paperfip, 1945 lo 1990, St. Martin's Press, New York, 1991, pp. 151-55.
  11. Mientras que Mark Aarons y John Loftus, Ratlines. How the Vatican's Nazi Networks Betrayed Western Intelligence lo the Soviets, Londres, 1991 (pp. 70-89), denuncia el ingreso del gabinete Ustachi de A. Pavelic a Argentina, protegidos por el Vaticano, Holger M. Meding, ¿FlÜcht vor Nilrnberg? Deutsche und osterreichische Einwanderung in Argentinien 1945-1955, Colonia, 1992 (pp. 50-54; 85), ofrece pistas sobre la responsabilidad de algunos Volksdeutsche, como Rudolf Freude, en la Secretarla de Informaciones de la Presidencia de Perón, para ayudar al ingreso de nazis a la Argentina.
  12. S.E. Hilton, Hitler 1 Secret War in South America, 1939-1945: German Military Espionage and Allied Counterespionage in Brasil, Lousiana, 1981, p. 3.
Fuente :  http://www.tau.ac.il/eial/V_1/senkman.htm




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Quien fuera líder de Guardia de Hierro, Alejandro Gallego Álvarez, es crítico del kirchnerismo pero tan venerador de Cristina Fernández como lo fue de Perón. Es que, en su visión, sólo con la presidenta, y recientemente, “el movimiento nacional” tuvo otra vez un conductor”


Álvarez fue invitado para encabezar un encuentro de las denominadas Comisiones de Movilización del Movimiento Nacional que se desarrolló el sábado en Paraná, en el local de la Agrupación Arturo Jauretche. Quien fue líder de Guardia de Hierro, la agrupación del peronismo ortodoxo de fuerte protagonismo, en los años ‘60, ‘70 y ‘80, mantuvo un extenso diálogo con EL DIARIO.
-¿Qué es lo que interesa debatir en este contexto Álvarez?-Lo que los participantes del encuentro quieran.
-¿Y a usted qué le interesa debatir?
- Hace más de 50 años que estoy en esto y no sé que es el debate político. ¿Por qué insiste usted con el debate? Seria bueno que usted lo supiera. No es un deporte. No vamos a definir nada pero si vamos a definir para cada uno de los que está presente su propia y enigmática cuestión respecto de la política y el futuro. No otra cosa. Las otras cosas son orgánicas, organizativas, depende de quien lo haga. Eso se hace a través de estructuras, que no son los partidos políticos. ¿Es suficiente?
Álvarez levanta la voz gastada, mira fijo, amedrenta y golpea la mesa de vidrio. Debajo, un mantel oscuro. Lo ilumina escasamente una luz de fluorescente, en un hotel venido a menos del centro de Paraná.
ORGANIZACIÓN

-¿Cómo debe organizarse esa estructura?-En movimiento. Y eso sucede, aparte del pueblo argentino, que lo vivió antes que nadie, se está haciendo en todos los pueblos. ¿O qué son los indignados, más allá de la estupidez de ponerle indignados cuando habría que ponerle aspirantes a la liquidar a todos los políticos, en España, en Italia o en Grecia? Allí, en la cuna de la civilización occidental, donde estos hijos de una gran puta que se llaman banqueros están exprimiendo al pueblo griego para destruirlo. Les molesta el pasado tanto como el futuro. Un poco más quizá el futuro porque es más irrefragable.
-¿Cuál es la situación de la Argentina actual en este contexto?
-Argentina es ejemplar. Argentina, en su crisis económica, digamos crisis financiera mejor, hizo lo posible por escapar de la condena que tenía de los dueños de los bancos y de las finanzas internacionales. Ocurrió porque la Argentina zafó. ¿Y cómo zafó? No por bondad de la dirigencia, de ningún modo, si no por una voluntad profunda del pueblo argentino y diseminada. Fue la creación de las segundas monedas, y nos independizamos del apretón financiero, a través de los patacones, los federales, todo eso. Eso salvó a nuestro pueblo del hambre y la desesperación. Se recuperan teorías en torno al trueque pero los financistas y banqueros echaron tierra sobre el asunto para que no se terminara de descubrir en el mundo lo que es el dinero.

URNAS

-¿Cómo analiza el presente electoral?- Cristina gana por un campo como decimos nosotros. Esto no elimina el problema. Continúa con una porquería como Miguel Del Sel, o con otra porquería como (Mauricio) Macri. Esto va a seguir un tiempo. No mucho, pero un tiempo. Mucha gente que tiene miedo de esto y esto impulsa a obrar mal. Como ocurrió en Santa Fe.
-¿Quién obró mal en Santa Fe?-Una gran cantidad de gente que por miedo voto a Del Sel. Pero no se olvide de esto. Estos votos fueron retirados del Partido Justicialista. Fueron retirados de (Carlos) Reutemann. Porque Reutemann se creía tan vivo y usted sabe quién es. Siempre salió segundo pobre, pero porque él quería. Porque no es capaz de arriesgar nada, a nada, ni a nadie.
-Lo saben los peronistas federales que se quedaron esperando su postulación
-Qué te parece, ya lo creo. Duhalde, bah, no hay tal peronismo federal.
-¿Cómo definiría Perón a esta era kirchnerista?-¿A qué?
- La era kirchnerista
-No hay ninguna cosa que sea posible llamarla así. Lo que tenemos es el peronismo cuestionado, por alguna gente, poca, que para cubrirse en el cuestionamiento dice ser kirchnerista, cosa que quiere decir que uno es partidario de un muerto. De un muerto, muerto, porque Perón es un muerto que no está muerto. Kirchner es un muerto que está muerto. De lo que sería necesario hablar es de la señora Cristina Fernández, viuda de Kirchner si querés.
-Hay quienes son kirchneristas pero no son peronistas-Lógico, claro. Ese es el tema. Es una minoría ínfima, pero ubicada. Pero no son ni kirchneristas ni peronistas. Son gorilas. Generalmente son progres.
-¿Y que quiere decir eso, progre?-Buena pregunta. Vos sabés bien lo que es un progre. A esos tipos les decimos la policía política porque son botones. La mayoría y los que no son botones son tontos.
-¿Esa es su opinión de lo que pretendió ser la transversalidad y sus hacedores?- Absolutamente. Perón lo hizo desde el primer día, sin cantarlo, sin decirlo, integrando, muchos. Eso es bueno. Lo malo es un (Martín) Sabatella o el otro, el banquero de Heller y Filmus. Que dentro de todo es el más razonable, es el que más se la aguanta.

DISTINTA COSA

-Usted niega que exista un período kirchnerista. ¿Qué representa Néstor Kirchner y qué es Cristina?- Néstor era un tipo que era valiente, era apresurado, también. Y que era capaz de enfrentar cualquier situación pero siempre enfrentándola. Era un peleador. De política, nada, como si le hablara en japonés. No tenía la menor idea. Un día que estuvimos con él, ya no era presidente. Nos dijo que él no sabía lo que era el pueblo. Y era para llorar porque ya había sido presidente, había sido gobernador. Nos dijo que descubrió al pueblo cuando llegó a Buenos Aires. Es cierto. Él recorrió el gran Buenos Aires solo, sin escoltas, caminando, y evidentemente descubrió lo que cualquiera con un poquito de inteligencia descubre inmediatamente. No era una mala persona. Ella es todo lo que a él le faltó. No quiere decir que estuvieran en contradicción. Pero ella es prudente, inteligente, maniobrera, todo lo que es normal en la política. Y también es valiente.
-¿Qué es el kirchnerismo con estos dos perfiles?-El kirchnerismo ya pasó. Como tormenta de verano, junto con Néstor que era el que encabezaba esa tormenta. La timoneaba por lo menos. Y ahora todo es diferente. Se ha dado paso a un fenómeno profundo muy difícil de comprender, difícil de describir: alguien, accediendo a la primera magistratura, se convierte en jefe del movimiento y como consecuencia de ello accede a la primera magistratura.
-¿Cuándo sucedió eso?- El 27 de octubre. Ese día fue la muerte de Kirchner. Ese día fue la plaza. Y fue ella al lado del cajón. Para mí fue suficiente. Era lo que estábamos esperando que sucediera. Ella había tomado la decisión ese día de asumir la jefatura del movimiento ese día cuando el pueblo argentino le dice ‘Fuerza Cristina’. Eso es lo que ella mira. Ella no hubiera logrado ocupar el lugar que ocupa si Néstor no hubiera abierto a hachazos el cerco que le dejaron en Casa de Gobierno. Y siendo mujer completó un ciclo que Evita, a propuesta de la CGT quiso y no era conveniente; lo que Isabel fue de prepo y todos se cagaron en ella. Cristina completó eso y asumió de Perón, hoy, la conducción del movimiento.

DEFINICIONES FUERTES

Duhalde. “A Eduardo Duhalde hay que explicarle, antes que nada, que tiene que tratar a los demás como los peronistas lo tratamos a él que venía de la Democracia Cristiana. Que no se haga el puro porque no es puro. Él mariscalea como si fuera el dueño del peronismo y ni siquiera es inquilino. El dueño es el pueblo argentino”.
Textos de Perón. “Hay que ver que vas a leer. Hay un orden para leer a Perón. Conducción política, primero. Después, algunos de los libros de respuesta a los gorilas como Del poder al exilio, que son del período resistente. Y después lo que es más teorización. Dos o tres cuestiones entre las que figuran La comunidad organizada, que no es como está publicada en libro, en las actas del congreso que es sólo lo que Perón enunció pero no lo que escribió. Tres revoluciones militares también; la correspondencia es importante. Tenés que comprar las obras completas. Son algo más de 40 tomos. Ahí tenés todo.
Montoneros. “Investigue bien. No hubo nunca nada llamados Montoneros. Eran las Fuerzas Armadas. Eso eran los Montoneros. Más inteligentes que antes porque optaron por un trabajo de zapa, un trabajo de inteligencia que se llamo Montoneros. Quienes hicieron las operaciones no las hicieron nunca en realidad. Los asesinos, para ser claros, firmaron en una época Montoneros y después firmaron de otra forma y hacían otras cosas o las mismas con otro nombre. Nunca existieron realmente. Sólo pretendieron enfrentar a Perón y al pueblo argentino”.
Jujuy. “Las muertes en Jujuy están armadas por los dueños de la tierra. Todo el objetivo es erosionar el poder de Cristina. El régimen discute de cualquier manera. Hace caer las Torres Gemelas, manda matar ochenta jovencitos en Oslo, pone en jaque al gobierno norteamericano, no hay problema. Son operaciones, en la guerra todo vale. Hay gente que no esta de acuerdo con la política y sigue con la guerra. En esto de Jujuy interviene la CCC que es un organismo del PCR (Partido Comunista Revolucionario). Otto Vargas es el responsable. Yo lo sé porque fui amigo. Me interesa que ellos sepan que yo lo sé”.




Fuente: http://www.eldiario.com.ar/






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“Recuerdo, por ejemplo, la lucha sistemática contra la persona y contra la obra social de la Sra. EVA PERON y de su benemérita Fundación, la campaña de calumnias y difamaciones de que fueran objeto las mujeres del Partido Peronista Femenino, campaña carente de todo espíritu cristiano y totalmente injusta; las actitudes de numerosos miembros del clero que se negaron a satisfacer los deseos del Pueblo cuando este trato de realizar oficios religiosos por la salud o en memoria de la señora EVA PERON; el desprecio por la organización obrera que se agrupa en la Confederación General del Trabajo; las campañas organizadas contra la posición ideológica del Movimiento Peronista, posición de paz para la reconciliación del mundo; la predica de rumores destinados a lograr el desprestigio de los hombres de gobierno mediante las mas dispares acusaciones; las campañas tendientes a crear el descrédito del Gobierno en el exterior de la Republica; los ataques injustificados contra las organizaciones juveniles y las mas infames calumnias contra las actividades que ellas realizan a puertas abiertas”
* JUAN D. PERON, Diario La Prensa, 14 de junio de 1955.

El gobierno de JUAN D. PERÓN, envío tres proyectos de ley históricamente postergados: la ley de divorcio, la ley de hijos naturales y el proyecto para separar la Iglesia del Estado.
La ley de hijos naturales fue defendida por Perón en estos términos:
“El numero de hijos naturales […] era muy grande en la Argentina. La Ley prohibía investigar la paternidad de un hijo en estas condiciones. Oficialmente, no tenían padre, carecían de todo derecho: eran muertos civiles. Todavía peor: sus documentos decían: “hijo natural”, escrito con tinta colorada, es decir: hijo de madre soltera que es casi como decir “hijo de puta” […]. ¿Quién podía oponerse a una ley mas justa?. A pesar de ello, muchos sacerdotes se lanzaron a una abierta campaña opositora”
“Estos son, señores, algunos de los hechos que la oligarquía clerical, el clero político y los dirigentes clericales de naturaleza civil produjeron para reconocer con tanta ingratitud toda nuestra acción positiva de gobierno a favor del desarrollo espiritual de nuestro pueblo. […] Si algunas leyes sancionadas por el Congreso de la Nación, no satisfacen a las minorías, no creemos que el camino de rectificarlas sea precisamente el de provocar desordenes y alterar la paz. Desconocer el derecho del Pueblo de decidir su propia legislación a través de sus representantes legales es un alzamiento contra la Constitución y la ley, que no puede conducir ni a la paz ni a la tranquilidad”
*JUAN D. PERON, Diario La Prensa, 13 de Junio 1955.

En el bombardeo a la Plaza de Mayo del 16 de Junio de 1955, los aviones atacantes llevaban pintadas en sus colas una “V” y una cruz, que señalaban “CRISTO VENCE”. En la Plaza, además de apurados transeúntes, había familias que se disponían a presenciar el desfile aéreo. Las primeras bombas cayeron a pocos metros de la Pirámide. Sobre la Casa Rosada los golpistas arrojaron en total 29 bombas, de entre cincuenta y cien kilos cada una. Otra de ellas destrozo un trolebús repleto de pasajeros.
En Plaza de Mayo y sus alrededores quedaron los cuerpos de 355 civiles muertos, y los Hospitales colapsaron por los más de 600 heridos. Se había perpetrado el peor ataque terrorista de la historia argentina.
Amenazados en su poder temporal y sus intereses materiales, los dignatarios de la Iglesia, ayudados por militantes de Acción Católica Argentina, han intentado emprender, sobre todo en los ambientes sindicales y con el apoyo de la oposición, una obra de subversión política y han predicado desde el pulpito el recurso de la guerra civil. Estas maniobras clandestinas ilegales, promovidas por sacerdotes que son funcionarios del Estado, por que el Estado les paga, y que se valen para su propaganda de las facilidades que el Estado les acuerda, no las podemos tolerar, como ningún otro que se preocupe del orden y del respeto de los ciudadanos podría tolerar todo lo que no es la expresión legal de la opinión publica. La Iglesia habrá aceptado el régimen peronista por razones de oportunidad, pero manteniendo siempre clandestinamente sus relaciones con la oligarquía de la oposición, aprovechando cualquier pretexto en defensa de sus privilegios, para transferir la lucha sobre el terreno político.”
*JUAN D. PERON, 18 de Junio 1955, Obras Completas, tomo XIX.
“Cuando llegué al gobierno de mi país, había gente que ganaba 20 centavos por día, peones que ganaban 15 pesos al mes. Se asesinaba a mansalva en los ingenios azucareros y los yerbatales, con regimenes de trabajo criminales. En un país que poseía 45 millones de vacas, los habitantes se morían de debilidad constitucional. La previsión social era poco menos que desconocida y las jubilaciones insignificantes cubrían solo a los empleados públicos y a los oficiales de las Fuerzas Armadas. Instituimos jubilaciones para todos los que trabajan, incluso para los patrones. Creamos pensiones para la vejez y la invalidez, desterrando del país el triste espectáculo de la miseria en medio de la abundancia […]. Cuando llegue al gobierno ni alfileres se hacían en el país. Lo dejo fabricando camiones, tractores, automóviles, locomotoras, etc. Dejo recuperados los teléfonos, los ferrocarriles y el gas, para que vuelvan a venderlos otra vez. Les dejo una marina mercante, una flota aérea […] Esta revolución como la de 1930, también septembrina, representa la lucha de la CLASE PARASITARIA contra la CLASE PRODUCTORA. La oligarquía puso el dinero, los curas, la predica; un sector de las Fuerzas Armadas, dominado por la ambición, y algunos jefes pusieron las armas de la Republica. En el otro bando están los trabajadores, el pueblo que sufre y produce. La consecuencia es una dictadura militar de corte OLIGARQUICO-CLERICAL”.












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Origen étnico de Juan Domingo Perón



Testimonio de tres máximas autoridades Mapuches de la República Argentina, protocolizado ante Escribano Público.

A todos aquellos ciudadanos que pueda interesarle.
   “Nosotros, actuales autoridades Mapuche, reconocidas por los integrantes de nuestra gran comunidad de la República Argentina, haciendo especial referencia a la persona de la que en vida fuera conocida por los nombres de Juana Sosa Toledo, nacida durante el siglo pasado por los pagos del antiguo Fortín de los Lobos, en la provincia de Buenos Aires; y fallecida en la ciudad de Comodoro Rivadavia, provincia del Chubut en el año 1953; por la presente damos testimonio de que su progenitor fue conocido por los nombres de Juan Irineo Sosa, también fallecido, oriundo de Santiago del Estero, siendo él mismo de origen Quechua asimilado a nuestra etnía, y que había vivido y tenido descendencia con la que fuera madre de la mencionada Juana, Mercedes Toledo Gauna, también fallecida, habiendo sido esta misma persona miembro autóctono de nuestra comunidad, cuya madre era Victoria Gauna, que provenía de las reservas mapuches de los pagos de Azul, provincia de Buenos Aires; y finalmente que desde el siglo pasado ambos mencionados progenitores de la tal Juana estuvieron afincados en la zona del antiguo Fortín de los Lobos, provincia de Buenos Aires.
   En mérito al legado ancestral recibido de nuestros ilustres antepasados; por la autoridad que nos otorga el cabal conocimiento de las características antropológicas de los hombres y mujeres de nuestra raza indígena, y del estudio y observación de, entre otros, sus rasgos faciales y otras particularidades autóctonas: en referencia a la constatación del origen étnico de los que en vida fueron Doña Juana Sosa Toledo y su ilustre hijo Don Juan Domingo Perón; sintiéndonos obligados y con el noble propósito de arrojar luz sobre cierta confusión que aún pueda albergarse sobre esta cuestión, que para nuestra comunidad siempre ha sido y es motivo de preocupación; los abajo firmantes, autoridades y máximos referentes de nuestras respectivas comunidades, estamos persuadidos y aquí declaramos, que las personas mencionadas fueron hermanos aborígenes descendientes de la gran comunidad AONI-KENK, conocidos también como TEHUELCHES, gente cuyos antepasados recientes fueron de nuestras llanuras argentinas; y finalmente que, así lo hemos considerado y aceptado como tales”.
   En la Capital Federal de la República Argentina, a los catorce días del mes de Octubre del año mil novecientos noventa y ocho.

Firmas:

“Domingo Collueque, Cacique; presidente de la cooperativa indígena Mapuche Kimey Antú Ltda.. Bariloche.
Florentin Marinao, Cacique Mapuche. Cusamen, Chubut.
Alejandro Huenchupan, presidente del centro Mapuche Teques Mapu, El Bolsón, Río Negro.”

Buenos Aires, 14 de Octubre de 1998, en mi carácter de Escribano Titular del registro 387: certifico que las firmas que anteceden y que se consignan en acta 48 del libro 17, mediante sello de actuación notarial C005273178, fueron puestas en mi presencia por las personas mencionadas y de cuyo conocimiento, doy fe. Firmado José Enrique Arrendó.

Fuente: Hipólito Barreiro “Juancito Sosa, El indio que cambió la Historia”, Texto Original en Libro Tercero. Ed. Tehuelche, Bs. Aires, 2000.-





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El cerebro de reptil se apodera del Mando Político
– 19 mayo, 2011- Publicado en:  De Primeras Planas, Opinión, Titulares


En esta entrega De Primeras Planas quiere dar a conocer una opinión/posición  muy singular, propia del archi-reconocido consultor político Daniel Skibel, y tiene que ver en sus propias palabras con lo siguiente: Cuando el cerebro de reptil se apodera de los resortes del mando!

“Un buen día desconoces al político por el que tanto has trabajado.
Ese mismo con el que hiciste tantos planes. Con el que viviste tantas situaciones difíciles.
Ese con el cual luchaste palmo a palmo durante tanto tiempo. Ese con el cual ganaste las elecciones y que ahora tiene un cargo de gobierno.
Lo ves solo. Aislado. Sin escuchar. Sin contacto con la gente. Agresivo. Cometiendo errores que nunca creíste pudiera cometer.
Cada vez más rodeado por incondicionales que sólo dicen que sí.
Incondicionales ciegos funcionales (como todos los incondicionales).
Lo ves rumbo al abismo electoral y no sabes cómo ayudarlo.
Menos aún sabes por qué diablos pasó eso. Menos que menos. ¿Cuándo fue que cambió? ¿Por qué?

El sorprendente cerebro de reptil
Una zona de nuestro cerebro es lo que algunos investigadores denominan “el cerebro de reptil”. Esa estructura cerebral, situada en el tronco encefálico, es sorprendentemente idéntica al cerebro que tiene cualquier reptil. Y controla comportamientos primitivos muy distantes por supuesto de los que controla la zona específicamente humana del cerebro.
Donde la zona cerebral más humana ve ideas, oportunidades, solidaridad, cooperación, creatividad y transformación de la realidad… la zona del cerebro de reptil empuja hacia el dominio, la agresividad, la defensa del territorio y la auto-ubicación en la cúspide de una jerarquía  vertical e indiscutida.
De las interrelaciones entre esas estructuras cerebrales, a las que hay que sumar el cerebro de mamífero con su control de las emociones, surgen ciertos vaivenes humanos en cuanto al poder y su forma de ejercerlo.

El juego del poder
En la política siempre está en juego el poder. Otros asuntos son cómo se conquista, cómo se ejerce y para qué se tiene… pero siempre está el poder jugando su papel desde el punto de vista psicológico.
El aislamiento del poder es una actitud donde pesa sobremanera el cerebro de reptil: “éste es mi territorio, acá mando yo, estoy por encima de todos, si llegué aquí  es porque soy más capaz que ustedes, si sé más que ustedes entonces no pierdo tiempo escuchándolos, y además no quiero que nadie llegue a amenazar este poder ni siquiera en el futuro, por lo tanto, no dejo que nadie se acerque, sólo dejaré que se aproximen a aquellos que hagan los correspondientes rituales de sometimiento y sumisión…”.
Es el cerebro de reptil casi en estado puro, sin interferencias de la corteza cerebral.

El día del reptil
¿Cuándo se vuelve dominante el cerebro de reptil?
Caso 1:  en ese político siempre predominó  el cerebro de reptil y siempre ejerció así el poder (en su partido, en su trabajo, en su familia…).
Tal vez estaba relativamente disimulado, o se justificaban algunas actitudes en aras de luchar contra el enemigo político que en aquel momento ocupaba el poder, o simplemente en su entorno no lo pudieron percibir.
¿Por qué no lo pudieron percibir? Pues porque el ser humano necesita que todo “cierre” perfectamente y sin incongruencias. Entonces sucede que inconscientemente dejamos de lado las actitudes que no encajan con nuestras necesidades u opciones. Si trabajamos políticamente por alguien es muy probable que seamos ciegos a algunos de sus defectos. A veces a casi todos…
Caso 2:  el predominio del cerebro de reptil se produjo después de ganar el cargo o el gobierno.
En ese caso el entorno en el que se ejerce el poder es definitorio.
Comenzando por la arquitectura del poder, la forma en que son construídas las casas de gobierno, su aislamiento físico de la ciudad o su altura, sus murallas o sus accesos difíciles… más todo el laberinto interior de los edificios y la ubicación alejada del despacho del gobernante, literalmente solo y apenas rodeado por un pequeñísimo núcleo.
Siguiendo por las actitudes del entorno del poder, las secretarias, los asistentes, los colaboradores, los porteros, los choferes, el “sí señor”, la obediencia, la verticalidad, la jerarquía, el constante deseo de resultarle agradable.
Agregando los símbolos del poder:  el vehículo oficial, el dinero, el nombre del cargo, el respeto en el trato más allá de su entorno.
Más la práctica del poder, el aprendizaje de todo lo que puede hacer con una orden o una firma, el descubrimiento súbito de la ampliación de su capacidad para influir en la vida de los demás.
Si la persona no está preparada psicológicamente para vivir todo este mundo del poder, pues entonces sólo es cuestión de tiempo que el cerebro de reptil se apodere de los resortes del mando.
¿Se puede hacer algo para evitar que el reptil que llevamos dentro tome el mando en una ciudad, una provincia o un país? Esa respuesta queda pendiente como quedaría la pregunta que hacer de las mujeres con eL varón que llevan por dentro o del mero macho que tiene en sus genes ADN femenino…
Daniel Skibel viene haciendo tratado de politicia y de psicología bajo su teoría de Psicociudad. Es por ello que en esta oportunidad y ante la proximidad de campañas (pre) lectorales, quisimos con el consentimiento editorial de E.I., hacer esta entrega tercerizada.  A Daniel Skibel, nuestro agradecimiento!

@Amenhotep Planas
Director de:  Estudios Sociales Especializados (ESECA),


Fuente : http://www.equilibrioinformativo.com/2011/05/19/el-cerebro-de-reptil-se-apodera-del-mando-politico/




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Proyecto: DICCIONARIO DEL PENSAMIENTO ALTERNATIVO II

Troskismo Argentino

por Daniel de Lucia, Instituto del Profesorado Joaquín V. Gonzalez



 
Los orígenes del trotskismo se remontan a la formación de un grupo opositor, liderado por León Trotsky, durante el gobierno bolchevique en la URSS. Luego de la deportación de Trotsky, en 1927, la oposición de Izquierda se constituyo como grupo disidente en el seno de la Internacional Comunista (IC). En 1933, luego de evaluar el rol jugado por el Partido Comunista Alemán en la crisis que llevó al poder al nazismo, la Oposición de Izquierda rompió con la IC. En 1938 los grupos trotskistas formaron la Cuarta Internacional que seria liderada por Trotsky hasta su asesinato a manos de un agente stalinista, durante su exilio mexicano en 1940.

En 1929 tres militantes del Partido Comunista de la Región Argentina (PCRA), Roberto Guinney, M. Guinney y Camilo Díaz; rompen con esa corriente y forman el comité argentino de la Oposición de Izquierda. En los años 30 surgen en Buenos Aires, Rosario y otros puntos del país grupos de filiación trotskista dedicados al trabajo de discusión teórica y a tímidos intentos de inserción en el medio obrero. Entre los principales referentes del trotskismo en ese periodo se hallan Hector Raurich, Pedro Milessi, Antonio Gallo, Liborio Justo (Quebracho), el dirigente maderero Mateo Fossa, que entrevisto a Trotsky en México; Luis Koifman, Miguel Posse, Carlos Liacho, Angélica Mendoza, el estudioso de temas agrarios Hector Boglich y el abogado Esteban Rey, activista que militaba en el noroeste argentino. Episodios en la vida del movimiento trotskista argentino hasta 1943 fueron: a) un frustrado intento de entrismo de distintas fracciones trotskistas en el Partido Socialista Obrero (PSO) en el bienio 1937-1938; b) la fuerte polémica con el Partido Comunista Argentino, impugnando la política de los frentes populares y denunciando las purgas en la URSS y la represión a grupos trotskistas y anarquistas en la España republicana; c) el debate entre Antonio Gallo y Quebracho sobre las tareas de la revolución en la Argentina, prolongado en las polémicas entre grupos trotskistas alrededor de la actitud a seguir ante la agresión nazi-fascista a la URSS. A fines de la década del 30 las agrupaciones trotskistas más representativas el Grupo Obrero revolucionario (GOR) liderado por Quebracho y la Liga Obrera Socialista (LOS) orientada por Antonio Gallo. La polémica Gallo-Quebracho constituyó un ordenador clave en la vida del trotskismo argentino en sus años formativos. En un folleto titulado Adonde va la Argentina?, Gallo sostenía que la Argentina era una semi-colonia avanzada en la cual  la clase obrera debía ver como su principal antagonista a la burguesía local y dotar a la revolución de un programa socialista. En una serie de folletos, posteriormente reunidos en el libro Estrategia Revolucionaria (1957), Quebracho analizó la Argentina como país semi-colonial subordinado de forma creciente al imperialismo.

 Para Quebracho en la Argentina el camino hacia la revolución debía ser el impulso de las luchas anti imperialistas a través de las cuales la militancia revolucionaria debía disputarle la conducción de las masas a los movimientos nacionalistas y radicalizar la lucha por la liberación nacional hasta convertirla en una revolución socialista. Las tesis de Justo gozarían de mayor consenso que las de Gallo en el movimiento trotskista. Fueron reapropiadas -y parcialmente resignificadas- por la llamada Izquierda Nacional; nombre con el cual se conoce a una serie de grupos de extracción trotskista que a partir de 1945 fueron evolucionando hacia posiciones filo-peronistas. Tras la visita de un delegado de la Cuarta Internacional en 1941, los grupos trotskistas porteños ensayaron un efímero intento de unidad formando el Partido Obrero de la Revolución Socialista (PORS) que se disolvería en 1942. Durante la oleada de huelgas de 1942-1943 núcleos de militantes de extracción trotskista lograron una cierta inserción en el movimiento obrero. Llegaron a captar hasta militantes comunistas y socialistas desilusionados por la política de atemperamiento de la combatividad obrera que impulsaban esas corrientes, invocando la necesidad de apoyar el esfuerzo bélico de los aliados en la guerra mundial. Esto permitirá que, ante la crisis de las conducciones obreras de izquierda durante el ascenso del peronismo, distintos grupos trotskistas ocuparan un rol relevante en la oposición sindical al régimen del general Perón.


 De ellos él más importante fue el Grupo Obrero Marxista (GOM) liderado por Nahuel Moreno (Hugo Bresano). Este grupo se nutrió de numerosos cuadros estudiantiles y obreros provenientes del socialismo y consiguió una importante inserción entre los trabajadores del primer cordón del gran Buenos Aires. En ese mismo espacio actuaron en los años de la presidencia de Perón otros dos grupos obreros de filiación trotskista: La Unión Obrera Revolucionaria (UOR) liderada por Mateo Fossa y Miguel Posse y el Grupo Comunista Internacionalista (GCI) liderado por José Posadas. El abogado Esteban Rey lideró en el periodo 1945-1947 una operación de entrismo en las regionales del Partido Socialista en el noroeste argentino. Luego de ser expulsado del socialismo, Rey lidero el Movimiento Obrero Revolucionario (MOR) que desarrollo una variante de trotskismo proletarista trabajando entre los obreros del azúcar y ocupando un rol destacado en la gran huelga azucarera de 1949, severamente reprimida por el gobierno justicialista. En 1952 distintos grupos trotskistas integraron el Partido Socialista de la Revolución Nacional (PSRN), un partido de izquierda filo peronista que contaba con protección del oficialismo deseoso de conseguir aliados de izquierda. Luego de la revolución libertadora los núcleos trotskistas pasaron a integrar la resistencia sindical y política a la dictadura, lo cual llevó a algunos a profundizar su integración definitiva al peronismo. La corriente impulsada por Moreno inició en 1957 una polémica experiencia de entrismo que duro hasta 1965 y tuvo una participación relevante en distintos conflictos gremiales de esos años. En las décadas siguientes la diáspora trotskista en la Argentina adquirió un grado de dispersión y fragmentación difícil de resumir. La corriente de mayor gravitación siguió siendo la liderada por Nahuel Moreno hasta su muerte en 1986. Esta corriente se denomino sucesivamente Palabra Obrera, PRT- La Verdad Partido Socialista de los Trabajadores y Movimiento al Socialismo (MAS) desde 1982.

Luego de experimentar un importante crecimiento, en el periodo 1983-1987, comenzó un proceso de dispersión del morenismo con la ruptura de la juventud partidaria que formo el Partido de los Trabajadores por el Socialismo en 1988. En 1991 se divide el partido madre en dos agrupaciones MAS y Movimiento Socialista de los Trabajadores. Tanto el partido madre como sus desprendimientos siguieron sufriendo rupturas de distintos núcleos. Algunos de ellos evolucionaron hacia formulaciones programáticas alejadas del universo de ideas trotskistas clasico. La otra corriente trotskista de cierta relevancia en la Argentina nació en 1964, cuando un grupo de estudiantes que habían pertenecido al grupo Praxis, orientado por él filosofo Silvio Frondizi, formó Política Obrera (1964) que pasaría a llamarse Partido Obrero en 1982. El principal dirigente de esta corriente es Jorge Altamira (Saúl Huermus) candidato a presidente en varias ocasiones. Desde 1983 el PO levantó las consignas de Frente de Izquierda y Gobierno de los Trabajadores ante a las propuestas de Frentes de Liberación Nacional y Social levantadas por otros grupos de izquierda. Durante los años 80, el PO sufrió algunas escisiones protagonizadas por militantes que cuestionaban el excesivo centralismo de la conducción partidaria. A partir del año 1999 el Partido Obrero tuvo una intervención muy activa en el movimiento de desocupados a través de su brazo piquetero el Polo Obrero, que alcanzó una importante inserción en el Gran Buenos Aires, Salta y Santa Cruz. Por último, la corriente orientada por José Posadas fue evolucionando hacia una nueva síntesis teórica autodenominada “trotkismo-posadista” que conserva muy pocos puntos de contactos con el universo de ideas del trotskismo clásico. Actualmente su expresión política es el Partido Obrero Revolucionario-Posadista cuya principal actividad es la formación de Comités de Solidaridad con el gobierno de la revolución cubana.



Mirando su trayectoria en perspectiva podemos señalar que el trotskismo del periodo de entre guerras planteó una critica radical a los esquemas de la izquierda socialdemócrata y stalinista y, su política de los frentes populares. Esta critica tuvo como eje la reivindicación de la alianza del conjunto de las organizaciones obreras y opuesta a la integración con la burguesía reformista. Análogamente, los debates en el espacio de la cuarta internacional alumbraron una visión -sobre las tareas de la revolución en los países semi coloniales- superadora del esquematismo de la izquierda tercerista y del evolucionismo socialdemócrata. La continuidad de estas formulaciones se manifestó en el rechazo de las agrupaciones trotskistas a apoyar en 1946 a la Unión Democrática integradas por el PC y PS. En el plano sindical el trotskismo de post guerra representó un modelo de militancia que afrontó mejor a las condiciones creadas por el nacimiento del peronismo y la regimentación del movimiento obrero desde el estado. Un sindicalismo que desdeñó la defensa de los sindicatos libres amarillos o stalinistas y disputó la conducción de los sindicatos de la CGT oficial. La participación de las agrupaciones trotskistas en la resistencia a la revolución libertadora y en la formación del sindicalismo clasista en la era del cordobazo representan una continuidad de este modelo sindical de base. Durante los años de auge de las organizaciones armadas, las corrientes trotskistas defendieron la lucha por la organización de los trabajadores contra la teoría del foco guerrillero. También fue relevante el papel de las agrupaciones trotskistas en la lucha contra la caída salarial en los años 80, por el juicio y castigo a los genocidas, contra las consecuencias de la reconversión neo liberal de los años 90 y en la crisis que desemboco en el levantamiento popular de diciembre de 2001. La participación de agrupaciones trotskistas en el movimiento de desocupados provocó una revisión parcial de ciertos esquemas rígidamente obreristas, siendo todavía difícil de evaluar la tendencia general de este proceso.

Fuentes:


Breve reseña cronológica del movimiento cuarta internacionalista en la Argentina; Bs. As., LOR, 1941.(Publicado sin mención de autor. La autoría es de Liborio Justo)
Coggiola, Osvaldo; El trotskismo argentino (1929-1960); Bs. As., CEAL, 1985
Coggiola, Osvaldo; El trotskismo en la Argentina (1960-1985); Bs. As., CEAL, 1986; 2 volúmenes.
De Lucia, Daniel Omar (Estudio preliminar y compilación); Liborio Justo. Los
Estados Socialistas de América Latina (En prensa)
De Lucia, Daniel Omar y Mereles, Roxana, Elizabeth; “Unas relaciones curiosas. Trotskismo y socialdemocracia (1929-1956)” en Biagini, Hugo y Roig,
Arturo (comps.); El pensamiento alternativo en la Argentina TII (1930-1960); (en prensa)
Galasso, Norberto; El FIP y la izquierda nacional; Bs. As., CEAL, 1983.
González, Ernesto; El trotskismo obrero e internacionalista en la Argentina; Bs. As, Antídoto, 1995-1999; 3 tomos.
Rojo, Alicia; “El trotskismo frente a los orígenes del peronismo en II JornadasDe Historia de las Izquierdas. Buenos Aires11, 12 y 13 de diciembre de 2002
(CD); Bs. As. CEDINCI, 2005
Tarcus, Horacio; El marxismo olvidado en la Argentina. Silvio Frondizi y
Milciades Peña; Bs. As., El Cielo por Asalto, 1996.



Fuente :  2010 -2010 CECIES Asociación Civil.-





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El cordobesismo, la oposiciòn y el Huracàn Cristina













Opinión


"El "Cordobesismo delasotista" quedó totalmente enervado el domingo 14 de agosto", dice el periodista ciudadano y analiza desde su perspectivael panorama que dejaron las elecciones de 14 de agosto.

Eduardo Alberto Planas 



El "Cordobesismo delasotista" quedó totalmente enervado el domingo 14 de agosto. Si bien es cierto, que ese planteo sedicentemente regionalista, parecía ser similar al de la ínsula angelocista, no es menos cierto que tenia proyecciones a nivel nacional, de la cual el dueño del mejor implante capilar que se conozca en mentideros políticos, nunca dejo de aspirar.
Su argumento era "que los votos eran de él",” Que no le debía nada a nadie" para de allí negociar luego con el que ganador del 14 de agosto. Bajo cuerda -tal como sucedió en el 2003 cuando mandó a votar a Menem- tenía su corazoncito cercano al Duhaldismo.
Este neologismo político engendrado a los apurones, en verdad tiraba por la  borda todo lo que se refiere a la Región Centro, de la cual siempre hizo hincapié en ser su fundador y hacedor.
Con respecto al duhaldismo, cuyo jefe es en verdad un demócrata cristiano, de fuerte cariz devocional, es un conglomerado de ex intendentes neocon-menemistas, ex carapintadas, "peronistas de mercado" del PRO-negocios con la embajada, amantes de las relaciones carnales, ex represores,  y militares amigos de los genocidas.
 
El "cordobesismo delasotista" quedó totalmente desarticulado, derribado el Caserío por el Huracán  Cristina. También los que quedaron dando vueltas en el aire, fueron los de la mesa de enlace, los del llamado "campo",  ya que la gente que supuestamente ellos representan y cuyo titular  había llamado a votar a sus miembros por el frente opositor antikirchnerista, votó masivamente a Cristina. En Córdoba, en Santa Fe y Pcia. de Buenos Aires. Por ahí anda el destituyente Bussi diciendo: "No sé qué paso, no sé qué paso".
Quedaron pedaleando en e l aire.

Una de las mayores derrotadas fue  Elisa Carrió, prototipo de cómo no se debe  hacer política en argentina. Narcisista, autoritaria, ególatra, autodestructiva, inició un giro a la derecha dejando de lado hasta sus propios militantes y a su candidato vicepresidente para que ponga la cara en los medios el domingo a la noche. Sus ex amigos, emigraron hacia otros lares, dejandola solita, solita.  No se conoce que alguna vez hubiera habido elecciones internas en su minipartido. Se unió con la saltimbanqui ideológica, Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, y lo puso a Llambias, de la Mesa de Enlace en busca de los votos sojeros. Prat Gay también fue de la partida, creyendo quizás que con ese nombre iba a tener los votos de aquellos que luchan por su identidad  e igualdad de género.
En verdad lo único, que hizo fue volver a sus orígenes oligárquicos. No dejar de tener cuenta los campos de la misma en el Chaco, de donde es oriunda. La pregunta del millón: ¿Hará sus ruegos ahora al Gauchito Gil?
A Binner, discípulo de Estevez Boero, socialista y estanciero, tampoco le fue bien. Pensaba sacar el 24 por ciento y saco la mitad. Daba lástima su discurso de pastor evangélico el domingo a la noche.
Tampoco le fue bien a Ricardo Alfonsín, el portanombre, quién no sólamente dobló sino que quebró y tiró por la borda todo tipo de principios de Alem, – si es que alguno le quedaba al partido centenario- argentino, al aliarse con el magnate colombiano De Narváez, quien tras la venta de la otrora famosa Casa Tía, construida por su abuelo gringo a fuerza de trabajo, y luego a salir en las revistas de la gente, con cuanta teen age, modelos y modelitos que hubiere, decidió invertir en la política sus millones de dólares. Recordar que iba a ser ministro de Menem allá en el lejano 2003, y luego pasó por todos los casilleros de las Rayuela política argentina político ofreciendo sus verdes, recayendo finalmente en el hijo del ex presidente inaugurador de la nueva etapa  democrática argentina. Pensar que le ganó a un político de raza como Néstor Kirchner.
La prensa vernácula había ungido presidente al vicepresidente Cleto Cobos. ¿Dónde está?.
No hablemos tampoco del papelón político de ese gran cineasta  argentino, Pino Solanas. Quedó game over.

Del otro lado, Cristina demostró su grandeza - debilidad. Esta que es su familia y su recuerdo de su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner. Pero de su debilidad viene su grandeza. De su dolor viene su fortaleza. Su grandeza cuando llamo a la unión de los argentinos en torno a esta proyecto de  trabajo  y desarrollo, con inclusión social, democracia, respeto a los derechos humanos, memoria, verdad y justicia .Todo en el ámbito de Unidad Latinoamérica, no ya como un mero mercado común, sino actuando  como  un bloque regional que se perfila destinado a la independencia económica de la región.
Se hará realidad el sueño de nuestros próceres: San Martin y Bolívar, de construir la Patria Grande?.
El huracán Cristina contiene muchas lecturas, una de ellas es que en el mismo hay viejos militantes reciclados, jóvenes de renovada alegría y esperanza, los movimientos de derechos humanos,  los sociales, los  que luchan por la igualdad de género y la no discriminación, los trabajadores, y quienes pretenden que esto se profundice hacia horizontes más igualitarios, provenientes de distintas experiencias políticas. Y también están aquellos que votaron -porque no decirlo- para conservar lo logrado hasta ahora, que no es poco.

El kirchnerismo todavía no tiene su sujeto social definido, más allá que su pilar sean los trabajadores,  y los sectores antes  nombrados. Hay una amalgama diversa. Pero los une la idea de la continuación de este modelo. El kirchnerismo que es el intento de salida del neoliberalismo en Argentina y asevera ser la continuidad de un proceso derrotado pero no vencido en 1976,  no tiene un sujeto social que lleve adelante el proceso  en marcha. Néstor Krichner se cansó de buscarlo y murió sin conseguirlo.
Primero lo hizo con la llamada transversalidad. Luego se recostó en el Pejota, disputándole el aparato a Duhalde. Esa disputa que le costó un debate con el conocido filosofo argentino José Pablo Feinmann. Con su muerte resurgió algo, lo invisibilizado por los mass medios, salió a la  luz.
El gobierno nacional, -más progresista que la propia sociedad argentina-, actúa como vanguardia en este proceso y la gente lo apoya, pero no hay organización ni movimiento  político-social articulado  firmemente, ni programa perfectamente definido.
Pero así fueron  siempre y son  los procesos en Latinoamérica, incomprensible por cierto para la mentalidades víctimas de la colonización pedagógica. Es lo que suelen llamar los politicólogos del sistema  -despectivamente- como "populismo".
Pero la construcción de ese poder popular, dependerá de la capacidad de organización de los sectores que apoyan al gobierno en este proceso que se ha dado en llamar nacional y popular, para que sea su sujeto avanzar en su profundización y contenga la adjetivación imprescindible: de liberación.
No obstante ello debe destacarse que -teniendo en cuenta las relaciones de fuerza imperantes hoy en Argentina, entre los bloques hegémonicos y el popular-, lo hecho hasta ahora  por el gobierno de Néstor y Cristina es histórico y revolucionario. Mucho tuvo que ver este hombre que vino del lejano  sur a devolvernos la dignidad, la alegría y a poner las cosas en su lugar, como debe ser, la política al servicio del pueblo como instrumento del mismo para transformar la realidad.

Fuente :  www.sosperiodista.com.ar. 22/08/2011





      

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Elecciones - Misoginia y machismo en la politica argentina
 1.
En el libro  La Presidenta, Sandra Russo, Editorial Sudamericana, 2011,pag. 88/89, dice la autora:" (...) Repasando la historia de Cristina, la imbricación de su vida con la de su marido, se llega  a la construcción de familia que le permitió desplegar su vocación política sin renunciar a nada de eso otro, lo del eterno femenino: la maternidad, la coquetería, la seducción.
Hay un tipo de mujer, raro y al que ella pertenece, que nos ratonea a todas, porque en el fondo ninguna mujer quiere renunciar a nada,  y todas querriamos ser lindas, inteligentes exitosas, pero no podemos con todo. Ese es uno de los fondos negros del rechazo que Cristina suscita en el imaginario gorila, y que ha sido usado y agitado desde el 2008, cuando las mujeres que apoyaban al " reprodujeron un odio que venía de los tiempos de Evita, pero que había que ajustar a Cristina. Las críticas de genero que ha recibido, sostengo generalizando un poco, ha sido de dos clases: del lado masculino se ha agitado el desprecio por la mujer; del lado femenino, se desplegó la envidia.
2.
El machismo  de algunos sectores de la sociedad argentina  -incentivado por algunos comunicadores socialesdel G.C.C.(Grupo Concentrado Clarín)-, llevo a que en el año 2008,- a apenas un año  de ser elegida por el 45 % de los votos-, CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER fuera llamada "La Yegua".
Ese apodo y la teoría del "Doble Comando"(por el que se pretendía hacer aparecer a CFK dominada, dirigida, por su marido) es producto de tal prejuicio.
Ningún presidente, desde el regreso democrático, había sido  insultado con tanta soltura e insistencia. Los prejuicios dormidos que agitó,  la vena hinchada de los sectores  conservadores,  la profundidad y la variedad de los ataques, no hicieron foco en el peronismo de Cristina, naturalmente, sino en su condición de mujer.
La misoginia está aún increíblemente naturalizada en nuestras maneras corrientes de ver las cosas, que se ha hablado poco del prejuicio de género que se puso en funcionamiento alrededor de la figura de Cristina ya desde la campaña electoral. Si hasta la denunciaron penalmente por un supuesto "usurpación de título", ya que decían que no era abogada. Cristina era efectivamente abogada recibida en 1979 cuando finalmente pudo dar las tres materias que había dejado pendientes por el golpe de 1976. El objetivo era decir que "esta mujer no sabe nada".
3.
No es extraño que el antiperonismo se haya fundido tan pronto con la misoginia.
Ese sentimiento de rechazo a los sectores populares que encarna el peronismo siempre tuvo una cáscara y un justificativo estético. En los años 50, el arribo del aluvión zoológico erizaba  a la oligarquía, pero la síntesis de ese rechazo recayó en la difamación de Evita, que fue llamada "puta" y "trepadora".
 No olvidemos las pintadas de "viva el Cancer", que reflejaba el odio visceral oligárquico. Pero Cristina no es Evita, y para denigrarla no podía apelarse a un "arribismo de clase".
Es más difícil atacar a una persona real que a un fantasma.
En general, tal como se puede observar cotidianamente, las lecturas políticas opositoras eluden centrar sus críticas en los hechos puntuales  y reales, y basan su malestar en la identificación fantasmáticas de escenas del pasado, en generalizaciones que permiten dirigir sus críticas hacia la vaga memoria de lo vivido,  en lugar de cuestionar políticas puntuales  y racionalmente y desde sus respectivos modos de entender lo público.
La característica y principal de la crítica antikirchnerista - el modelo de crítica que emerge de los grandes  medios como el CCC,- ha sido la generalización, lo inespecífico y el falso pronóstico. También las cuestiones cosméticas, pueriles, como ser el botoc o las carteras.
De modo que Cristina fue "La Yegua" para las señoras de Barrio Norte, pero también para las de barrio que veían televisión. Y fue responsabilizada por el ánimo que se sembraba desde los medios:"la crispación". Otro latiguillo de esos tiempos, que mas tarde será revertido, como el apelativo de la Yegua, por jóvenes militantes y señoras de barrio politizadas que en las marchas se ponían remeras que rezaban " Todas somos yeguas", y  que surgió entre los blogueros peronistas la Cris Pasión.
El ingenio popular revierte a los profetas del odio.
4.
Volviendo al tema que durante el periodo del alzamiento destituyente del llamado"Campo"  ( que en verdad deberiamos llamar los  sojeros) se pudieron observar a piqueteros sojistas de Anizacate, portar carteles que decian"Andate Cristina, Montonera. Andate conhuda...andate con Chavez".
 Ello evidenciada una ignorancia supina de la historia argentina; desprestigiaba a sus  mentores, y evidencia una miopía política, en la que no caben el debate, la discusión racioonal. Solo el exabrupto, el insulto, por carecer de argumentos valederos. En tanto seguian decidiendo sobre vida y destinos de personas y mercancias,cortando rutas durante un mes, produciendo una hecatombe en la economia nacional y en la calidad institucional de la república, al tiempo que se  hacian alarde de su republicanismo y federalismo.
Evidenciaba también su posición ideológica, y  una visión de un pais, agroexportador,  ligado solo a la pampa hùmeda y zonas aledañas,. un modelo que en rigor se hizo añicos en el siglo pasado (1930).    Mientras el pais crecia a tasas chinas, como nunca lo había hecho en 100 años y sus reservas crecian dia a dia, se planteo una crisis artificial, que practicamente puso en juego la mas alta institución del pais. Porque sus intenciones eran  destituyentes. Querian un gobierno mas permeable a sus pliego de condiciones, entre ellas el fin de las retenciones. Se cuestionaba en definitiva el papel del Estado en la economia.Ese era elcentro de  la discusión en verdad. No olvidemnos las cartas a La Embajada de Macri, pidiendo auxilio extranjero para lograr "desestabilizar al gobierno electo de  CFK, prometiendo   reinaugurar la epoca de los gobiernos PRO- negocios con las multinacionales.
Cristina en vez de ceder, avanzó mediante reformas incontrastables que demostraban el proyecto de país que realmente se quería: asi nacionalizo las AFJP, sanciono la ley de medios, para democratizar ea termenda concentración mediatica que existe desde la epoca menemista; sanciono la ley de matrimonio igualitario, etc.
5.

En verdad  los últimos acontecimientos que se vivieron pre electorales al P.A.S.O.,  fueron operaciones de prensa directamente dirigidas por MAGNETO, del GCC (Grupo Concentrado Clarín)  el  verdadero y gran perdedor del domingo pasado.  Ello se puede colegir  ya que los últimos movimientos del jefe del GCC, tenían como objetivo destruir el "núcleo ético" del kirchnerismo, es decir las Madres de Plaza de Mayo, utilizando un conocido caso para desprestigiar su lucha y la de todos los organismos de derechos humanos. Lucha que ellos nunca hicieron, sino que fueron cómplices de la dictadura cívico-militar de 1976 que aniquilo una generación de argentinos. Buscaban también desprestigiar a  un conocido y prestigioso jurista internacional, miembro de la Corte Suprema de Justicia una de las mas transparentes de las que se tenga memoria en la historia argentina.   
6..
Néstor Kirchner tenía, como tiene CFK algo  de lo que carecen los otros políticos: sentido de trascendencia, capacidad, y sobre todo una militancia de 40 años en pos de los mismos ideales que los nutrieron en su juventud. El sentido de transcendencia lo logro por lo que hizo en vida y por su muerte, punto de inflexión que visibilizó lo que otros habian invisibilizado. Ahi   al lado de su féretro desfilo La Militancia, los jóvenes, los adultos reciclados, las mujeres, el pueblo en genera llorando  a su lider. Militancia desnotada por los comunicadores mediaticos corporativos y algunos escritores que en su excesiva verborragia irracional las comparaban con las milicias hitlerianas. Hasta  la conocida Elisa Carrió  llegó a decir que Kirchner era " Hitler”.
7.
Murio un hombre que vino del sur lejano a llenarnos de calor nuestros cuerpos y almas. A traer la esperanza y la alegria de que se pueden cambiar las cosas. A poner las cosas en su lugar.La politica sobre la economía y no al revés como fuera en el obsceno menenato en donde los politicos fueron sirvientes de las corporaciones economicas financieras. Donde nacio la videopolitica y la farandulización de la misma. Donde todo valia y el exitismo era premiado con obscenas fotos de mansiones en las revistas donde  que exhibia las caras de esa gente.
Una militancia de toda una vida por una causa justa y noble.
Eso lo percibe la juventud. Sin  lugar  a dudas la gran protagonista de estos tiempos. La juventud que capta las causas nobles. Cansada de tantas decepciones, se ha volcado masivamente a la militancia.
Juventud que retoma nombres  ocultados por la historia oficial del peronismo, como Jauretche, John William Cooke, Campora. Historia no contada, ignorada, ocultada, como la de la Resistencia, nombres ignorados, como los de Dardo Cabo, Armando Cabo, Andrés Framini, Atilio Lopez, Ricardo Obregón Cano, Cepernic, Felipe Vallese,  de la J.P., el primer desaparecido,  por los que vaciaron al pejota de contenido politico e ideologico y lo convirtieron en un mero cascaron por donde se introdujeronlas politicas neoliberales que destruyeron el pais y cuyas consecuencias economico-sociales y culturales estamos viviendo todavia. 
8.
Cada vez son mas los jòvenes que quieren participar, que quieren unir su destino individual al colectivo, aunque los anatemizen escritores notables o algun perfil de un semanario. Son el hiato que une la generación diezmada a la que aludio ser perteneciente Néstor Kirchner en su discurso inaugural el 25 de mayo de 2003, que tanto crispo a la Señora que Almuerza, y que diera lugar a su conocida frase: "¡Se viene un zurdaje!  Militancia juvenil que se siente heredera de esa Gloriosa Década, pero adecuada  en sus discursos, argumentaciones y estructuras aa los nuevos tiempos democráticos.Una militancia mas descontractura que la del 70  mas alegre y vital. Reconociendo los errores otrora cometidos, pero debatièndolos desde el campo popular, de "este lado" y no de los del CCC, ni de los genocidas y la derecha, que mezcla todo, y demoniza una década pletórica en sueños de cambio y utopias.
9.
Néstor Kirchner no ha muerto. Néstor vive en el pueblo.
Ella, Cristina sabe que es ahí donde Néstor soñó vivir, en ese lugar al que no se accede con asesores de imagen.De ahí, de ese lugar donde late lo entrañable, es de dónde saca la fuerza Cristina.
Una mujer que perdió a su compañero de vida y de lucha de 40 años. Pero esta firme. Más que nunca. Dispuesta a llevar adelante las ideas por  las que siempre lucho. Las utopías que se harán realidades de las multitudes argentinas, los tumultos K, herederos de esos otros tumultos de nuestra historia, pues los cambios en nuestra patria siempre se produjeron en forma multitudinaria, por que los pueblos avanzan a si, multitudinariamente, construyendo  en su camino històrico una patria ( no dijo mas sociedad,sino una patria)  socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana, respetuosa de los Derechos Humanos, unida a sus hermanos latinoamericanos.

Eduardo Alberto Planas
www.boletinliterariobastaya.blogspot.com







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El triunfo del pueblo

La  fórmula Cristina-Boudou arrasó en la provincia de Buenos Aires y ganó en todos los grandes centros urbanos, menos Rosario y Vicente López. El radicalismo no consiguió Mendoza. Binner, segundo. La segunda de 2007, Carrió, última detrás de Altamira.



La Presidenta consiguió no sólo la reelección, sino la consolidación de su liderazgo político al frente de una alianza social y política heterogénea que le brindó el triunfo más amplio de la historia argentina. Cristina quedó tercera en votos, después de Juan Perón e Hipólito Yrigoyen. Hasta ayer ese lugar era ocupado por Raúl Alfonsín, con su 51,7 por ciento de 1983.El último lugar fue para Elisa Carrió, la mayor crítica individual del kirchnerismo, que quedó después de la fórmula del Frente de Izquierda encabezada por Jorge Altamira. “Encabezamos la resistencia a Cristina Kirchner y su proyecto mentiroso y malo para la nación”, dijo luego de aclarar que la jefatura de la oposición pasó por los votos a Hermes Binner. Ricardo Alfonsín perdió el segundo lugar que había alcanzado en las primarias del 14 de agosto y hasta volvió a ser derrotado en su lugar en el mundo, Chascomús.
Anoche Cristina incluso se dio el gusto de bailar “Arde la ciudad” en la Plaza de Mayo, a metros donde hace casi un año fue velado Néstor Kirchner. Antes alcanzó a decir un saludo no apto para melancólicos: “Quiero darle las gracias a esta multitud de jóvenes argentinos que volvió a recuperar la Plaza de Mayo. Este es un momento histórico superador de aquellos momentos. Porque esta Plaza fue momento de alegrías pero también de desencuentros y enfrentamientos. Yo quiero celebrar que esta juventud viene a la Plaza a levantar las banderas con alegría y no con odio”. Y en tono de jefa política dio una recomendación: “Les pido que se organicen en los frente sociales, en los frentes estudiantiles, para defender a la patria y los intereses de los más vulnerables y para que nadie pueda arrebatarles lo que hemos conseguido”.
En la provincia de Buenos Aires Cristina obtuvo el 57 por ciento y Hermes Binner, del Frente Amplio Progresista, quedó segundo con el 14. El triunfo del Frente para la Victoria fue contundente y garantizó el espesor de la victoria nacional. También indicó que desde el punto de vista político cicatrizó la crisis política de la 125.
La Presidenta ganó otros dos grandes distritos, Santa Fe y Córdoba. En los dos el FAP fue la segunda fuerza. En Santa Fe Binner quedó muy cerca de Cristina pero no pudo ganar en el territorio que hoy gobierna.
El tono presidencial de ayer fue de convocatoria “a los 40 millones de argentinos”.
La referencia a los grandes medios fue elíptica y estuvo dirigida, en realidad, a los dirigentes políticos. Cuando Cristina rescató la figura de Kirchner dijo que lo hacía como compañera de militancia y no como viuda y que estaba recordando a “un cuadro político”. Fue entonces cuando subrayó la importancia de “la voluntad, y no del voluntarismo, unida a la convicción” y dijo que había que terminar con el hábito de “pedirle permiso a alguien para ver qué se puede decir a cambio de ganar cinco minutos más o unas líneas”. Dijo la Presidenta que “lo importante es saber leer los ojos de millones de argentinos, porque ahí están las cosas que faltan pero también cuánto se ha hecho desde el 2003”.
Delante de enormes imágenes del propio Kirchner, de Eva y de Perón, la Presidenta agradeció a los argentinos y a todos los partidos y de inmediato a los sudamericanos. Habló de “esta región, nuestra casa”.
La figura de Kirchner apareció una y otra vez. “Hoy es un día raro y los sentimientos se mezclan”, dijo Cristina antes de abrazarse con su hijo Máximo. Y contó: “Quiero hablar sinceramente. En 2009, si él no se hubiera puesto al frente, nuestra derrota en la provincia de Buenos Aires hubiera tenido un efecto terrible. Ese hombre puso todo y más. Se jugaba cada instante como la última vez”.
 “No discutamos más los hechos, sino cómo hacer que la situación mejore”, fue ayer una de las consignas de la Presidenta.

El pueblo argentino ha ratificado hoy por abrumadora mayoría un proyecto nacional, popular, profundamente democrático, que se inició en el año 2003 con Néstor Kirchner, para construir una argentina con desarrollo, con inclusión social, con dignidad de sus trabajadores, ancianos y niños, unida a Latinoamérica, profundamente respetuosa de los derechos humanos, exigiendo Verdad. Memoria y Justicia.
CFK va a profundizar el proyecto que comenzara Néstor Kirchner, eso no significa otra cosa que mayor democracia, mayor y mejor educación,
salud para todos. Inclusión social, respeto a la diversidad de géneros, intervención del Estado en la economía, respeto irrestricto a los derechos humanos, creación de mayores puestos de trabajo, viviendas, etc.
Estamos en presencia de un momento histórico. La re significación del movimiento nacional y popular, para hacer en realidad una democracia social y participativa, donde el pueblo ha decidido  ser protagonista de su propio destino.
No tengan miedo de Cristina. Ella sabe bien lo que va a hacer, que no es otra cosa que por lo que ha luchado durante 40 años. Una Argentina profundamente democrática, participativa, unida a Latinoamérica y respetuosa de los derechos humanos.
Una Plaza de mayo repleta de jóvenes la ovacionó. Ellos  son los que mejor comprenden este proceso. Por eso apoyan a Cristina. Porque saben de su honestidad, de su militancia, y hoy asumen el compromiso político de llevar adelante las banderas históricas del cauce popular.
Lo que diferencia a ellos del resto de los políticos es  la diferencia entre un estadista y político mediocre. Aquel mire el futuro,  mientras que  estos solamente las cuestiones pequeñas del presente.
El kircherismo es –además la continuidad de un proyecto nacional y popular, pero que es distinto a las anteriores experiencias e inclusive al primer peronismo—es un nuevo movimiento continuador de esa línea histórica. Está inmerso en esa rio inmenso del campo nacional y popular, pero con otras características, como ser la inclusión de diversos y nuevos actores sociales, como ser los movimientos sociales, de género, por los derechos humanos, culturales, como  la inclusión de intelectuales, periodistas, escritores y actores.
A diferencia del encosertamiento que la Renovación efectuara de un movimiento de masas en un partido político, el kirchnerismo asume las formas movimientistas de su génesis. Es algo nuevo, continuador pero superador en diversos aspectos porque la realidad nacional e internacional es distinta. Pensamientos colonizados llamaron - y llaman a esto-  despectivamente como ”populismo”.
Es profundamente democrático porque aspira a construir una democracia real, social y participativa, y no una mera democracia formal.
Una nueva argentina está en marcha, en tanto otra está cayendo al abismo insondable. Son quienes no comprenden los nuevos tiempos y hacen oposición con una retorica vacía de contenido, sin propuestas constructivas, al tratarse de un gobierno legítimamente constituido, como es el de CFK.
Esta oposición disruptiva es la que ha perdido estrepitosamente hoy 23 de octubre de 2011.Em verdad los  grandes perdedores han sido los grandes grupos mediáticos concentrados y sus periodistas devenidos en politicólogos de escasos cabellos e ideas,  quienes  en estos días sobre todo abundaron en calumnias y en una verdadera campaña sucia y de mentiras en contra de CFK y su gobierno. En estos días La Nación s  dio el lujo de echar a un periodista por haber efectuado una crítica favorable a la película Juan y Eva.
Magneto, Zar  del Grupo Concentrado Clarín, fue nuevamente el gran perdedor.
El kirchnerismo inicia su tercer mandato revalidado en elecciones insospechadas, con un resultado contundente, después de las sucesivas crisis que piloteó con algo más que audacia, desoyendo todos los consejos de manual que decían que ningún gobierno podía resistir más de tres tapas adversas de Clarín: Cristina aguantó más de 400. Suturando con inteligencia las heridas producidas por el embate destituyente agromediático en 2008, que se tradujo en la resignación de las mayorías parlamentarias, la traición a lo Judas de Julio Cobos y la derrota electoral de 2009, cuando alcanzó su mínimo piso electoral, el espacio político fundado por Néstor y Cristina Kirchner pudo hacer votar la Ley de Medios, la reestatización de Aerolíneas Argentinas, el matrimonio igualitario, la recuperación de las AFJP y el doble aumento anual jubilatorio, entre otras iniciativas de indudable consenso social.
Así y todo, hace dos años, el kirchnerismo era, para Joaquín Morales Solá y Eduardo van der Kooy, por citar a los analistas de los dos principales diarios del país, una zona casi muerta de la política. Cualquier conjetura o definición en sus columnas comenzaba por darles la razón a los que en las elecciones de ayer salieron segundos, terceros, cuartos y quintos, a más de 40 puntos de Cristina, todos. Hace dos años, en abril de 2009, Mariano Grondona reía con Biolcati en televisión para ver quién sucedería en lo inmediato a Cristina. Daban por hecho que sería el vice radical del no positivo: el mendocino no fue ni candidato.
Los spot televisivos de algunos de lso candidatos daban vergüenza ajena, y el resultado está a la vista. Otros irremediablemente si son sinceros en admitir su derrota total y absoluta, deberán retirarse, como es el caso del carapintada Duhalde y de la  mística delirante Carrió.
Néstor y Cristina vinieron a poner a la política en su verdadero lugar. Ya no es mala palabra. Vinieron a hacer realidad sus sueños de militancia de 40 años y los sueños de miles que junto con ellos lucharon por esos ideales calificados por los pragmáticos que justifican todo como “utópicos”.
Revalorización de la militancia y re significación de la política, por sobre la economía.. La política es el instrumento del pueblo para transformar la realidad.



Eduardo Alberto Planas
Ciudad de Còrdoba, 24 de Oktubre de 2001







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Era de esperar

"El rotundo triunfo de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones del domingo 23 de octubre, que superara al de las primarias, estaba “cantado”, afirma el periodista ciudadano en esta nota que refleja su euforia por el triunfo cristinista en momentos que se cumple hoy el aniversario de la muerte del ex presidente.

José Luis Planas Osorio (Cruz del Eje)

El rotundo triunfo de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones del domingo  23 de octubre, que superara al de las primarias, estaba “cantado”. 
Lo que no se esperaba era la reacción visceralmente disonante y fuera de lugar de algunos perdedores como  Elisa “Lilita” Carrió y Eduardo Alberto Duhalde,  representantes de la política del agravio permanente, del insulto y de las profecías apocalípticas.
Una dirigente desgastada, que dilapidó su capital político por su mesianismo, megalomanía  e insensatez rallana en lo patológico, llamó a la "resistencia contra un  régimen mentiroso y malo", según sus expresiones la misma noche del domingo.
El Otro, representante de los sectores más  reaccionarios, ultramontanos, cavernícolas, retrógrados de la sociedad argentina, se presentaba como alternativa política como si el pueblo no tuviera memoria del 2001-2002, de la devaluación  mal  encarada que destruyó el salario real de los trabajadores,  jubilados y pensionados, que realizó la transferencia de riquezas mas formidable de los sectores  mas desposeídos y pobres hacia los sectores de mayores recursos económicos para que las empresas obtengan una rentabilidad inusitada en el mundo, licuen sus deudas en dólares, de los saqueos, el asesinato de manifestantes como Kostecki y Santillán  en el Puente  Pueyrredón y su  huida presurosa del poder . Una insensatez.
Los otros , el  patético Rodriguez Saa, con sus  spots televisivos  que daban vergüenza ajena; el Ricardito Alfonsín, con sus  dichos hacia la Presidenta, reconociendo su derrota por anticipado; el único que más o menos salva la ropa es Hermes Binner: socialista, sojero,  clarinero, y más aburrido que De la Rúa.
Los grandes medios monopólicos  fueron los grandes perdedores y  el resultado electoral refleja la escasa credibilidad en la sociedad de estos otrora poderosos fiscales, jueces y verdugos de los  gobernantes nacionales y populares y conciliadores y amigos de los dictadores,  tiranos y genocidas.
Es que estos sectores denominados genéricamente  como “ la oposición” no están -ni nunca lo  estuvieron- a la altura de las circunstancias históricas y políticas que  se  han vivido en el país en estos últimos años. Creen que todo esto es una cuestión  mediática, de dirigentes, de poder económico, cuando  ha habido en la  Argentina una bisagra histórica política en la cual el protagonista es el Pueblo mismo. 
El pueblo  ha  re-encontrado  su cauce  histórico-polìtico, su identidad política, continuando  la línea de gobiernos democráticos con un proyecto de país posible, entroncándose con los grandes movimientos nacionales y populares, como el irigoyenismo  y el peronismo, adecuados a la nueva realidad del país y del mundo.
Es  el  Pueblo en su conjunto el que ha decidido  acompañar con su voto masivo este modelo  de país que con sus virtudes – que son muchas-  y sus déficits, se ha venido ejecutando desde el año 2003 a la fecha . No hay que buscarle mucho la vuelta. Es que se ignora el proceso histórico nacional, el significado de las epopeyas nacionales de Irigoyen y de Peròn, uno en defensa de  la  libertad del sufragio y de las instituciones  republicanas  y el otro en su  búsqueda de  Justicia Social para hacer de esta democracia una democracia real, social, de participación plena, de alto nivel de vida,  de poder popular, de bienestar popular.
Es que desde la  ignorancia no es posible construir políticamente nada de nada . Menos desde la soberbia,  el  engreimiento, la tozudez, y la diatriba  permanente y gratuita. E n esto los medios de comunicación  monopólicos  pretendìan instalar una realidad virtual  de catástrofe, que el pueblo hizo explotar en mil pedazos. Así como los sueños insulares  de algunos gobernadores se hicieron añicos el domingo a la noche .
Esa “mujer obsecada”, “testaruda”,  como la  denominaban  hasta hace poco los sectores del privilegio ligados al poder económico  real,  les ha dado una lección de alta política, de decencia, de grandeza al convocar a todos los argentinos, sin distinción de banderìas  a construir un país moderno, justo, con inclusión social, crecimiento económico,  alto  consumo, salarios dignos, vivienda, salud, educación, seguridad social para todos los argentinos, no para una m inorìa  ligada al comercio  agro-exportador, los monopolios económicos y comunicacionales  en el cual sobran millones de argentinos. Bajo  el disfraz de un falso federalismo se quería desintegrar el país, impedir su desarrollo pleno y armònico en beneficio de la concentración económica-polìtica en la zona portuaria. Nada que no hayamos conocido  y contra lo cual el interior del  país  històricamente   enfrentò.
Una nueva etapa se abre en el país. La consolidación de un movimiento social, cultural, económico, político  que continùe con las transformaciones para hacer de  esta sociedad una sociedad ma s igualitaria,  mas digna y mas merecida de ser vivida, sintiéndonos  orgullosos de haber nacido en esta tierra .
Ese es el legado de de Nestor Kirchner y el desafío de Cristina, quien  va a lograrlo con el respaldo  orgánico, y por qué  no,  tumultuoso del pueblo argentino.

Fuente : www.sosperiodista.com.ar






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PRESENTACION DE  LIBRO DE CARLOS LUJAN SCINARDO

El dìa Viernes 28 de Octubre, a  las 21.00hs., se  realizò  en  el  Salòn  de  propiedad del  escritor y  artista plástico  cruzdelejeño  Andrès Py, la presentación del libro “EL RIO ME DIJO…-Poesìas.. .y  un cuento”  del escritor  Carlos Lujàn Scinardo, radicado en esta Ciudad,  ante una  nutrida  concurrencia que se diò cita para asistir a este evento cultural  organizado por la filial local de  SALAC.

En primer lugar  usò de  la palabra el Prof. Andres Py,  quièn  brevemente  se refirió al autor del libro, siendo el Sr. Emilio Aballay  el  encargado de hacer la presentación  de l mismo. A continuación se refiriò a la obra concretamente,  la  Prof. Amanda Tomalino, de la  vecina localidad de de San Marcos Sierras,  quièn   analizò del contenido del  libro haciendo hincapié en los símbolos, arquetipos  y   temática  abordada  en el  mismo.
Seguidamente  el autor del libro solicitò al Sr. Aballay que leyera alguno de sus poemas, quièn  recitara  brillantemente dos de las obras de Scinardo.

Finalmente  el  Prof. Carlos Molina  ejecutò  varias melodías en  su saxo con extraordinaria calidad y calidez, lo que motivara un cerrado aplauso de la concurrencia .-


Texto e imágenes Licurgo 2011






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Poema de Carlos Scinardo:  Salitral



Allà  en el salitral
donde el sol calienta
donde el agua escasea
donde lo blanco de la sal
prevalece.
Donde hay lugares
que ni el jume existe,
donde las noches
son, estrellas y sal,
donde el sol ciega.
Allì también trabaja
el hombre.
Reseca su piel,
que  se arruga cruel,
que se multiplican
sus años.
Recurren  a ese trabajo,
la mayoría analfabetos,
sin oportunidades.
Se calcinan sus huesos
en sol y sal,
por salarios de pobreza,
porque la necesidad
los empuja.
Familias miserables, indigencias pavorosas,
infancias de ignorancias,
retrato de un paisaje,
que podría llamarse,
“El fin del mundo”
¡O cementerio de la vida! .      



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Graciela Gonano : “Estrategias de Resistencia…”

 El dìa 23 de Septiembre pasado, a las 19,30 hs., en el marco de los festejos por  los 100 años de la Escuela “Josè  Ingenieros”, la Licenciada Graciela Gonano disertò sobre el tema:  “Estrategias de resistencia de los sectores trabajadores de Cruz del Eje desde comienzos del Siglo XX hasta el año 1960”, que fuera su Tesis Final de su  carrera universitaria, expuesta ante los tribunales académicos obteniendo la mas alta calificación y felicitaciones.
 El trabajo està solidamente  armado, con  acompañamiento de imàgenes, testimonios de protagonistas de algunos acontecimientos, documentación gràfica y oral, y refeja la resistencia y lucha de los obreros, especialmente ferroviaros,  por sus legìtimas reinvindicac iones, antes y después del surgimiento del peronismo .
Un excelente trabajo que merece su apoyo y difusión masiva.
La Lic. Graciela  Gonano  es  Colaboradora del  Periòdico  Regional  “ La Idea”.-





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                Macedonio Belarte
AÑO VII - Nº 73 / LUNES, 31 DE OCTUBRE  DE  2011
Revista Digital de Cultura de Cruz del Eje
Un espacio  para el Pensamiento Crìtico y la Crìtica del Pensamiento


                
Sumario:


SALIO LA BIO DE LA PRESIDENTE . 01 / El mito de la gloriosa JP. 05  /JUAN DOMINGO PERON: UN EPISTEMÒLOGO DEL TERCER MUNDO . 08  / The “Nazi” Menace in Argentina, 1931.1947. 10 /ENTREVISTA. Alejandro “Gallego” Àlvarez. Crìtico del kirchnerismo y venerador de Cristina. 18 / Palabras de PERON sobre el Clero y la Iglesia. 21 / ORIGEN ÈTNICO DE JUAN DOMINGO PERÒN. 23 / El cerebro de reptil se apodera del Mando Polìtico. 24 / Trotkismo Argentino. 27 /El cordobesismo, la oposición y el Huracàn Cristina. 32 / Elecciones - Misoginia y machismo en la Polìtica Argentina . 35 / El triunfo del pueblo. 39 / Era de esperar. 43 / PRESENTACIÒN DE LIBRO DE CARLOS LUJÀN SCINARDO. 45 / Graciela Gonano: " Estrategias de Resistencia..."